EL BOSQUE DE MYSTVALE

Capítulo 48: El consejo magico

Lumin terminó de explicarnos su historia, cómo, al abandonarnos, en realidad había encontrado la manera de ayudarnos a luchar contra la Sombra Roja desde dentro. Cada palabra suya disipaba un poco más la sombra que había cubierto nuestros corazones. Aunque el dolor seguía presente, la comprensión trajo consigo una sensación de alivio. Lumin había sido nuestro aliado todo el tiempo, sacrificándose en silencio por nosotros.

Tras el alivio de conocer la realidad, nos dirigimos a la casa de Ingrid, la abuela de Cass, para recoger nuestras últimas pertenencias y, en cierto sentido, dar por terminada esta parte de nuestra historia. La caminata a través del bosque, que antes se sentía siniestra y llena de peligros, ahora parecía tranquila, casi acogedora. La naturaleza, libre de la influencia oscura de la Sombra Roja, comenzaba a regenerarse, y la luz del sol se filtraba cálidamente a través de las hojas.

Al acercarnos a la casa de Ingrid, notamos algo inusual. Dos figuras estaban estáticas en la puerta, como si estuvieran esperando a alguien. A medida que nos acercábamos, reconocimos a Connor y a la Bruja Suprema; tenían una expresión seria como si quisieran hablar con nosotros.

Cuando llegamos, Connor fue el primero en acercarse. Su expresión era seria, pero cuando habló, su voz reflejaba un respeto genuino.

"Estamos aquí para agradeceros" dijo, mirándonos a cada uno de nosotros. "La valentía que ha salvado Eternal de una oscuridad que podría haberla consumido por completo. Sin vosotros, no estaríamos aquí hoy."

La Bruja Suprema corroboró su afirmación, dando un paso adelante. Su rostro, normalmente severo y lleno de poderío, mostraba un arrepentimiento profundo.

"Os debo una disculpa," dijo, cargada de emoción. "Desconfié de vosotros, os juzgué erróneamente y no ofrecí mi ayuda cuando más la necesitabais. Lo siento profundamente. Ahora veo que estaba equivocada. Me habéis demostrado que el verdadero poder reside en la unión y en la confianza mutua."

Sentí la sinceridad en sus palabras, pero también la angustia de pensar lo que podría haber sucedido si no hubiésemos seguido adelante a pesar de la falta de apoyo. "Bruja Suprema" dije, escogiendo mis palabras con cuidado "Entiendo por qué dudaste, sabias que era difícil enfrentarse a la sombra roja y no querías poner en peligro a las demás brujas." hice una pausa para darle una leve sonrisa "La amenaza de la Sombra Roja era real y peligrosa, pero la lección más grande que hemos aprendido en este camino es que incluso en la oscuridad más profunda, la luz puede encontrarse en los lugares más inesperados. Es importante que todos en Eternal entiendan eso, para que nunca más enfrentemos esta clase de peligro solos."

La bruja se quedó sin palabras, pero después de varios segundos habló. "Tienes razón, Jonan. Fui estúpida pensando que unidos no lograríamos nada, pero gracias a vosotros esto va a ser una lección que nunca olvidaré."

Connor, retomando la conversación, no se quedó atrás:

"Hemos estado pensando en cómo evitar que algo así vuelva a ocurrir. La Bruja Suprema y yo hemos discutido la idea de formar un Consejo de Magia, una asamblea donde cada líder de las diferentes especies mágicas pueda participar y ayudar a proteger Eternal de futuras amenazas. Creemos que es la mejor manera de mantener la paz y la seguridad en nuestro mundo."

Sus palabras tuvieron un gran efecto en mí. La idea de un Consejo de Magia no solo era lógica, sino también necesaria para evitar que el caos se extendiera nuevamente por Eternal. Sentí que esa propuesta no solo cumplía el deseo de Liam de que Eternal fuera un lugar seguro, sino que también honraba su sacrificio.

Di un paso al frente agarrando las manos de Connor con admiración. "Me parece una idea maravillosa," dije, con la voz firme. " Eternal necesita estar preparado ante cualquier amenaza futura. Sin embargo, para que este consejo funcione, es esencial que todos los seres mágicos sean incluidos, que cada líder de su especie participe. La unidad será nuestra mayor fuerza."

Connor asintió, mientras una sonrisa se asomaba en sus labios. "Lo haremos," prometió. "Empezaremos hoy mismo. Eternal tiene un nuevo futuro por delante, y todos tenemos un papel que desempeñar."

Sentí una oleada de gratitud hacia Connor y la Bruja Suprema. No solo por su iniciativa, sino por reconocer la necesidad de un cambio profundo en cómo se gestionaba el poder en Eternal. Por primera vez en mucho tiempo, sentí que estábamos en el camino correcto.

La Bruja Suprema, más tranquila ahora, nos miró con un renovado respeto. "Gracias, Jonan, y a todos vosotros. Habéis mostrado un liderazgo digno de admirar. Este consejo no podría existir sin vuestra inspiración. Y espero Jonan, que consideres unirte a él como el líder de los guardianes. Eternal necesita líderes que comprendan la importancia de la unidad."

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Nos despedimos de Connor y la Bruja Suprema con la sensación de que algo grande estaba por comenzar. Mientras se alejaban, la certeza de que habíamos iniciado un cambio fundamental en Eternal se notaba en mi corazón. Habíamos derrotado a la Sombra Roja, pero más allá de eso, habíamos plantado las semillas para un futuro en el que todos los seres mágicos pudieran trabajar juntos, protegiendo lo que más valorábamos.

Al entrar en la casa de Ingrid, sentíamos que todo lo que habíamos hecho había sido totalmente necesario para derrotar el mal: los entrenamientos, la segunda parte del libro de los guardianes, y... sobre todo, la desaparición de Lumin, sin ella no habríamos encontrado a tiempo a la sombra roja y ahora, finalmente, podíamos mirar hacia adelante con esperanza. Eternal estaba a salvo, y con el Consejo de Magia, permanecerá así para siempre.

Cassie recogió una caja de viejos recuerdos que habían quedado en la casa, una especie de último adiós a una vida que ahora parecía lejana. Mientras nos preparábamos para marchar a casa, me di cuenta de que, a pesar de todo, no estábamos solos. Habíamos ganado una familia, un propósito, y la certeza de que, juntos, podíamos enfrentar cualquier cosa.