Silvia: Entonces me dirás, porque es que venias tomada y justo con Lucero?
Fabiola: sabias que iba a verme con ella Sil, que te sorprende.
Silvia: si, lo que no sabia era que ibas a venir tan borracha que casi te tienen que cargar
Fabiola: y tu como sabes eso?- dijo encarnando una ceja.
Silvia: porque, cuando venia entrando las vi, la vi batallando contigo para que pudieras caminar.
Fabiola: ayer después del concierto que dio, nos fuimos a tomar algo y hablando del amor se me pasaron las copas.
Silvia: como que hablando del amor?, cual amor?, no me digas que tu y Lucero- por favor Dios mío porque pones estos pensamientos en mi cabeza
Fabiola: como se te ocurre boba- dijo riendo mientras caminaba a la sala con su café en mano.
Silvia: me asustaste, cual amor, de que hablas?- dije sentándome a su lado y dándole cariños en la cabeza.
Fabiola: Me gusta alguien, per se que te vas a burlar entonces no te diré quien es.
Silvia: te prometo que no me voy a burlar, pero dime, quien te gusta, quien se esta robando ese corazoncito y porque primero sabe Lucero que yo?
Fabiola: conste que lo prometiste, ella sabe primero porque es la responsable- dijo riendo como recordando algo.
Silvia: Cuenta pues, me tienes en ascuas.
Fabiola: Me gusta Chantal, la mejor amiga de Lucero.
Silvia: pero como?, como es posible?, ustedes dos no se llevan o si?, además ella es felizmente casada, con hijos- dije casi levantándome del sofá.
Fabiola: no nos hablamos, hemos cruzado solo palabra de vez en cuando, pero es que hay algo más.
Silvia: que sucede, cuenta
Fabiola: un día fui a su casa por algo, y la encontré desnuda, después de eso tuvimos un discusión horrible, luego me la tope en aquellos premios a los que no me acompañaste por estar metida entre las piernas de tu española, compartimos mesa sin planearlo, su madre es super interesante y me a invitado varias veces al club que frecuentas, e ido y poco a poco me e ido acercando a ella, pero no demasiado, parece que me tuviera rabia, ayer bebimos demasiado y llegamos al tema, y adivina?
Silvia: que?, deja la intriga, como es que hiciste tantas cosas y no me contaste?
Fabiola: porque andabas como de Luna de Miel, con doña perfecta- ambas reímos, desde que una vez vio a Indira obstinada por un trabajo que para nosotras estaba bien y para ella no, decidió que se llamaría doña perfecta.
Silvia: Aja, pero dale cuenta.
Fabiola: la llamamos en la madrugada y le dije que me gustaba mucho, pero ya eso fue todo, después de esa llamada poco recuerdo, bebimos demasiado, tanto que aun siento alcohol en mis venas, lo único que se es que no me quiero topar a Chantal, no por ahora.
Silvia: a veces siento que si no te cuido haces tantas estupideces
Fabiola: tu no tienes derecho a opinar, tu eres igual, que te sorprende?
Silvia: como esta Lucero?- dije cambiando de tema, quería saber de ella.
Fabiola: esta bien, se ve feliz tanto como cuando estaban juntas.
Silvia: sabes, ayer me puse a pensar que seria de mi vida si hubiera continuado mi relación con Lucero, seriamos felices?- dije mientras me recostaba de nuevo en el sofá y Fabiola a mi lado.
Fabiola: seguramente si, seguro esa mujer hubiese dado la vida por ti- dijo haciendo una pausa y me imagine que algo quería preguntar
Silvia: hazlo, pregunta
Fabiola: Tu estas segura de que la amaste tanto como ella a ti?- pregunto y creo que es la primera vez después de tantos años que me lo cuestiono
Silvia: La amaba, claro que la amaba, pero tienes razón, no con la misma fuerza que ella a mi, en ese momento mi amor se vio opacado por la cobardía.
Fabiola: porque te casaste con ella antes de volver?
Silvia: porque vi mi vida a su lado, imagine que siempre estaríamos juntas.
Fabiola: Sil, yo se que es raro que apenas después de tanto años hablemos de esto, pero nunca paso por tu cabeza que en le momento en que se casaron ya habían unido sus vidas, viste eso como un juego?
Silvia: claro que no, para mi nunca fue un juego, solo que en mi cabeza estaba viendo una de las ilusiones mas grandes de mi vida, amaba a esa mujer, estaba segada por ella.
Fabiola: y que paso, porque te vi llorar a mares por mucho tiempo.
Silvia: ni yo misma comprendo aún que fue lo que sucedió o el porque la ame pero la deje ir, pero eso ya quedo en el pasado, soy feliz con Indira, me libre de Alfonso, tenemos una familia hermosa con Lucia y mi vida y la de ella están tomando rumbos diferentes, incluso siento que ya me olvido, se que se fue del país pero sabia que siempre estaba al pendiente, pero e dejado de ver a ese hombre seguirme el paso.
Fabiola: me alegra que seas feliz con ella, te lo mereces ya es momento de que seas feliz y si ella te hace feliz debo de aceptarlo, solo espero que algún día tu vida y la de Lucero se unan y puedan sanar cada una de las heridas del pasado, deseo lo mejor para las dos y para ti si que mas.
Silvia: gracias Fa, por ahora debemos de ver como podemos conquistar a esa rubia.
Fabiola: ni lo intentes, eso quedara así la pena ni siquiera se si me va a dejar en paz, así que olvida lo que estas pensando.
Silvia: okey, resuelve tu entonces, iré por Indira al trabajo, le prestas atención a la niña.
Fabiola: esta bien, ve por tu querido amor- dijo riendo mientras yo caminaba a la puerta de la cochera.
Unas horas después estaba ya camino a casa, con Indira recostada en mi pecho mientras manejaba.
Indira: Sabes, jamás imagine que terminaría así junto a ti- dijo mientras me daba un beso en la mejilla.
Silvia: creí que te había dejado atrás con mi regreso.
Indira: fue una gran locura la que cometí, pero estoy feliz de haberlo arriesgado todo por ti
Silvia: hasta a tu familia.
Indira: si para ser feliz junto a ti, debo de dejarlos atrás, lo hare.
Silvia: has podido comunicarte con tu madre
Indira: no, es casi imposible hacerlo, sabes que con eso de que esta trabajando con el gobierno es casi imposible, pensé en ir a verla en navidad, pero quiero pasarla contigo y con las chicas.
Silvia: ve y recupera a tu familia, nosotras te estaremos esperando aquí, después de esta puede que vengan muchas navidades juntas- dije dando un beso en su mejilla.
Indira: te amo, Sil, no creí amarte tanto hasta ese día que te vi montarte a ese avión
Silvia: te agradezco por ser tan valiente y venir aquí a luchar por las dos.