La delicia del Reino

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La forma de sus miradas.

"Te extraño..."

Pero como se le ocurre. Después de mi encuentro con Aemond no lo vi el resto del día para nada ¿Acaso fui muy dura con mis palabras? No, se lo merece estuve demasiado tiempo lamentándome por mis acciones creí que los dioses me castigaban por desear a tres hombres pero esos príncipes son la lujuria y la tentación en carne y hueso desde el frío y calculador de Aemond hasta el gracioso y lindo de Jacaerys. Los padres de mis hijos son esos tres, estúpido Aegon me convenció de no tomar el té de luna se supone que tuvimos que crear juntos a nuestros hijos en cambio un complemento desconocido pudo desempeñar mejor el papel de padre. Sabía que había sido mala idea venir hasta acá solo nos exponemos.

- madre- Maeghor llegó corriendo detrás mío.

- mi amor sabes que no debes correr en los pasillos menos aquí en la fortaleza roja somos invitados y debes comportarte- agacho su cabeza asintiendo y entonces sonreí- ¿Qué necesitas?

- venía a decirte si ¿Podríamos ver al abuelo Viserys? Queremos conocerlo- Puso sus ojos de cachorrito y es imposible resistirme  a esa carita hermosa.

- esta bien, ve por tus hermanos y padre Louis nos vemos aquí. Tengo que ir a ver a tu abuela Nyra- él asintió.

- esta bien mami iré por ellos- se dio la vuelta para marcharse pero detuvo su andar y me miro con el ceño fruncido- ¿Tu sabes que le ocurre a Aemond?-

- no mi niño ¿Por qué?- se acercó a mi y susurró solo para nosotros.

- es que lo vi llorar recargado a un muro de camino para acá- hizo una pausa- cuando me vio trato de esconder su cara pero más lagrimas calleron por sus mejillas y se marcho de ahí. ¿Crees que sea porque esta solo y no esta con nosotros?.

- no lo se mi niño, él no sabe que ustedes son sus hijos solo lo sabe tú padre Jace- el asintió con un puchero- tú solo mantente al margen hasta que nos vayamos ¿okey?-

- esta bien mami- su rostro cambió a uno de felicidad- ire por mis hermanos y mi padre- beso mi mejilla y se fue.

Solté un suspiro cuando desapareció por el pasillo. Aemond maldito Aemond por tu culpa tengo que darle más explicaciones a mi hijo a nuestro hijo maldito seas. La princesa de camino a su madre no paro de pensar en lo que su hijo le había dicho le fue imposible no sentirse culpable de haberlo echo llorar ella creyo que no había sido tan dura con sus palabras pero nunca espero que el se las tomara así pero vamos seamos realistas en esta realidad para ella ya no había  un nosotros. Porque ya no son esos jovenes con las hormonas alborotadas dos ya tienen familia, uno esta comprometido que el no tenga a nadie por que es insoportable con sus actitudes bipolares es muy su problema.