Capítulo 47: Despedidas

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Nos quedamos en silencio, observando cómo la energía mágica del lugar se calmaba finalmente, señalando el fin de una era y el comienzo de otra. Alaric se acercó a nosotros con una expresión de serenidad que no había mostrado en mucho tiempo. Sus ojos reflejaban el cansancio, pero también una paz interior que solo alguien que ha cumplido su propósito podría sentir.

"Es hora de que me retire" dijo Alaric con una voz suave pero firme. "Después de todo lo que hemos vivido, he decidido que voy a llevar una vida más tranquila en el Valle de los Guardianes. Es un lugar donde los antiguos protectores de Eternal siempre hemos vivido en paz, y al haberme criado allí no hay mejor sitio para recuperarme de las heridas."

Nos miró a cada uno de nosotros, como si quisiera grabar nuestros rostros en su memoria antes de partir. "Me llevaré a Greta conmigo. A pesar de su traición creo que tiene un gran potencial, y en el valle podrá aprender nuevas habilidades mágicas que le ayudarán a tener una vida más fácil. Además, el valle necesita de jóvenes con su energía y entusiasmo."

"Antes de marcharme" continuó Alaric, sacando un pergamino antiguo de su túnica, "Quiero dejaros esto en vuestro poder."

Me entregó un pergamino, un antiguo mapa que parecía haber sido trazado siglos atrás, con rutas y símbolos que ninguno de nosotros reconocía:

"Este mapa puede contener más secretos sobre Eternal, secretos que quizás un día necesitéis descubrir, en la biblioteca mágica de la ciudad hay un montón de libros que contienen la información necesaria para descubrirlo todo. Os advierto de que mis hermanos siempre decían que cuando un mal es destruido , un nuevo mal surgirá desde las profundidades del planeta. No olvidéis eso."

Jake, que había estado en silencio todo el tiempo, se adelantó para abrazar a su padre. Había una tristeza silenciosa en su gesto, pero también un entendimiento mutuo de que este no era un adiós para siempre.

"Ven a visitarme al valle de vez en cuando, Jake" dijo Alaric con una sonrisa melancólica, su voz apenas un susurro. "Siempre estaré ahí para ti, a pesar de todo el tiempo que hemos pasado separados."

"Lo haré, papá," respondió Jake con las lágrimas deslizándose por sus mejillas.

Con un último vistazo, Alaric y Greta se despidieron de todos nosotros y desaparecieron entre los árboles, sus figuras se desvanecían lentamente en el horizonte hasta que solo quedó el susurro del viento entre las hojas. Sabíamos que era lo mejor, pero eso no hacía más fácil la despedida.

Nos acercamos a Dafne, que había estado hablando en voz baja con sus padres mientras nos despedíamos del viejo mandón. Al parecer ellos también habían tomado una decisión difícil.

"Hemos decidido mudarnos a una aldea cercana a Eternal," explicó Dafne con los ojos llenos de lágrimas. "La ciudad nos trae demasiados recuerdos de Liam... Nos rompe el corazón estar aquí, asique no nos queda más remedio que irnos una temporada. No sabremos si volveremos, pero quiero que sepáis que estaremos muy bien allí."

"Os comprendo" respondí, lleno de empatía. "Es importante que encontréis un lugar donde podáis sanar, y olvidar todo el mal que os había estado cegando durante tantos años."

Nos acercamos para abrazarla uno a uno, compartiendo un momento de consuelo mutuo. Antes de separarnos, decidimos intercambiar nuestras redes sociales, para mantenernos conectados, aunque nuestras vidas tomaran caminos diferentes.

"Esto no es un adiós" le dije a Dafne mientras la abrazaba. "Seguiremos en contacto, siempre."

"Gracias," susurró ella, con la voz quebrada por la emoción. "Por todo en serio, no os olvidaré."

Finalmente, nos despedimos de ella y de sus padres, viendo cómo se alejaban, llevándose consigo los recuerdos y el dolor, pero también la esperanza de una nueva vida.

