Pov Silvia
-Debes de salir de esa habitación
-No quiero, mañana te prometo que me levanto.
-Sil, por favor te extraño, necesito de ti, prometiste estar para mi- dijo Fabiola y me levante a abrir la puerta.
- Esta bien, discúlpame, solo no me siento bien.
-Sil, te sirve mas salir de casa que quedarte encerrada, ya Lucia me conto lo que paso, sabes que no debes de estar encerrada.
-Lo se, pero es duro Fa, no quiero enfrentar la realidad, prefiero quedarme aquí.
-Levántate, iremos al salón para que estés lista, tendremos una tarde de chicas y me contaras todo
Me levante y salí de la cama, me di una ducha y junto a Chantal salimos a la famosa tarde de chicas donde nos dio la noche sentadas en un parque mientras comíamos papas y refresco.
-Ella de nuevo?
-La amo Chantal, siempre lo hare, pero ella es feliz- dije mientras me recostaba en la hierba
- Que paso con Indira- dijo esta preocupada
-Se canso Fa, tenias razón, siempre tienes razón
-Porque justo ahora?
-Noto que en la despedida no dejaba de buscarla y dijo que no podía mas, Fa la destroce.
- Sil, ya era demasiado para ella y tu debes de empezar a madurar, no puedo justificarte más y lo sabes verdad?
- Lo se, por eso duele tanto, porque de nuevo fue mi culpa, de nuevo arruine lo mas bonito que tenia, por eso perdí mi familia de nuevo a la mujer que quería.
-Sil, siempre duelen las rupturas pero es normal en este caso, llevan muchos años juntas, te acostumbraste siempre a cagarla y tenerla ahí
-Me duele Fa, te prometo que no se que es lo que estoy haciendo con mi vida, no se el porque de mi actuar.
- Pensaste lo que hablamos la otra vez?
- No creo que ir a terapia me ayude fa
- A Lucero le sirvió Silvia
- y termino cogiéndose a la psicóloga
- no lo digas así, suena raro, el caso es que considéralo de pronto puedas descubrir que es eso que te hace actuar de esa manera
- Esta bien lo reconsiderare, puede que tengas razón
-Vamos a casa, le prometí a Lucia que hoy cenaríamos juntas, además mañana es el día mas importante de mi vida y quiero que estés bien y feliz con eso.
El gran día de la boda llego y con el la nostalgia que invadía cada centímetro de mi cuerpo, se supone que debería ir de la mano de su esposa y aquí estaba tratando de mostrar la alegría que había perdido, cuando llegamos al lugar de la boda aún faltaban algunas personas, Chantal y Fabiola decidieron que nadie las vería antes de la boda, seria una total sorpresa tanto para sus familias como sus amigos éramos pocas las personas que sabíamos como eran sus vestidos como por ejemplo Lucero, su esposa, Indira y las madres de ambas.
-Madre, voy a ir donde In, esta por allá- dijo Lucia sacándome de aquella burbuja en la que quede atrapada al recordar momentos de mi boda con Indira
-Claro, ve- dije dirigiendo la mirada hacia Indira que estaba igual de bella que siempre aunque esta vez me parecía que resaltaba mas, su mirada estaba perdida hacia algún punto de este grande lugar, cuando sus ojos siempre habían estado en mi.
Pasaron los minutos y todos empezaron a acomodarse en sus lugares, las damas de honor se posicionaron donde les indicaron y con esto creció la incomodidad, Lucero y Indira Juntas y Carmen a mi lado de por si ya se había generado un ambiente toxico desde la primera vez que cruzamos palabra, no quiero ni imaginar que sucederá.
-Esta hermosa verdad?- preguntaron a mi lado y algo en mi se removió
-Porque me preguntas eso?- dije sin soltar la mirada de la hermosa y radiante Lucero que tenia en frente, esa mujer era el amor de mi vida y iba siendo momento de empezar a entenderlo, nunca podre olvidarla, no si sigue igual de hermosa, busco su mirada pero no puedo encontrara, mejor dicho ella la esquiva
-porque se que te mueres por mi mujer- dijo mientras miraba a Lucero la cual le sonrió de inmediato haciendo que me molestara un poco y dejara de mirarla
-y si lo sabes porque lo preguntas?- dije ironizando mientras observaba a Lucero y a Indira que al parecer también estaban entablando una conversación.
-Silvia, no voy a permitir que tu inmadurez emocional acabe con mi familia, te lo advierto, no me gustan los juegos, no me gusta que nadie se meta con mi mujer, y menos una persona como tu que ni siquiera sabe lo que quiere ni es capaz de darse de cuenta de lo que tiene delante de sus ojos, así que quedas advertida- dijo esta y cuando pensé en responderle su amenaza veo a Indira Limpiarse una lagrima y darse media vuelta para esconderse, no lo dude ni un instante y me fui tras ella.
-In abre la puerta por favor- dije mientras tocaba aquella pequeña puerta de madera que me separaba de ella
-Eres a la persona que menos quiero ver en este momento así que lárgate- dijo pero ella sabia que no lo haría.
-Cuando estés lista entonces
-Lárgate y déjame sola
-No lo hare, así que tomate tu tiempo- pasaron algunos minuto y escuche como la puerta se abría muy lentamente.
-No quiero hablar okey?
-Estas mejor ahora?
-Si, vamos
-Primero prométeme que vamos a hablar- dije tomando su mano con delicadeza y rogando con los ojos que no se negara a mi petición
-Esta bien, pero vamos- dijo soltándose de mi mano y caminando delante de mi, llegamos y cada una se acomodo de nuevo en su lugar, para mi buena suerte no estaban Lucero ni su mujer, así que me sentí tranquila por unos minutos hasta que estas dos llegaron a tomar sus puestos, llegando así el momento de ver las novias.
-¿quieres recibir Fabiola Campomanes como esposa, y prometes serle fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad y así, amarla y respetarla todos los días de tu vida?
-Acepto
-¿quieres recibir Chantal Andere como esposa, y prometes serle fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad y así, amarla y respetarla todos los días de tu vida?
-Acepto
- puedes besar a la novia.
