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Ser mujer.

"El deber es él sacrificio del amor"

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"El deber es él sacrificio del amor"







- hemos estado buscando un nuevo tutor para ti, llega mañana esperemos y esta vez no se te ocurra decapitarlo- Daemon me dijo con una sonrisa de lado estaba con ellos cuidando del pequeño Aegon.

- si mientras mantenga su legua a raya no habrá ningún problema- sonreí jugando con mi hermano bebé.

- aveces siento que veo mi reflejo en ti- lo mire confundida por su comentario- eres una pequeña canalla pero también la delicia del pueblo como lo era tu madre en su juventud.

- mnn le hago honor supongo- me encogí de hombros- aún qué tengo mis dudas. ¿Cómo saber si seré buena reina? No quiero expulsar de mí un heredero tras otro no quiero que esa sea mi vida.

- ningún Rey a tenido la certeza de que lo iba hacer bien pero tenían confianza en si mismo de lo que ellos podían ofrecer, fueron sabios y justos. Todos tuvieron sus dudas pero con el tiempo vas tomando práctica y empiezas a desempeñar tu cargo con entereza.

- Exactamente ellos; hombres. Yo soy una mujer... y parte de eso una bastarda- susurré para que solo nosotros escucharamos.

- De dónde vienes no te define si no lo que eliges ser- me señalo- si eliges sumirte en que no puedes porque no eres hombre y aparte una bastarda entonces quítate y deja que otros pasen sobre ti quitándote tú derecho- dijo y salió de la habitación molesto. Al principio no entendí su actuar hasta que recordé que su hermano, mi abuelo el rey lo despreció para poner a mi madre como su sucesora una mujer. Una mujer le quito lo que él siempre anhelo.

- ¿Tú crees que seré buena reina pequeño Aegon?- le pregunte y el soló sonrió- bien eso me basta.

- si tu decisión dependerá del bebé Aegon tengo miedo porque nos deparará el futuro- Jace entro riendo al llegar a mi lado le di un golpe en el hombro en forma de juego- dame a mi hermano- me lo quito para él cargarlo en brazos.

- también es mi hermano- me cruze de brazos.

- si pero me quiere más a mi ¿Verdad pequeño?- Él bebé empezó a llorar.

- eso es un no, dame- me dio al niño y lo empecé a arrullar hasta que se quedará dormido.

- parece que tenía sueño- Jace me ayudo a ponerlo de nuevo en su cuna se veía tan mono durmiendo.

- te imaginas cuando tengas a mi hijo- Susurró.

- queras decir cuando Baela lo tenga- dije con tono de voz apagado y él apretó los puños.

La delicia del ReinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora