Summer.
Con dificultad logramos pasar el portal, fue una sensación rara.
Fue como si todo tu cuerpo empezara a tener escalofríos y una extraña sensación de pesadez.
Cuando mi cuerpo fue impulsado hacia delante, haciendo tropezar sobre mis propios pies, fui consciente de que ya habíamos llegado al mundo mágico.
O lo que estaba quedando de él.
Había fuego por todos lados, gritos y llantos.
Todo estaba inundando el mundo mágico. Giré la cabeza a un lado cuando escuché una explosión.
Me llevé las manos a la boca cuándo vi a una gigante criatura. Era demasiado alto, de lejos no se lograba ver su cabeza, estaba llegando incluso a las espesas nubes.
Dirigí mi atención hacia Mail y me subí en su lomo otra vez.
-Tenemos que apurarnos, Mail sigue el rastro de tu pareja, ahora.
Layla no había terminado de hablar, cuando ya Mail estaba corriendo en una dirección.
-¿Qué son esas cosas?—Le pregunté a Layla que trataba de seguirle el ritmo a Mail por el aire.
-Los Titanes, son doce en total y desde que Zeus había tomado el mando, todos ellos fueron encarcelados en el Tártaro—Layla habló rápidamente mientras esquivaba algunos obstáculos —No sé en que diablos está pensando, los Titanes solo velan por la destrucción y más si hablamos de Crono.
Después de unos minutos, Mail se detuvo de repente, provocando que casi me estrellara contra piso.
-¿Mail?—El parecía no escucharme, se acercó lentamente hacia un árbol que estaba ahí. Lo tocó con la punta de su hocico, y de un minuto a otro una escotilla se abrió dejando ver unas escaleras.
Miré a Layla que estaba incluso más confundida que yo. Me bajé del lomo de Mail, y me adentré a ese extraño lugar. Las escaleras iban hacía abajo en una especie de espiral, cuando dimos algunos pasos pude escuchar perfectamente como la puerta por donde habíamos entrado se cerraba.
Dejándonos completamente a oscuras.
Concentré mis emociones como me habían enseñado y logré que una especie de brillo saliera de mi cuerpo. Rápidamente se iluminó mi cuerpo y todo lo que se estaba alrededor.
Seguimos caminando hasta que llegamos al final de las escaleras, donde se encontraba una gran puerta de hierro.
Mail se puso a mi lado, y empezó a tocar con su hocico varias veces la puerta.
No sabía que había detrás de la puerta, pero ese gesto fue suficiente para saber que León estaba adentro.
Y con él, Raven también lo estaba. Empujé la gran puerta, provocando que hiciera un sonido irritante. La abrí hasta la mitad, cuando sentí algo frío en mi frente.
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Las Descendientes Del Sol Y La Luna
FantasiCuando hablan de historias mágicas lo primero que se les viene a la cabeza son lobos, vampiros, sirenas bla bla... Pero... ¿Alguna vez escuchaste la historia de sus creadores? En este mundo existen muchos dioses y diosas que gobiernan en el mundo hu...