Con nuestras tareas casi completas, acompañamos a Abby a su casa. Sabíamos que su familia seguía pensando que había desaparecido, y era hora de llevarla de vuelta con ellos. En el camino, Abby y Cass se quedaron un poco atrás, manteniendo una conversación que claramente ambas necesitaban.

"Lo siento mucho, Cassie" dijo Abby arrepentida. "Por quedarme junto a Dafne y luchar contra vosotros en esa batalla... sentía que el mal me controlaba, y a pesar de nuestra amistad, era imposible luchar contra ello, pero, aun así, debí haber sido más fuerte."

Cassie se detuvo, girándose hacia Abby, y en lugar de reproches, la envolvió en un abrazo enorme. "No importa lo que pasó," le dijo con una voz suave pero firme. "Se que es difícil luchar contra la ceguera que causa el mal, si hubieses querido alejarte de mí no te estarías disculpando conmigo. Así que quiero que sepas que no me separaré de ti, Abby. Eres una gran amiga, y lo que importa es que estás aquí, conmigo y ahora."

Abby lloró en sus hombros, liberando toda la culpa y el dolor que había acumulado. Sabía que el camino hacia la curación sería largo, pero con Cassie a su lado, tendría la fuerza para seguir adelante.

Cuando finalmente llegamos a la casa de Abby, su familia salió corriendo a recibirla, sus rostros mostraban un gran alivio y las lágrimas no se dejaban contener. Se reunieron en un abrazo apretado, su madre lloraba abiertamente mientras su padre la abrazaba con fuerza, como si temiera perderla de nuevo.

Mientras nos alejábamos, dejando que la familia tuviera su momento de intimidad, sentí una mezcla de tristeza y alivio. Habíamos enfrentado la oscuridad, habíamos perdido seres queridos y habíamos ganado batallas, pero ahora, finalmente, podíamos volver a nuestro día a día.

Lumin, sin embargo, estaba decidido en irse a vivir con Cass. "Creo que debo quedarme contigo, Cass" dijo Lumin. "Fui el ayudante de Kharon, tu antepasado, y creo que ahora es mi deber ayudarte a ti, a guiarte con el libro de los guardianes como lo hice con él."

Cass pensó que era buena idea, pero parecía seguir preocupada por sus extraños lazos con la sombra roja. No pude contener las dudas que se habían ido acumulando desde que descubrimos su aparente traición. Mi corazón estaba lleno de incertidumbre, así que decidí preguntarle directamente.

"Lumin" dije, con la cabeza llena de dudas "¿Por qué te fuiste con la Sombra Roja? Nos preocupaste... y nos heriste, teníamos una unión muy fuerte contigo."

Lumin me miró con una tristeza profunda reflejada en sus ojos. "Sé que fue difícil entender mis acciones, Jonan, pero cuando entraron en casa y me amenazaron con mataros supe que tenía que ayudar desde dentro. Hablar con Liam fue parte de mi plan, para que él se diera cuenta de que no estaba haciendo el bien, que estaba siguiendo un camino que lo llevaría a su destrucción."

"¿Por eso se dejó atrapar cuando nos atacó?" pregunté, recordando ese momento en la ermita. Mi voz temblaba ligeramente al pensar en todo lo que había pasado Liam y su sacrificio.

Lumin asintió. "Exactamente. Le hice ver que su amor por ti era real, que no debía ignorar sus sentimientos ni seguir ciegamente los mandatos de Pletnius. Cuando se dejó atrapar yo no podía quedarme con vosotros. Tenía que fingir que la Sombra Roja podía controlarme, que yo también estaba bajo su dominio... Pero la verdad es que Pletnius y Coral no sabían que los animales mágicos como yo no pueden ser controlados con magia. Ese fue mi secreto, mi protección, y la razón por la que pude ayudar desde las sombras."

EL BOSQUE DE MYSTVALEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora