Fourth abrió con emoción la puerta de su casa, recibiendo a Dunk, su mejor amigo, y quien se acababa de convertir en su primera visita en su hogar.
— ¡Dunk, bienvenido a mi casa! — exclamó, como si el otro no hubiera sido el que lo ayudó a mudarse. — adelante.
Dunk sonrió. — me siento una especie de celebridad, Fourth. — habló, entrando y mirando a su alrededor. — es bastante sorprendente que todo esté intacto.
inconscientemente, Fourth escondió detrás de su espalda la mano que se cortó cuando recogió los restos del jarrón con flores que se le cayó en el comedor.
— claro que todo está en orden. — le dió su mejor sonrisa. — soy un hombre independiente.
— yo diría que eres un hombre con más posibilidades de terminar en el hospital ahora que vives solo. — bromeó Dunk, tomando asiento en el sofá.
Fourth suspiró, sentándose a su lado. no podía molestarse con su amigo por aquellos comentarios, no hacía más que decirle la verdad, y transmitirle su preocupación.
él tenía un gran problema, era torpe.
pero no de esos torpes comunes, a los cuales algo se les resbala, pero lo sujetan en el último segundo. no, Fourth era torpe con toda sus letras. casi todo lo rompía, casi con todo se golpeaba.
incluso, contrató un seguro de vida por petición de sus padres, antes de mudarse.
temen lo peor para él, y con justa razón. cuando les enseñó el contrato de compra de la casa, se cortó con el papel al dejarlo sobre la mesa.
— espera, y verás. — Fourth le guiñó un ojo. — estaré sin visitar urgencias todo este mes, podemos apostarlo.
— quiero tu confianza, — Dunk señaló su mano vendada por él mismo. — procura no desangrarte en casa, por no querer ir a ver un médico.
— fue un accidente. — no tuvo otra opción más que confesar. — hice que cayera un jarrón al limpiar la mesa, cuando recogí los trozos me corté.
— Fourth, ¿estás seguro de que no quieres que vivamos juntos? — ofreció su amigo nuevamente. — al menos unos meses, en que pueda cuidar de ti.
— me fui de casa precisamente porque mis padres no confían en mi propia supervivencia. — suspiró con frustración. — no empieces tú también, Dunk.
— no me puedes pedir eso cuando llevas menos de cuarenta y ocho horas viviendo solo, y ya rompiste algo, con lo cual también te cortaste. — rió el más alto.
— te lo repito, no fue más que un accidente. — Fourth miró su mano. — una herida pequeña, quizás exageré con el vendaje.
— solo quiero que me prometas una cosa, — lo miró con algo de seriedad. — si te pasa algo que yo consideraría grave, me vas a llamar, para acompañarte al hospital.
— sí, papá. — rodó los ojos, pues sus padres lo obligaron a hacerles la misma promesa, unas horas atrás. — lo prometo.
— bien. — Dunk se puso de pie. — muero de hambre, ¿qué me ofreces para comer, que no ponga en riesgo tu integridad física?
— ¿un vaso con agua? — Fourth contestó con ironía. — podemos preparar pastas.
— pastas serán. — accedió el otro, siguiéndolo hasta la cocina.
— 🚑 —
cuando quedó solo en casa, ya era de noche. Dunk era realmente una grata compañía, el tiempo había pasado rapidísimo.
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¿Puedes ser mi médico? | GeminiFourth
Hayran Kurgulo que se suponía sería el comienzo de una vida independiente para Fourth, terminó siendo una visita a urgencias. lo que era una noche más de trabajo para Gemini, terminó siendo la primera de muchas visitas de un particular paciente. Fourth se consi...