Era de madrugada.
Los caballeros se encontraban haciendo sus rutinas de siempre, vigilando los pasillos del palacio, pero sin notar como alguien abría silenciosamente la puerta, escabulléndose por las sombras que la oscuridad y la poca luz de la luna creaban, pasando desapercibido por aquellos ponys que estaban alerta a cualquier incluso.
Corrió silenciosamente por los pasillos al ver que ya no había nadie, deteniéndose frente a una puerta en especial.
Con su magia se encargó de abrir la puerta, entrando lentamente. En la cama de la habitación se encontraba el nuevo príncipe dormido tranquilamente, su mascota seguramente ya en su quinto sueño.
Con sigilo, se acercó al tocador, su mirada llena de malicia fija en la corona que brillaba bajo la luz de la luna.
Tomó la corona y la reemplazo por una falsa, guando la verdadera en un bolso que traía consigo, y que estaba oculta bajo la capa que tenía puesta, acompañada por una capucha para ocultar su identidad.
Con su misión ya cumplida, procedió a retirarse, sin embargo, en un descuido de su parte, terminó tropezando con la cola del dragón, cayendo al piso y despertando a su vez, al dragón y al príncipe, que en aquel momento, tenía un sueño demasiado ligero.
Karma se levantó de inmediato, mirando como el bolso donde estaba su corona se asomaba.
— ¡M–Mi corona! ¡Tiene mi corona! —.
El pony se apresuró a salir corriendo de la habitación, siendo seguido rápidamente por Kunudon y Karma.
— ¡Alto, ladrón! —.
Los ponys que dormían en sus habitaciones fueron despertados por el escándalo, asomando sus cabezas por los marcos de las puertas para ver lo que ocurría, recibiendo como respuesta por parte del príncipe pelirrojo: "¡Tiene mi corona!". Los ponys fruncieron el ceño al escucharlo, uniéndose a la persecusión.
Karma uso su poder para teletransportarse, sin embargo, con sorpresa observó que aquel pony contaba con el mismo poder que él.
La capa de aquel pony cayó al momento de la teletransportación, dejando ver su verdadera apariencia. Un pony de la misma altura que Karma, de crin de color durazno, su melena de color anaranjado, y sus ojos violeta.
Karma se apresuró a seguir a aquel pony, lanzándose hacía él para poder atraparlo. Ambos rodaron por el suelo hasta chocar con una puerta que se abrió al instante. La corona salió del bolso de aquel unicornio, rebotando por el sueño y por los múltiples espejos que había, y con sorpresa, todos los presentes vieron como la corona atravesaba uno de ellos como sí fuera un portal.
— ¿Qué demonios hiciste con mi corona? — Karma frunció el ceño, había quedado arriba del otro pony al caer.
— Lamento que tuviera que ser así — Aquel pony sonrió con malicia, usando su magia para llegar hasta aquel extraño espejo — Príncipe —.
Ante la atenta mirada de todos, atravesó el cristal.
— ¿Quién... Quién era él? —.
• | ~ • ~ | •
Era una nueva mañana en el Reino Kioto.
En el salón central se encontraban el Rey y los respectivos príncipes, acompañados de los amigos del príncipe más nuevo.
Luego de una larga discusión y de contar la extraña situación que había ocurrido la noche anterior, el rey Koro finalmente reconoció las descripciones que su discípulo le había dado del repentino ladrón.
Un pony que él conocía a la perfección.
— Gakushū Asano fue un ex alumno mío, inició sus estudios conmigo un poco antes que Karma — Comenzó, los demás prestaron atención a sus palabras — Él era un prodigio, bastante ingenioso e inteligente, sin embargo, al no obtener lo que quería con rapidez, se hizo cruel y deshonesto. Traté de ayudarlo, pero entonces decidió abandonar sus estudios y seguir su propio camino, que tristemente lo llevó a robar tu corona —.
La princesa Irina y el príncipe Karasuma miraron con pena al príncipe pelirrojo.
— Reemplazó la de Karma, con esta — Kunudon mostró la corona que Asano había dejado en el tocador.
— Supongo que Gakushū Asano creyó que no notarías enseguida que no era la tuya, y cuando lo hicieras, habría sido tarde para buscar tu corona y el elemento de la armonía — Comentó mientras comenzaba a caminar a la salida del salón.
Karma se apresuró para seguirle el paso.
— Sigo sin entender, ¿a dónde fue? — Cuestionó con confusión.
— Pronto sabrás más de ese lugar de lo que yo sé — Respondió, manteniendo su calma de siempre.
Todos en el lugar salieron de la sala principal del palacio, dirigiéndose a la habitación donde se encontraba aquel extraño espejo, del que todos tenían dudas sobre su procedencia y el poder que tenía.
— Este no es un espejo ordinario, es un portal a otro mundo — Karasuma comenzó a explicar con seriedad — Es un portal que se abre una vez, cada 30 lunas. Siempre estuvo en la sala del trono en el castillo de Tokyo, pero cuando la princesa Irina recibió el imperio de Kioto, se lo envíamos para que lo cuidara —.
— Siempre pensé que Gakushū Asano lo usaría algún día para regresar, para volver a Kioto a buscar mi consejo, obviamente... eso no fue lo que pasó — Koro miró seriamente el espejo.
— Karma, debes de usar el espejo e ir hacia ese otro mundo y recuperar tu corona — Irina mencionó — Sin ella, los otros elementos de la armonía no tienen poder y Equestria se queda sin uno de los medios de defensa más importantes — Dijo con preocupación.
Karma asintió.
— Tu corona no debe de estar en el lugar donde Gakushū Asano vive ahora, y en su poder, tu elemento de la armonía será usado para dañar a los habitantes de ese otro reino — Karasuma mencionó — No van a tener el poder para defenderse — Finalizó con un tono serio y preocupado.
Karma caminó hasta el portal, colocándose frente a él. Koro con su magia, colocó una mochila en la espalda del Pony.
— ¿Entiendes la importancia de tu labor? —.
— Desde luego —.
— Bien. Entonces, debes irte —.
— Esto es esencial, cuando llegue el tercer día el portal se cerrará, y cuando lo haga, pasarán otras 30 lunas antes de que puedas usarlo para regresar — Karasuma avisó.
Aún con la duda que crecía en su interior, asintió a las palabras de apoyo que sus amigos decían detrás de él. Caminó lentamente al portal, primero metiendo uno de sus cascos, bajo su mirada, podría ver cómo lentamente iba desapareciendo.
Finalmente... entró.
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Equestria Friends
Fanfic¿Alguna vez se imaginaron a los personajes de AssClass interpretando la película de MLP: Equestria Girls? Yo tampoco. Más sin embargo, con una Coca-cola y música a alto volumen en la bocina, todo puede ser posible, sólo se necesita demasiado tiempo...