𝐒𝐇𝐀𝐃𝐄𝐒 𝐎𝐅 𝐂𝐎𝐎𝐋 ──── 𝐉𝐎𝐇𝐍 𝐌𝐔𝐑𝐏𝐇𝐘

12 | AFTER THE DISASTER

ARIANNE ABRIÓ SUS OJOS CON PESADEZ, sentía que le palpitaba la cabeza y todo daba vueltas. Miró a su izquierda y pudo notar que estaba en una cueva, sus manos estaban atadas y había un trapo en su boca.

--Buenos días, bonita--escuchó a su derecha. Murphy se encontraba de pie allí, mirándola con una sonrisa, también con las manos atadas.

La chica intentó retroceder al ver que él se acercaba pero chocó con la pared. Murphy se agachó frente a ella, quitando el trapo de su boca.

--¿Por qué te alejas? No te haré daño--le dijo el chico mientras pasaba la mano por su mejilla con delicadeza hasta que ella movió su cabeza bruscamente.

Se levantó, intentando pasar por el lado del chico, pero él agarró su brazo como pudo.

--El terrestre que nos tiene aquí acaba de salir, ¿por qué no esperas a que esté lejos?

La chica sacudió su brazo y se sentó nuevamente donde estaba, volteando su cara para no mirar a Murphy.

--¿No me hablarás?--preguntó el chico, sentándose a su lado--. Yo tampoco lo haría.

--Entonces quédate callado--espetó, aún sin mirarlo.

--Hice que me hablaras.

Se giró hacia Arianne. Estaba sentada con las rodillas recogidas ante sí, jugueteando con sus manos.

--Entiendo que no quieras perdonarme.

Arianne levantó la vista de golpe, un poco sobresaltada. De repente, se hizo la luz en sus ojos y asintió despacio.

--Siento todo lo que te hice--se disculpó Murphy, mirando a la salida de la cueva.

Arianne negó con un gesto de la cabeza.

--No importa ahora.

--No. No debía--suspiró cuando intentó tomar la mano de Arianne pero ella la apartó--. Y yo no merezco que me perdones.

--John--dijo ella, y el tono de su voz lo obligó a mirarla a los ojos--. Al final, todos hemos hecho cosas de las que nos arrepentimos y hemos dañado a otras personas...

Frunciendo el ceño, Arianne dejó la frase en suspenso, mientras Murphy solo quería que siguiera hablándole.

--Ya lo sé, pero...

--Ahora necesito que te calles--le ordenó ella, y se acercó más, chocando hombro con hombro y luego apoyando su cabeza.

Murphy tiró su cabeza hacia atrás. Dejó un beso en la frente de la chica, dejando en su garganta atorado todo aquello que, por incapacidad o tozudez, se sentía incapaz de decir.

Se mantuvieron en silencio, uno cómodo. Pero para Murphy no bastaba. Necesitaba el perdón de la chica. Se acomodó y tomó la cara de Arianne con las dos manos. Pero antes de que él pudiera decir algo, ella lo hizo.

--Te perdono--le susurró mirándolo a los ojos, que brillaban con el reflejo de la luz que apenas entraba y algo más.

Murphy se acercó más, con cuidado, pasando su mirada de los labios a los ojos, y cuando notó que ella no pensaba alejarse la besó.

Arianne se desplazó hasta casi encaramarse a su regazo y él intentó agarrarla lo mejor que pudo para que no perdiera el equilibrio.

Murphy quería expresar lo que se guardaba. Le mordió con suavidad el labio inferior. Lo siento. Deslizo la boca por su mentón. Me he portado como un idiota. La besó en el hueco de la clavícula. Te deseo.