11. El gato.

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— Ma' aquí te traje el gato.

— Gracias Gogo, solo déjalo ahí y — Señaló — Gogo, ¿Que es eso?

— Un gato.

Literalmente, era un gato.

— Si yo se, pero no es lo que te pedí. Te pedí que me trajeras la herramienta llamada Gato.

El rubio de metal abrió sus labios en un "Oh" comprensivo y alargado.

— Idiota.

— ¡Mikumo!

Ambos androides tenían una dinámica parecida a sus progenitores. Sólo cambiaba la personalidad, como si fueran la otra persona.

— Tu también eres un idiota pastelito.

— ¿Ah si? ¿Por que? — Mikumo lo retaba mirándolo a los ojos.

— Porque me ayudaste a encontrar ese gato, así que eres un i-d-i-o-t-a.

— Ahora si te vas al reciclaje.

Soltó agresivo el pelinegro para agarrarse de las mechas con el de ojos rojos. Metal chocando era lo que se escuchaba e Izuku seguía con lo suyo en el automóvil que estaba creando. Era su nuevo bebé y para ello necesitaba un gato. Un gato de herramienta, no el que lo observaba con ojos felinos y daba hasta una pizca de miedo.

— Oi, ¿De quien es ese pulgoso? No sabía que te gustaban los gatos Deku.

Para el cenizo real ya se estaba haciendo costumbre el ir a molestar al taller de Izuku para su propio gusto y conveniencia. Y a Midoriya tampoco es que le importara,  la pasaba bien bromeando a su forma sarcástica con el además de que era de ayuda, o sino lo sacaría a patadas de su taller.

— Bendicion pa' — Hablo Gogo desde el suelo siento golpeado con las manos de Yami en sí cara.

— Dios lo bendiga mijo — Contestó en automático rodando los ojos, restando importancia.

— Chicos, ¿De donde sacaron al gato? — Izuku hablo amenazante.

Los robots se detuvieron de su batalla. Recapitulando lo sucedido.

Recuerdan caminar por el campus de la UA libremente, como si de una cita se tratase, cosa que Gogo Afirmaba que estaba sucediendo y Yami simplemente negaba a tal sentencia de muerte. Primero muerto a estar con un meloso como Gogo.

Los estudiantes los miraban con curiosidad. Ya que, habían dos cosas sucediendo que eran extremadamente curiosas como la relación de esos dos después de su creación, como si de Adán y Eva se tratase.Y dos, la relación de un estudiante de apoyo y uno de heroísmo. Espectacular.

Su creador les pidió el favor de conseguir un gato y llevárselo porque estaba ocupado en la creación de un coche aparentemente futurista. Según Mikumo quien le ayudó a su creador con parte de los cálculos suficientes para llevar su proyecto a cabo. El nuevo bebé de Izuku sería de gran utilidad para conocer el mundo. O sea, el carro era terrestre, marino y aerodinámico. Admiraba a su creador.

— ¿No es eso un gato? — Preguntó Yami señalando a lo que Gogo miró en la dirección, asintiendo y arrastrando al pelinegro con el.

Cuando se acercaron aún más al lugar, visualizaron una silueta bien conocida y respetada en la UA. Era el profesor Aizawa, que al parecer le estaba dando un paseo en la libertad de la naturaleza a su gato.

— Parece ser de Aizawa — Concluyó el azabache — No deberi-

— Acércate, no muerde.

El rubio metálico animaba a su amante a tomar al gato en brazos. Mikumo le dio una mirada inseguro pero los rojos de Gogo lo reconfortaron y tomó el valor necesario para acercarse a la criatura. Con pasos lentos y para nada alarmantes cada vez más cerca, extendió sus brazos de metal hacia la criatura y en un segundo no estaba viendo nada, solo escuchaba el sonido del zinc siendo rallado. No podía ver nada.

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