Invitado no deseado

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Hoy era 25 de diciembre de 1980.

Una suave palmada cayó sobre el rostro del pocionista. Severus apretó los párpados y abrió los ojos, sus oscuros iris se encontraron con unos brillantes de color verde. Sonrió al ver a Harry, pero su sonrisa se apagó al caer en cuenta que Harry estaba en su cama y no es la cuna.

—¿Cómo llegaste aquí, Harry? — se sentó en la cama y el bebé aplaudió al tener la atención de su papá sobre él.

—¿Lo despertaste, Harry? Me mentiste, me prometiste que esperarías que regresara para levantarlo

Severus levantó la cabeza y observó a esposo entrar en la habitación con una bandeja en sus manos, su cuerpo siendo cubierto con su bata de seda vinotinto. Harry sonrió y aplaudió como si estuviera consciente de sus acciones.

—¿Dejaste a Harry solo? — Severus frunció el ceño

—No estaba solo, estaba contigo — respondió Sorvolo a la vez que dejaba la bandeja en la cama, en la esquina más alejada.

—Pudo haber caído al suelo — Severus bajó la mirada al sentir que su bata de dormir era jalada y se encontró con Harry en un intento de ponerse de pie, pero sus esfuerzos eran en vano porque sus piernas eran muy débiles y volvía a caer sobre el colchón. Contuvo las ganas de reír porque estaba discutiendo con Sorvolo.

—Hay un hechizo de protección alrededor de la cama, no podría caerse. — explicó Sorvolo al sentarse al otro lado de la cama, frente a Severus — Además, cuando lo traje me exigió que lo dejara en la cama e inmediatamente se acercó a ti — estiró su brazo izquierdo y tiró con suavidad del mameluco de Harry haciéndolo caer de espaldas sobre el colchón. Sonrió al ver la confusión en el pequeño rostro.

Severus rodó los ojos al ver a su esposo molestar a Harry, aunque el bebé no se dejaba e intentaba tomar la mano o la pateaba con sus pies.

—¿Qué hora es?— giró la cabeza para ver por sobre su hombro derecho a la ventana cubierta por cortinas, había un resplandor alumbrando la tela.

—Son las nueve de la mañana — respondió Sorvolo dejando de jugar con Harry y se acostó en el colchón, para luego tomar al bebé y lo alzó. Harry soltó una risotada y movió sus piernas en el aire

El pocionista regresó rápidamente la mirada hacia su familia y miró a Sorvolo con una expresión de sorpresa.

—¿Como...

—¿No sentiste a Harry despertar?

Severus asintió con la cabeza.

—Pues... ¿Debo recordarte que ayer regresaste a la habitación muy tarde porque estabas organizando que todo quedará perfecto para la fiesta de navidad para hoy?— Sorvolo arqueo la ceja mientras atraía a Harry a su pecho, el bebé se dejó hacer y elevó la cabeza y estiró sus brazos para tratar de agarrar la barbilla de su padre.

Severus se quedó en silencio cuando las palabras de su esposo despejaron su mente, trayendo los recuerdo del día de ayer hacia el frente.

Después de que fuera a su habitación y tomará una muy bien merecida siesta con Harry, se levantó a mitad de la tarde para comenzar a planificar la cena de navidad. Normalmente, Sorvolo y él tomaban una cena en compañía de una botella de vino, para después esperar las campanadas de la media noche; y luego, se iban a la cama entre besos y caricias.

Sin embargo, esta ocasión sería diferente porque estarían celebrando la adopción de Harry y a su vez, celebrarían la primera navidad siendo una familia. Por tanto, Severus decidió que se debía organizar una reunión algo más elaborada e invitar a aquellas personas que ya formaban parte de dicha familia.

El secreto de Severus SnapeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora