Capítulo 7: Entrenamiento

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Nos levantamos de la cama muy cansados por el ajetreo que tuvimos el día anterior durante la búsqueda del tercer anillo, pero eso no iba a impedir que volviésemos al hotel y nos pusiésemos a aprender a utilizar el poder de estas joyas.

"Venga chicos, hoy es el día en el que inicia un cambio, por fin podremos usar los anillos como unos buenos guardianes" le susurré a Cass y a Jake mientras abría las cortinas para que entrase un poco de sol en la habitación.

Alaric llamó a la puerta y nos comunicó que estaba preparándonos el desayuno, nos vestimos a nuestro ritmo y fuimos a buscarle. Cuando llegamos al comedor vimos una enorme mesa llena de todo tipo de comida.

"¿Alaric, también has invitado a Dafne a desayunar?" dijo Jake entre risas, sabiendo que no podríamos comernos toda esa comida. "Con lo hambrienta que estaba el otro día seguro que así calmaríamos su hambre"

Alaric sonrió y dijo: "No sabéis lo que un viejo guardián de los anillos puede llegar a comer"

Todos nos reímos ante ese comentario, hasta que un silencio incómodo envolvió la mesa. Alaric nos miró con seriedad y dijo: "Sé que habéis encontrado el libro de los anillos."

Nos asustamos y nos preocupamos por haberla liado. Cassie fue la primera en hablar, con voz temblorosa. "Lo sentimos, Alaric. No queríamos..."

El anciano levantó una mano, interrumpiéndola. "No os preocupéis. Debería haberos mencionado que ese libro existía, al igual de que yo tengo el anillo que os queda. Hicisteis bien en tomarlo. Conociendo su contenido, podréis entender mejor el poder que portáis."

Nos miramos aliviados y preguntándonos como nos pudo ocultar que llevaba ese anillo todo este tiempo. Mientras, Alaric continuaba. "Estoy dispuesto a daros unas clases a todos. Aunque tú seas el único que lleve los anillos, Jonan, quiero que todos sepáis controlar su poder para cualquier inconveniente que pueda surgir."

Así comenzó nuestro entrenamiento. Alaric nos llevó a un descampado en el bosque, un lugar tranquilo y apartado donde podíamos practicar sin ser molestados.

"Vamos a empezar con lo básico," dijo Alaric. "Jonan, céntrate en los anillos."

Lo hice, sintiendo la familiar corriente de energía recorriendo mi cuerpo. Cassie y Jake observaban con atención.

"Cassie, Jake, aunque no llevéis los anillos, podréis sentir su energía si estáis lo suficientemente conectados con Jonan," explicó Alaric. "Quiero que estéis muy concentrados para que cuando practiquéis vosotros, sea en un abrir y cerrar de ojos."

Cassie y Jake se colocaron detrás de Alaric. Cerré los ojos y me concentré en el poder de los anillos. Sentí cómo la energía fluía hacia ellos, creando un vínculo entre nosotros.

"Impresionante," murmuró guardián. "Ahora, Jonan, intenta canalizar el poder del anillo de la luz."

Respiré profundamente y enfoqué mi mente en el anillo. Una luz brillante comenzó a salir de él, iluminándolo todo. Cassie y Jake se dejaron envolver por la luz con unas expresiones llenas de asombro y admiración.

"¡Increíble!" exclamó Cassie. "Puedo sentir la energía fluyendo a través de mí."

Jake sonrió, sus ojos brillando con emoción. "Es como si estuviéramos conectados de una manera completamente nueva."

A medida que continuábamos el entrenamiento, Cassie y Jake comenzaron a sincronizarse cada vez más conmigo. Sus movimientos con los anillos también eran fluidos y naturales, como si los hubiesen llevado todo este tiempo.

Durante una pausa, Cassie y Jake se sentaron juntos en la hierba, riendo y bromeando. "Jake, deberías haber visto tu cara cuando la luz nos envolvió," dijo Cassie, riendo.

"¿Ah sí? Pues tú tampoco te veías muy diferente," respondió Jake con una sonrisa traviesa.

La cercanía entre ellos era evidente. Sus miradas se cruzaban con frecuencia y sus sonrisas eran más cálidas de lo habitual. Estaban empezando a enamorarse discretamente, aunque ninguno de los dos parecía darse cuenta del todo.

"Vamos, chicos, de vuelta al entrenamiento," dije, interrumpiendo su momento. "Todavía tenemos mucho que aprender."

Nos levantamos y continuamos con el entrenamiento. Alaric nos enseñó a canalizar diferentes poderes y a trabajar en equipo para maximizar nuestras habilidades. Nos mostró cómo utilizar los anillos para crear energías extensas con ellos y cómo desviar ataques enemigos.

Finalmente, al atardecer, Alaric nos llevó a un rincón del bosque donde había una mesa de piedra. En ella, descansaba una espada antigua, con un brillo misterioso.

"Jake, esto es para ti," dijo Alaric, entregándole la espada. "En el futuro, comprenderás su verdadero uso."

Jake tomó la espada con una reverencia, como había visto en las películas y las series de televisión, sintiendo su peso y la energía que contenía. "Gracias, Alaric. Prometo usarla sabiamente."

Mientras nos dirigíamos de vuelta a la cabaña, Cassie no pudo contener su curiosidad. "Alaric, en el libro vimos algo sobre unos anillos negros. ¿Qué sabes de ellos?"

Alaric suspiró, su expresión se tornó seria. "Esos anillos pertenecieron a un antiguo guardián que desapareció hace un par de siglos. Era el único guardián que portaba cuatro anillos, todos negros."

"¿Qué les pasó?" preguntó Cassie, intrigada.

"No se sabe con certeza," respondió Alaric. "Ese guardián, conocido como Kharon, fue el más poderoso de su tiempo. Pero un día, desapareció sin dejar rastro. Sus anillos se perdieron con él. Desde entonces, nadie ha sabido de su paradero."

Estaba anocheciendo y decidimos volver al hotel para leer el libro. Alaric apareció para despedirse de nosotros y nos comentó que el libro solo podía leerlo el portador de los anillos, pero que si conseguimos conectarnos con su energía como hicimos en el bosque todos seríamos capaces de leerlo. Se trataba de una medida de seguridad que tomaron los antiguos guardianes para que la sombra roja no pudiese leerlo.

"Jonan, acércate" me dijo mientras se quitaba su anillo.

"Alaric pero es tuyo deberías de..."

"¡No!" Exclamó Alaric mientras me colocaba el anillo. "Confío en ti Jonan, yo ya soy mayor, no lo necesito, os he entrenado y el anillo ha reaccionado con tu poder, creo que eres más que digno de poseerlo." hizo una pausa y me miró fijamente a los ojos "Tu destino será proteger a tus amigos con ellos, no me defraudes" decía mientras nos cerraba la puerta de su cabaña.

Cada vez los días iban siendo más duros, pero sentíamos que progresivamente teníamos más poder, y veíamos más cerca la posibilidad de derrotar a todos los codiciosos de la sombra roja.

EL BOSQUE DE MYSTVALEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora