𝐒𝐇𝐀𝐃𝐄𝐒 𝐎𝐅 𝐂𝐎𝐎𝐋 ──── 𝐉𝐎𝐇𝐍 𝐌𝐔𝐑𝐏𝐇𝐘

19 | REAPERS

MIENTRAS BELLAMY Y ARIANNE CAMINABAN hacia Monte Weather, el ambiente se cargaba con la tensión del reciente pasado. El bosque circundante parecía susurrar con la brisa fresca de la mañana, y los rayos del sol filtrados entre las ramas añadían un toque de serenidad al paisaje. Lincoln, unos pasos adelante, los guiaba intentando demostrar confianza aunque tenía una mirada alerta siempre alrededor.

Arianne caminaba en silencio, con los pensamientos enredados en los recuerdos de Finn y en lo que les esperaba por delante. Bellamy, a su lado, mantenía la vista fija en el camino, su mandíbula apretada como si estuviera luchando contra un dilema interno. Cada tanto, intercambiaban miradas fugaces que contenían más palabras no dichas que las pronunciadas en voz alta.

Lincoln rompía el silencio ocasionalmente con observaciones sobre el terreno o indicaciones sobre el camino a seguir, siempre en un tono serio y directo. No había espacio para frivolidades en su mundo; cada paso podía significar la diferencia entre la vida y la muerte de sus amigos.

Arianne se hizo para atrás al ver cómo Lincoln lograba clavarle su lanza a un ciervo, para luego acercarse a él junto a ambos chicos.

--Que asco--murmuró Arianne antes de dar una arcada al ver cómo con un chuchillo abría el estómago del animal.

Luego llenó sus dedos de sangre y los pasó por su cara y cuello. Bellamy tomó la mano de la chica mientras se agachaba, obligándola a hacer lo mismo.

--De acuerdo--Arianne contuvo la respiración mientras veía al hombre tomando más sangre en sus manos--. Así que llegaremos hasta la puerta de entrada sin que ninguno de los destripadores nos vean. ¿Y qué pasa después?

--Yo mato a todos y ustedes se escabullen dentro--respondió Lincoln ahora llenando su ropa de sangre--. Piedra caliza.

Bellamy le pasó una bolsita, en la que Lincoln metió los dedos para pasársela por la cara, trazando líneas blancas.

--Vámonos. Tenemos mucho terreno que cubrir antes de que anochezca.

--Oye. Necesitamos saber qué pasa luego de la puerta de entrada--insistió Bellamy tomando la mano de la chica para que no se quedara atrás.

--Te quitarán la ropa, te rocían con agua hirviendo y te mojan con algo que quema aún peor--Arianne volteó su cabeza para ver a Bellamy, preocupada--. Desde ahí, todo listo. Los demás fueron marcados como cosecha, seguro a ella la marcarán ahí--señaló a Arianne--. Yo fui marcado como Cerberus, convertido en un destripador.

--Cerberus, el perro guardián de tres cabezas del inframundo--ambos lo miraron, Lincoln sin saber de qué hablaba y Arianne intentando recordar dónde había leído eso--. Mi mamá nos leía sobre mitología todo el tiempo. A Octavia le encantaba.

La pelirroja bajó la mirada hacia su mano aún unida con la de Bellamy agradeciéndole en silencio que no dejara que se quedara detrás de ambos, aunque se sintió un mal tercio por unos segundos.

--Eres bueno para ella. La hiciste más fuerte.

--Ella ya era fuerte--respondió Lincoln adelantándose un poco más sin voltear a verlo.

--Oye. Tengo que preguntarte algo--el terrestre se detuvo para mirar a Bellamy al igual que Arianne--. Protegiste a mi hermana incluso antes de conocerla. ¿Por qué?

Arianne pasó su mirada a Lincoln, sintiendo eso como el inicio de una conversación que podría distraerla de lo que se aproximaba.

--Cuando era niño--inició él, volviendo a acercarse y tomando aire--, vi una nave caer desde el cielo, como la de Raven. El hombre dentro de ella estaba herido, su cuerpo destrozado. No pude sacarlo.