Capítulo 14

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— ¿Todo bien? — Isogai preguntó al momento de que Karma salió del vestidor.

Karma se encogió de hombros — El gran baile de otoño no se hará está noche — Soltó con una mirada de preocupación y tristeza.

— ¿¡Qué!? —.

— Lo tuvieron que posponer porque Gakushū Asano hizo que sus sirvientes arruinaran toda la decoración de Rio Nakamura, pero el baile de otoño tiene que ser está noche — Declaró con seguridad.

Isogai le cubrió la boca a Nakamura antes de que volviera a gritar.

Todos miraron a Karma con duda. El pelirrojo se encogió de hombros, sin saber cómo darse a explicar, cuando Nakamura quitó la mano de Isogai de su boca.

— Vienes de otro mundo y eres príncipe pony. La corona tiene un elemento mágico que activa otros elementos mágicos, que sin ella no funcionarían más, pero los necesitas para proteger tu mundo mágico, y sí no tienes la corona está noche te quedarás en este mundo y no podrás volver en mucho mucho tiempo — Nakamura explicó rápidamente, terminando por sonreír al terminar de hablar.

Karma y Kunudon se quedaron con la boca abierta.

— Sí... estoy seguro que esa no es la razón — Dijo Maehara mientras pasaba su mano por su cabello.

— No, básicamente acertó — Dijo Kunudon.

— ¿¡Puede hablar!? —.

— Así es, y de hecho, del lugar en el que vengo ni siquiera soy una bellota, que sinceramente no sé cómo ser una bellota aquí es normal. En mi mundo soy ¡un feroz dragón que escupe fuego! — Dramatizó.

— ¿Cómo supiste todo eso? — Karma miró a Nakamura con confusión.

— Lo presentí — Respondió sencillamente.

— Espera un momento — Isogai habló finalmente — Haber sí entendí bien. ¿Eres un pony? —.

— ¿Eres un príncipe? —.

— ¿Eres de otro mundo? —.

Karma sonrió con cierta incomodidad al ser nuevamente el centro de atención, asintiendo en silencio, a la espera de lo peor.

— Eso es... ¡asombroso! —.

Todos se acercaron y rodearon a Karma, comenzando a hablar sobre su atuendo, comida, animales, deportes –mencionado por Maehara– y un centenar de cosas más sobre cómo podrían ayudarlo para conseguir la corona y como volver a decorar el gimnasio para que quedara todo listo para el baile.

— ¿Ves? — Kunudon sonrió.

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— No puedo creer que hayan hecho esto —.

Con sorpresa y conmoción, veían todo el desastre en el que se había convertido el gimnasio. Era increíble como sólo tres o dos personas habían hecho tanto caos en tan poco tiempo, y sin que nadie en su momento se diera cuenta.

— Sí tan sólo tuviera un cañón de fiesta podría arreglar todo super rápido — Nakamura se encogió de hombros.

— Sé que parece imposible, pero... — Juntó sus manos, volteando para mirarlos — Tal vez sí trabajamos juntos... —.

— ¡Ese es el espíritu positivo que quiero en el príncipe del baile de otoño! — Isogai exclamó — ¡Hay que hacerlo chicos! — Dijo alegremente.

— Por supuesto —.

— Cuenta conmigo —.

— ¡En acción! —.

— Viva... —.

Tenemos que estar muy unidos

Todos voltearon a ver a Karma, esperando a que pusiera su mano para finalizar. Karma sonrió levemente, colocando su mano sobre las demás, para después levantarlas y así comenzar con la limpieza y decoración.

Sólo así encontraremos la salida,
hay que tomar la decisión,
ven aquí a ayudar de... corazón.

Limpiar... muy bien lo harás,
y todo listo hoy va a estar.
Ayudar, a esa amistad,
así será hasta el final.

Karma estaba batallando para poder mover una mesa, cuando unos chicos del grupo de los atletas que estaban pasando por ahí lo vieron, entrando y ayudándolo a mover la mesa.

Hay que mostrar orgullo escolar,
con tu voz, todos te van a escuchar,
somos muy fuertes es real...

Karma rió suavemente cuando los chicos que lo habían ayudado a mover la mesa, se quedaron con la boca abierta cuando vieron como Isogai pasaba a su lado con total calma, cargando una mesa por sí solo.

Así que vengan todos a cantar.
Miren bien, pues juntos... vamos,
poco a poco, todo ya va mejorando.

Unas chicas que pertenecían a los amantes de la moda que pasaban frente a las puertas del gimnasio, miraron como Nagisa y Kanzaki estaban lanzando serpentinas. Entraron al gimnasio con curiosidad, tomando rollos de serpentina que estaban en el suelo, comenzando a lanzarlos.

Uno de los rollos que no alcanzó a llegar fue atrapado por un chico del grupo de los ecologistas. Las chicas del grupo de los amantes de la moda se acercaron, riendo juntos mientras que usaban las serpentinas como accesorios, una de ellas se colocó una serpentina en la frente, como la banda que el chico traía puesta.

A la vez, los tecnológicos estaban ayudando a los atletas a mover objetos.

Miren bien, pues juntos vamos.
Nuestro esfuerzo vamos a ir dando,
dando, dando, dando.

Uno de los chicos del grupo de los tecnológicos estaba arriba de unas escaleras acomodando las luces el escenario, cuando la escalera comenzó a moverse. Cerró sus ojos con miedo, y cuando volteó a ver cuando sintió que la escalera había dejado de moverse, se dió cuenta que uno de los atletas estaba sujetando dicha escalera.

El atleta le sonrió mientras le mostraba un pulgar arriba, el chico tecnológico sonrió levemente mientras volvía a acomodar las luces.

Limpiar, muy bien lo harás,
y todo listo hoy va a estar,
ayudar, a esa amistad,
así será hasta el final.

Los rockeros ya estaban acomodando los instrumentos en el escenario, y haciendo pruebas de sonido, siendo ayudados por uno de los tecnológicos que estaba en los mandos de sonido.

Karma se encontraba barriendo el escenario sin mirar mucho a dónde se dirigía, cuando por accidente chocó con Sakakibara. Ren le sonrió suavemente, Karma por su lado se ruborizó mientras sujetaba con más fuerza la escoba en su mano.

Limpiar, muy bien lo harás,
y todo listo hoy va a estar,
ayudar, es amistad

Juntos iremos hasta el final.

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