ARIANNE SE ACERCÓ A BELLAMY, QUE conversaba con Murphy y otro muchacho en un costado de la nave, el chico había escrito un aviso de muerte hacia Wells, pero lo había escrito mal.--No eres guardia, ¿verdad?--preguntó mirando la vestimenta de él.
--No, los que en realidad lo son, bajarán pronto... a menos que lo evitemos--mencionó, llamando la atención de los tres, aunque no era exactamente lo que Arianne quería--. No me digan que en serio creen que les perdonarán los crímenes. Aunque lo hagan, ¿qué pasará después? ¿Tendremos una pared con nuestra fotos diciendo "ciudadanos del año"? Con mucha suerte nos dejarán recoger su basura.
--¿Y qué propones?--preguntó Murphy con interés.
--Nada, solo digo... ¿por qué los ayudan si los mandaron aquí a morir como ratas de laboratorio?
--Bueno, no hemos muerto aún--dijo Arianne, mirándolo con duda.
--Dijiste que podrías detenerlos, ¿cómo?
--Esas pulseras les dicen si es seguro venir aquí, quítenselas. En el Arca creerán que murieron, no será seguro seguirnos.
La chica miró su muñeca. En realidad no quería ayudar al Canciller que la había encerrado y que la mandaría a morir pero tampoco quería olvidar que habían familias inocentes allí que, al igual que todos, querían volver a pisar la Tierra.
--¿Qué habrá para nosotros si lo hacemos?--preguntó Murphy, considerando la idea.
--Alguien tiene que ayudarme a dirigir al resto--contestó Bellamy alejándose.
--No lo estarás pensando en serio, ¿verdad?--le dijo Arianne a Murphy al notar que miraba su muñeca.
--¿Por qué no? ¿Para qué querríamos que nos sigan? ¿Para que vuelvan a encerrarnos?--habló el muchacho que aún no conocía.
--No solo ellos, también médicos, agricultores, niños, no todos son culpables de nuestros encierros.
--Pueden irse a flotar todos ellos--contestó Murphy--. ¿Te preocupa la gente que no te ayudó, cerezita?
--Estarías dejando morir a personas que quieren lo mismo que tú, estar aquí--suspiró y luego señaló lo que él había escrito en la nave--. Aprende a escribir antes de ponerte a decidir sobre la vida de los demás.
Se dio la vuelta y caminó hacia una parte del bosque, no tan alejada de la nave, donde no habían muchos muchachos, queriendo estar sola al menos para no escuchar tonterías pero pronto escuchó pasos y Murphy se sentó a su lado.
--¿Te sentirías culpable si todos ellos mueren por quitarte una pulsera?--la empujó suavemente, molestándola, pero ella no volteó a verlo ni a hablarle--. Si te hago enojar más tu cara se pondrá roja también.
--¿No tienes algo más que decir además de estupideces y mi cabello?--se volteó cansada, no sabía cómo pero este chico causaba que quisiera arrancarse las orejas para no escucharlo.
--Podría hablar de tus ojos.
--Preferiría que no me hablaras, a menos que sea para decirme que no te quitarás esa pulsera.
--No haré eso--le sonrió de lado y se levantó, extendiendo su mano hacia ella--. ¿Por qué no vienes a dar un paseo conmigo? Perdernos juntos no suena mal, ¿no?
La chica miró su mano por unos segundos antes de negar con la cabeza, intentando ocultar una sonrisa ante la descabellada propuesta.
--Es la peor idea que escuché. Puedes ir a perderte solo.

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𝐒𝐇𝐀𝐃𝐄𝐒 𝐎𝐅 𝐂𝐎𝐎𝐋 ──── 𝐉𝐎𝐇𝐍 𝐌𝐔𝐑𝐏𝐇𝐘
Fanfiction𝙵𝚎𝚊𝚛 | ❝𝙰 𝙻𝙰 𝙻𝚄𝙽𝙰 𝙻𝙴 𝙿𝚁𝙴𝙶𝚄𝙽𝚃𝙾 𝚂𝙸 𝙴𝚂𝚃𝙰́𝚂 𝙱𝙸𝙴𝙽 𝙲𝚄𝙰𝙽𝙳𝙾 𝙽𝙾 𝙴𝚂𝚃𝙾𝚈❞