8. Estupidos Celos.

593 94 25
                                    

— ¡Midoriya!

— ¿Si sensei? — Asomo su cabellera verdosa por la puerta, esperando una respuesta — ¿Sensei? — Repitió, no hubo respuesta — Ahg ya parece mi mamá.

Con pasos arrastrados con cara de "Matenme" se desplazo hasta donde estaba su profesor, le miró de mala gana. No entendía la necesidad de llamar y no decir por qué.

— Si uno te llama es por algo, ¿No crees? — El estudiante lo fulmino, no tenía humor. Suspiró — Verás, este chico de otra academia está interesado en tu talento, y por supuesto quienes somos nosotros para prohibirte despegar tus inventos.

A lo que se refiere con exactitud es que los estudiantes del departamento de apoyo tenían libre albedrío para sus inventos, ya sea para el uso de los héroes de la propia academia como para las ajenas. El pecoso le tomó su tiempo pensarlo, tenía bastante demanda en el lugar. Terminó por aceptar.

— Dile que entre a mi taller, Sensei — Se dirigió a lo suyo con mala cara.

Power Loader le hizo señas del solicitante para que siguiera al otro. Izuku se acomodo continuando con uno de sus armamentos de apoyo. Shinsou le había pedido ayuda con las cintas que manejaba, como hacerlas más fuertes y útiles, trabajando en la textura y finura de la misma.

— Izuku~

Iba responder con tres piedras en la mano, pero cuando volteo y vio el rostro de quien lo llamaba no aguanto el impulso de saltar sobre el.

— ¡Shindo!

El más grande de ambos procuro sujetarlo bien de las piernas para no caer mientras el más pequeño abrazaba sus hombros.

— ¿Por qué no dijiste que vendrías? Habría desocupado mi agenda — Se soltó del agarre.

— Bueno — Rasco su nuca — Queria que fuera una sorpresa — Lo tomó por los hombros — Te extrañe tanto Izuku, te ves hermoso.

Shindo lo abrazo con mucho amor, era algo normal para ellos. Sin embargo un rubio explosivo amenazaba con interrumpir el momento, y mucho más con lo que acababa de escuchar. ¿Quien osaba a robarle lo suyo?

— Quítate las garras de encima — Entró el rubio al cuarto.

"Gata rompehogares"

— Izuku...¿quien es el? — Se separaron del abrazo.

"Dios mio santisimo" 

Sobaba el puente de su nariz para no descender en la locura.

Shindo el es Kacchan — El azabache lo miro extrañado — Perdón, Katsuki — Corrigió — Katsuki, el es Shindo.

— Un placer conocerte, Katsuki — Le sonrio con aparente amabilidad falsa que el cenizo detecto enseguida. Extendió su mano esperando un apretón. Decidió seguirle el juego.

— El placer es mío, Shindo.

Sus manos chocaron y duraron apretadas un largo tiempo, con una fuerza increíble. Era una batalla de fuerza y miradas que chocaban con odio.

— Eh...bien — El pecoso no se enteraba de nada — ¿Que te trae por aquí Kac-Katsuki?

"¿Me llamo Katsuki? ¿Esta enojado conmigo acaso?"

Katsuki realmente no sabía que hacía ahí. Sólo extrañaba ver al chico que tanto odiaba y maldecia por las bromas que le jugaba y por convertirlo en perro.

En sus pensamientos su voz coexistia con la voz de la perdición. Esa voz que le pedía ver a Izuku una vez a la semana, por esa razón quería verlo pero como no tenía un motivo de estar en su taller, tendría que ingeniárselas.

¡Support Me! | Katsudeku Donde viven las historias. Descúbrelo ahora