Capítulo 11

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En una cafetería cerca de Tokyo High School...

Karma se encontraba en el mostrador de la cafetería, esperando pacientemente su orden. Sólo un licuado de fresa con crema batida, trozos de fresa sobre la crema batida, y una fresa entera por arriba de la crema. Se le hacía agua a la boca tan sólo ver la decoración.

Luego de sólo comer lo que había en la cafetería de la escuela, necesitaba comer algo más.

— ¿Y podría ponerle un poco de avena extra? —.

— ¿Avena? — La mujer lo miró con extrañeza.

— Ah... olvídelo — Sonrió apenado mientras tomaba el licuado, dándose la vuelta para ir con los demás.

Sin embargo, cuando apenas dio un paso, chocó con alguien más que también estaba haciendo fila, para su suerte, está vez sus reflejos parecieron ser más rápidos y sujetó con fuerza el vaso evitando que se caiga, pero la fresa que estaba arriba de la crema batida no corrió tanta suerte, cayendo del vaso.

No obstante, antes de que la fresa pudiera tocar el piso, fue sujetada por las hojas por aquella persona con la que había chocado.

— ¿Ah? — Su mirada se posó sobre aquel chico.

El mismo que lo había ayudado a levantarse en su primer día en la escuela.

— Tenemos que dejar de estar topándonos así, ¿no crees? — Dijo el chico castaño con una sonrisa divertida.

Karma rió un poco avergonzado, sus manos temblando un poco y casi dejando caer el vaso con su querido licuado al piso, pero para suerte del pelirrojo, el castaño no tardó en notarlo, colocando rápidamente sus manos sobre las suyas para evitar que lo soltara.

Sus miradas se encontraron en ese momento, ambos riendo nerviosamente por la cercanía que ambos habían tomado.

— Bien... creo que esto te pertenece, Fresita — El castaño sonrió mientras dejaba la fresa sobre la crema batida, llamándolo con un apodo algo cursi.

Las mejillas de Karma se pintaron de rojo rápidamente.

— Ah... sí, muchas gracias — Sonrió apenado.

Ambos se quedaron viendo por unos segundos, ninguno sabía qué más decir, y sin embargo, el momento en si no era incómodo, y ambos se sonreían con timidez, incluso cuando ya no sabían que hacer.

— Ahm, bueno... t–tengo que irme — Rió un poco mientras retrocedía, luego finalmente dándose la vuelta para regresar con los demas, que habían visto la interacción.

El castaño lo vio irse con una sonrisa, luego simplemente regresó al mostrador para hacer su pedido.

Karma se sentó en uno de los posabrazos que los sofás de la cafetería tenían, un suave rubor cubrió su rostro, mientras que jugaba tímidamente con un mechón de su cabello, en sus labios la pajilla que tenía el vaso de su licuado, pensando en lo que recientemente había pasado con aquel chico.

No podía negar que aquel chico le llamaba realmente la atención.

Es lindo... —.

— Ni siquiera lo pienses, querido — Dijo Kanzaki al verlo — Tratamos de quitarle la corona a Gakushū Asano. Quién sabe qué haría Asano sí terminas quedándote con su ex novio también, sería una pesadilla —.

— No... no es mi intención... sólo... sólo fue un accidente — Respondió rápidamente, dando un sorbo a su licuado mientras veía a los demás, que también habían volteado a verlo en ese momento — Un momento... ¿ex novio? — Los miró con sorpresa — De todos los chicos que puede haber en la escuela, el más lindo tenía que ser ex novio de ese imbécil —.

— Ren Sakakibara terminó con él hace unas semanas, no puedo creer que no le haya hecho nada horrible aún — Nagisa explicó con un poco de timidez — Él es el líder del equipo de porristas de la escuela, también es conocido como ser uno de los chicos más populares de la escuela, y parte de los rockeros... —.

— Básicamente el príncipe encantador en pocas palabras — Isogai se cruzó de brazos, mientras que Maehara pasaba su brazo por su cintura, acercándolo más a él.

Sakakibara pasó frente a ellos, mirando a Karma con una sonrisa antes de seguir con su camino.

— Tal vez está esperando tener el poder para hacer algo realmente horrible — Karma declaró con algo de inseguridad.

— Bien, chicos — Isogai se levantó — El baile es mañana y aún no sabemos cómo le conseguiremos los votos para ser príncipe — Comenzó a caminar frente a la mesa — Ahora toda la escuela sólo conoce al chico del vídeo que Gakushū Asano puso en internet — Se colocó detrás de Karma, tomándolo de los hombros — Tenemos que hacer que lo vean diferente —.

— Hm... —.

— Hm... yo creo... ¡Lo tengo! — Se levantó de un saltó, la gente en la cafetería volteó a verla. Sonrió apenada mientras aclaraba su garganta — Es decir... tal vez tengo la solución. Esto les puede parecer una idea absurda, ¿qué tal sí todos usamos esto en señal de unidad? — Preguntó con una sonrisa.

Sacó de su bolsa lo que parecían ser unas diademas con orejas de color amarillo, y una cola falsa de color azul con una mecha amarilla.

— En primer año, eran muy populares — Se colocó la diadema y la cola falsa — Así mostraban su espíritu escolar, y decían "¡A ganar potros de Tokyo!" — Tosió un poco — No he vendido ninguno en siglos — Se encogió de hombros.

Se acercó a su mochila y sacó más diademas, entregando una a cada uno de ellos.

— Miren, los 6 somos diferentes, pero en el fondo, todos somos potros de Tokyo. Gakushū Asano fue quien nos dividió, Karma Akabane fue quien nos unió, ¡y se lo haremos saber a todo el mundo! — Le colocó una diadema a Karma — ¿Qué opinan? —.

Los demás intercambiaron miradas, sonriendo mientras asentían.

Por alguna razón, Karma sintió algo extraño dentro de él — ¿Por qué presiento que haré algo aún más vergonzoso de lo que de por sí se muestra en el vídeo que ese idiota subió? — Pensó con preocupación.

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