Capítulo 10

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En el campo principal de fútbol, se encontraba Hiroto Maehara practicando con el balón, cuando Isogai se acercó lentamente, tocando uno de sus hombros para llamar su atención. Hiroto volteó a verlo, frunciendo el ceño en el proceso, pero antes de que pudiera hablar, Isogai comenzó con las palabras.

— Al fin están hablando, esa es una buena señal —.

En las gradas, se encontraban Nakamura, Nagisa, Kanzaki y Karma, que veían con una sonrisa en su rostros la interacción de la antes pareja.

Observaron como ambos chicos se mostraban sus teléfonos, luego intercambiaron palabras, y finalmente lo que más esperaban. Maehara guardó su teléfono, abrazando con fuerza a Isogai, mientras que éste correspondía, ocultando su rostro ruborizado en el abdomen del de cabello anaranjado.

— ¡Uh!, un abrazo, los abrazos son buenos — Nakamura sonrió con entusiasmo, en sus manos su teléfono móvil, con el que grababa la interacción.

Segundos después, sellaron sus palabras con un beso en los labios.

Ambos se tomaron de la mano, y comenzaron a caminar en dirección a los otros, los dos con una sonrisa de alegría en su rostro.

— Ya todo está resuelto, y es justo como Karma dijo — Isogai comenzó — Resulta que Asano fue con él y le dijo que yo lo había citado en una cafetería cerca de aquí, así que él fue y creyó que lo había dejado plantado, también fue Asano quién me mandó los mensajes, y como luego de eso decidí ya no hablar con Maehara, él creyó que dejarlo plantado fue mi manera de terminar nuestra relación — Explicó con simpleza.

— Así que quieres destronar a Gakushū Asano y ser el príncipe del baile de otoño, ¿no? — Maehara se acercó a Karma.

Karma asintió.

— Te diré algo — Comenzó a jugar con un balón — Realmente me gustaría que eso pasara, por supuesto que te ayudaré — Dejó caer el balón al suelo, colocando uno de sus pies sobre el — Lo único que debes hacer, es vencerme en un partido los dos solos —.

— ¿Qué? — Karma lo miró con preocupación.

— El que anote 5 goles, gana, ¿fácil, no? — Sonrió mientras que con su pie levantaba el balón en el aire, y le daba una patada que mandó a volar al balón hasta la portería, dando un gol — Ahora tú —.

Karma pasó saliva.

• | ~ • ~ | •

Nakamura cambió nuevamente los números, ahora indicando 4 – 0.

Karma apoyó su antebrazo en el suelo, la mano de su brazo contraria también la apoyó, luego de una nueva caída que había tenido gracias a que tropezó con el propio balón que anteriormente estaba manejando.

— Vamos, sí quieres ganarte a los atletas, al menos deberías saber dar un gol — Maehara colocó una de sus manos en su cintura, con la sujetaba el balón — ¿Acaso quieres de Gakushū Asano se convierta en el príncipe de otoño?, y te recuerdo, fue él quien te humilló ante toda la escuela — Sonrió con burla — Quizás tenga razón, sería una vergüenza que alguien como tú nos representara —.

— ¿Qué está haciendo? — Nagisa preguntó con preocupación.

— Está provocándole, esa es la manera que usa Hiroto para llevar a las personas a su límite. Cuando habló con Karma, reconoció rápidamente que esté era bastante orgulloso, dañar el orgullo de alguien así, sólo te lleva a dos cosas — Isogai explicó.

— O da lo mejor de sí mismo, o ataca — Nakamura explicó con seriedad — Pero siendo sincera, siento que Hiroto se está confiando demasiado —.

— Karma me dio miedo cuando rompió el bolígrafo — Nagisa murmuró para sí mismo.

— Siempre lo hace... sólo espero que sea la primera opción — Murmuró Isogai.

Karma se levantó con un poco de dificultad del suelo, quitándose la tierra que tenía en su rostro luego de su nueva caída.

— Vamos, demuestrame que no eres un simple perdedor que quiere jugar a ser popular — Hiroto sonrió con burla, jugando con el balón — ¿O lo que dices sólo se queda en palabras que no sirven para nada? —.

Karma gruñó suavemente.

Una nueva partida comenzó, Maehara tomando la delantera como siempre, siendo seguido desde atrás por Karma.

No puedo dejar que lo que me dijo me afecte... incluso sí no soy bueno en esto... — Trató de correr un poco más rápido — ¡Tengo que intentarlo! — Incluso sí le había costado en el primer intento, finalmente había logrado correr a la par que Maehara, ahora ambos luchando por tener devuelta el balón.

El pelirrojo logró conseguir el balón, dándose la vuelta para llevarlo a la portería de Maehara.

• | ~ • ~ | •

El marcador ahora colocaba 4 – 2.

¡Vamos, Karma! ¡Tú puedes hacerlo! — Kunudon lo animaba mentalmente desde las gradas, acompañado de los demás.

En aquel momento, Karma y Maehara estaban a la par, luchando por la dominancia del balón. Ninguno nada un brazo a torcer, cuando por accidente, en un mal movimiento, Karma terminó cayendo al suelo –sus piernas y equilibrio lo traicionaron– y siendo aprovechado por Maehara para dar un nuevo gol.

Nakamura cambió al marcador, ahora indicando 5 – 2.

Karma extendió sus brazos –aún en el suelo– jadeando mientras trataba de recuperarse.

¿En serio... los humanos hacen esto a veces sólo por diversión? — Pensó, tratando de relajarse mientras que los demás se acercaban — Mierda, mierda, mierda... perdí —.

— ¡Se acabó! —.

— Ahm... buen trabajo, Karma — Nagisa sonrió apenado.

— Y bueno, ¿cuál es el plan?, ¿cómo te ayudo a ser el príncipe en lugar de Gakushū Asano? — Maehara preguntó mientras lo ayudaba a levantarse, las piernas de Karma temblaban un poco aún.

Aún no me acostumbro a usarlas — Pensó mientras apoyaba sus manos en sus rodillas, jadeando un poco — Pero... yo... perdí — Dijo finalmente.

— Claro, era obvio, sí yo soy el mejor — Dijo orgulloso — Pero vamos, no iba a ayudar a cualquiera. El príncipe del gran baile de otoño debe de ser alguien al decisión y perseverancia, demostraste que tienes las dos, es todo — Le dió un codeo juguetón a uno de sus costados — Además, debo de admitir que me sorprendiste cuando comenzaste a llevar la delantera por un momento, estoy seguro que si no te hubieras tropezado, hubieras tenido más oportunidad para ganar — Admitió mientras se encogía de hombros.

Karma sonrió ligeramente — Gracias, en serio —.

Los demás comenzaron a festejar, sin darse cuenta que detrás de las gradas, había tres chicos espiándolos.

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