10. dramatic girl

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Akemi giró sus ojos y este gesto fue acompañado del movimiento de sus píes dando media vuelta para alejarse de la escena que se estaba desarrollando frente a ella. Sus movimientos llamaron la atención de la princesa, quién la observó sin ser capaz de pronunciar alguna palabra que cuestionara su andar.

El Rencor podía oír los gritos de daba la gigante en contra de su mejor amigo. Bufó algo aburrida y de un leve salto se elevó quedando sobre un árbol, así tomando asiento sobre una de las gruesas ramas que soportará su peso sobre si.

Podía sentir como su cuerpo era balanceado junto al arbol levemente ante los constantes golpes que la mujer arremataba contra Meliodas, por esto una leve sonrisa creció en sus labios con algo de satisfacción mientras que sentía una leve presión en su abdomen, a modo de regaño por parte del alma de su amada. Una fuerte exclamación salió de los labios de Diane y este fue seguido de un grandisimo golpe contra Meliodas, y por ende, contra el terreno. Esto causó que las raíces de aquél árbol algo delgado colapsaran y ella terminara siendo lanzando por el aire. Llevándola a lo que parecía ser una prometedora caída que causo el grito de impresión y preocupación de Elizabeth.

Sus pies aterrizaron sobre el suelo y no tardo en acomodar su atuendo mientras que caminaba en dirección al grupo.

- En fin, - Escuchó que Meliodas decía y una risa escapó de su boca al ver el estado en el que se encontraba. - para detener a Los Caballeros Sacros, Elizabeth viaja con nocotros y juntos buscamos a los Ocho Pecados Capitales.

- Ya somos tres. - Elevó su mano e insito a la princesa a seguir su acción, chocandolas entre si.

- No lo sabía, Capitan. - Usó ese título que Akemi se veía negada a utilizar. - Siempre apresuro así mis conclusiones. - Dijo avergonzada. - Perdón.

- Sí. - Estuvo de acuerdo Akemi dándole un asentimiento conforme ante su reconocimiento.

Aún recordaba todos los reclamos sin sentido que había resivido por parte de la castaña.

- Lamento haberte querido comer cerdito.

Akemi se encaminó hacía el mencionado y con la ayuda de su pie lo elevó de un leve golpe para cargarlo entre sus brazos, sin quejas por parte de este.

- ¿Crees qué con eso es suficiente? - Exclamó molesto y Akemi fingió un puchero comprensivo negando en dirección a la gigante. - ¡Ahora mi estomago esta lleno de frutas que ni me gustan, grosera!

Diane se aproximó hacía Elizabeth y ella con una expresión llena de molestia que movió todo el cuerpo de Hawk. Haciendo que este utilizara a su madre como defensa y tras darle una mirada, Diane posó sus ojos en las dos mujeres frente a ella.

- ¿Así qué no tienes una relación especial con el Capitan, eh? - Miró fijamente a Elizabeth, quién dió un salto en su lugar y Akemi sin mirarla, podía asegurar que se encontraba temblando.

- Ay, no.

- Tú y yo tampoco tenemos una relación de esas... - Intervino el rubio de peinado alborotado y una sonrisa burlona surgió de Akemi al ver como ella lo ignoraba por completo dandole ahora una mirada filoza a la pelinegra.

Akemi sabía que Diane le guardaba un gran respeto, solo tenía que recordarselo.

- ¿Y tú? - Le preguntó con el entrecejo fruncido y Akemi fingió sonrojarse mientras que jugaba con un mechon de cabello.

- Oh, - Se movió dejando a Hawk sobre el suelo y poniendose a un lado de Meliodas. - nosotros... solo tenemos sexo... - Apoyó su mano sobre la cabeza del rubio que no perdió la oportunidad de tocar sus gluteos mientras asentía metiendose en el personaje. - Ya sabes, todo el dia... Todos los dias. - Asintió abanicando su rostro como si estuviera costernada por esto.

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