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15. Observación.

El campo de entrenamiento, lugar al que fue citado Katsuki en persona por el salvaje encargado de su equipamiento, Izuku. Llegó a la ubicación con su traje, granadas y demás puesto, en parte porque notó que al peliverde le encanta mirarlo con el traje y por otra parte porque fue un requisito para su reunión ese día con el chico. Ya estaba empezando a temblar bajo la instalación simulando un ambiente de invierno, un frío helado le atacaba y sus dientes temblaron levemente.

Pasaron los minutos, con exactitud unos cinco minutos y nada que se asomaba la melena verdosa. Estaba considerando la idea de ir a buscar al idiota que lo dejó plantado y mandarlo a la India de una sola explosión. Además...¿Cómo consiguió el permiso para entrar a esas instalaciones? ¿Pueden los estudiantes del departamento de apoyo entrar? Son preguntas que quizá nunca tendrán respuestas, pero bueno. Para su sorpresa, Izuku venía hacia él con un señor delgado y demacrado. ¿Podía un vagabundo entrar a la UA? Otra pregunta de la que necesita una respuesta.

—Buenos días caracol, o debo decir buenas tardes —Miró severo al peliverde.

—Buenos días para ti también —Rodó los ojos verdes—. Me topé con unos problemitas pero ya estoy aquí.

—¿Y usted es? —Preguntó lo más educado posible. Carajo, claro que lo hizo.

—Soy un invitado del joven Midoriya —
Habló con un tono dudoso y sospechoso para Katsuki, el proceso lo llevo a toser saliva...¿O debe decir sangre?

—Oh mierda —Murmuró sorprendido al ver la sangre en su hombro—. ¿Está usted bien viejo?

—El señor tiene gripe —Explicó con rapidez sorpresiva Izuku.

"La gripe no te hace toser sangre, no soy idiota"

—¿Que estas esperando, una orden? —Izuku le sonrió desvergonzado, casi burlesco—. Después de todo eres muy obediente a tu amo Kacchan.

"¿Pues si no?"

—No se que mierda tengo que hacer Deku —dijo con obviedad. Izuku solo le pidió asistir con su traje, más no para qué.

—Explota cosas, obstáculos de esta zona. Necesito que sudes, ¡Ya! —Chasqueó la lengua haciendo caso a la orden del pecoso.

Con sus explosiones comenzó a elevarse sobre el campo, enfocándose en los objetivos de entrenamiento que estaban esparcidos en el entorno glacial. Sin saber en qué momento o cuando, el chico del área de apoyo sacó una libreta de quién sabe dónde en la cual estaba anotando y por el movimiento de su boca parecía estar murmurando demasiado. El señor demacrado a su lado parecía hablarle entre murmullo y murmullo, al parecer llevaban una extraña conversación sobre él. Para corroborar su intuición, la oreja derecha comenzó a picarle y soltó un estornudo, ¿Que porquería estarían diciendo de él?

—¿Se supone que este es mi yerno?

—Papá no lo digas así —Izuku detuvo su escritura para mirar sonrojado a su padrastro—. Somos compañeros de trabajo nada más. Además, es muy irritable.

Continuo escribiendo en su libreta con una mueca de asco, Yagi sonrió de lado.

—¿Compañeros de trabajo que duermen juntos? —Insinuó mirando burlesco al chico—. El joven Bakugo me parece un buen chico Izuku, no tienes porque temer. Solo hay que darle un empujoncito, uno que tu ya le estas dando.

Las esmeraldas heredadas de su prometida lo miraron confuso, sin saber a lo que se refería. Izuku sabe que su padre puede perder la razón a causa de su demencia y todo eso de ser All Might. ¡Oh Dios! Lo grato que fue recibirlo en su hogar, la mala noticia fue que el viejo ya estaba por retirarse ya que no podía mantener su cuerpo heroico por mucho tiempo.