Capítulo 8: Las verdaderas vacaciones

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Esa noche, mientras volvíamos al hotel, recordé que la siguiente mañana sería el último día que estaríamos en Starfall. Me entristeció tanto que todo esto de los anillos y los codiciosos de la Sombra Roja nos hubiera arruinado las vacaciones. Solo quería pasar una semana tranquila con mis amigos en esta hermosa ciudad.

"¿Chicos, no os parece que todo esto nos ha tenido muy preocupados y no hemos disfrutado nuestras vacaciones?" dije, arrepintiéndome de haber cogido aquel dichoso anillo de la cafetería.

"Si la verdad, pero ¿quién nos diría a nosotros que íbamos a vivir esta aventura?" respondió Cass super contenta por haber vivido todo junto a nosotros.

"Yo, si tuviese que elegir entre volver a venir o quedarme en casa, hubiese vuelto a venir con vosotros a este viaje, chicos," dijo Jake, sorprendentemente emocionado.

"¡Vaya sorpresa chicos!" dije entre risas "Yo pensaba que esto os estaba arruinado el viaje, y encima por mi culpa..."

"Bueno, todavía nos queda el día de mañana, ¿no? Ya hemos aprendido a usar los anillos. Podemos darnos un día de descanso y hacer turismo por la ciudad. ¿Qué os parece?" propuso Cassie.

La idea de un día de turismo sin preocupaciones nos animó a todos. Decidimos que exploraríamos los monumentos históricos de Starfall y aprovecharíamos al máximo nuestro último día allí.

A la mañana siguiente, nos despertamos con la luz del sol entrando por la ventana y el aroma del desayuno que nos volvía a traer el camarero del hotel. Desayunamos rápidamente, emocionados por nuestro día de turismo, y salimos del hotel con una energía renovada.

Primero, visitamos la Catedral de los Cielos, una majestuosa construcción gótica en el centro de Starfall. Sus torres se alzaban hacia el cielo, y las vidrieras brillaban con los colores del arcoíris bajo la luz del sol. Caminamos por los pasillos de la catedral, admirando las esculturas y los cuadros antiguos que contaban la historia de la ciudad.

Mientras paseábamos por la catedral, Cassie y Jake no pudieron evitar sus bromas y miradas cómplices. "Mira, Jake, esta estatua tiene tu misma pose cuando intentas impresionar a alguien," dijo Cassie, riendo.

"Y tú tienes la misma expresión que esa gárgola cuando te asustas," respondió Jake, devolviéndole la broma.

Sus risas llenaron el ambiente, y yo no pude evitar sonreír al verlos tan felices juntos. Decidí darles un poco de espacio y me dirigí a la heladería que habíamos visto al pasar.

Al entrar, el dulce aroma del helado me envolvió, y mientras esperaba mi turno, vi a un chico muy guapo, moreno, con ojos azules, observándome desde el mostrador.

"Hola," dijo con una sonrisa encantadora. "¿Primera vez en Starfall?"

"Sí," respondí, un poco nervioso. "Estoy de visita, hoy es mi último día aquí y lo quiero aprovechar al máximo."

"Vaya, que pronto... Bueno, yo soy Liam," dijo, extendiendo su mano. "Si necesitas alguna recomendación sobre lugares que visitar, estaré encantado de ayudarte."

Agradecí su oferta y, después de pedir mi helado, charlamos un rato sobre los mejores lugares para visitar en la ciudad. Su amabilidad y su sonrisa me hicieron sentir muy cómodo, parecía que nos conociesemos de toda la vida, y antes de irme, decidí atreverme y pedirle el Instagram.

Reencontrándome con Cassie y Jake, quienes todavía bromeaban y se reían, continuamos nuestro recorrido. Visitamos la Plaza del Reloj, donde un gigantesco reloj antiguo llevaba marcando el paso del tiempo durante varios siglos; y el Jardín de los Susurros, un hermoso parque lleno de flores exóticas y senderos rosados donde se decía que, si susurrabas tu amor por alguien, ese amor te sería correspondido.

Durante nuestras visitas, no pude evitar la sensación de que alguien nos observaba. Miré a mi alrededor varias veces, pero nunca percibí a nadie sospechoso. No quería contárselo a Jake y a Cass, porque como estaba siendo un día perfecto, no quería estropearlo con mis paranoias sobre el anillo. Atribuí esa sensación a mi imaginación, pero no pude obviarla del todo.

Al caer la noche, volvimos al hotel, agotados pero felices. Decidimos poner una alarma para no perder el tren a Mystvale al día siguiente. Antes de dormir, recordé el encuentro con Liam y sonreí, pensando en cómo este último día había sido una mezcla perfecta de aventuras y descubrimientos personales.

Cassie y Jake se durmieron muy rápido; yo, por otra parte, estaba muy nervioso esperando que Liam me aceptara la solicitud de instagram.

Al haber pasado un rato y ver que no me aceptaba, apagué el móvil y me tumbé en la cama un poco triste, sin poder quitarme de la cabeza que quizás no le gustaban las personas como yo, y que todo había sido una confusión.

Al final de tanto pensar, de dar vueltas en la cama y ver la pequeña luz que reflejaban mis cuatro anillos, mis ojos comenzaron a cerrarse y por fin conseguí dormirme.

EL BOSQUE DE MYSTVALEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora