Adopción Mágica

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Los brazos envolvieron la cintura, y unos labios dejaron un beso sobre la parte de atrás de la cabeza. Severus cerró los ojos al sentir a su esposo.

—¿Qué te tiene tan inquieto?—preguntó Sorvolo al posicionar su cabeza a un lado de la cabeza de Severus.

—Solo estoy nervioso — respondió con sinceridad el pocionista mientras dejaba sus manos sobre las de Sorvolo.

—Mmm... — tarareo al entrelazar las manos de su esposo con las suyas. A Sorvolo le fascinaba ver el contraste de sus pieles, la de Severus siendo tan blanquecina y la de él más especiada—¿Por qué deberías estarlo? Las dos personas que podían estar en contra han aceptado la propuesta. Es más, están durmiendo en su forma animal en la habitación de Harry en este momento— bajó la cabeza y hundió su nariz en la curva del cuello de Severus. Comenzó a dejar pequeños besos sobre la piel.

El pocionista soltó un corta y baja risa que parecía un pequeño resoplido por el comentario.

Habían pasado dos semanas desde que Lupin regresó, y no existía poder en el mundo mágico que hiciera que ese hombre se alejara un centímetro de Harry. Al parecer, el lado licántropo de Lupin había aceptado al bebé como su cachorro desde el momento de su nacimiento y ahora, después de lo sucedido, quería confirmar que Harry estaba bien y remediar la culpa por haberlo dejado.

Severus le ayudó a entender que no era su culpa, no se podía prever que ese accidente ocurriría. Así que no debía flagelarse por algo que no se podía controlar, lo importante es que estaba aquí y ahora para Harry, y eso era todo lo que debía importar.

Remus al escucharlo lo observó con ojos cristalizados y se acercó con intenciones de darle un abrazo, pero Severus lo había detenido inmediatamente al apuntarlo con su varita.

—Nada de gestos amistosos, Lupin . Usted y yo no somos amigos, solo nos relacionamos por un bien común —fueron las palabras directas del pocionista. Remus lo observó con los ojos abiertos y Black soltó un resoplido, pero no hizo comentarios al respecto.

Después, Severus decidió reunirse, por segunda vez, con los dos hombres y volver a conversar lo que quería hacer. Quería saber si tenían alguna inquietud, pero ambos leones no se opusieron y solo objetaron que querían seguir siendo padrinos de Harry. Severus no pudo negarse

Desde el día siguiente Severus comenzó a realizar una investigación con respecto al proceso de adopción. Fue al Ministerio embestido con un glamour para conocer sobre qué requisitos se necesitan para realizar una adopción mágica. Y como golpe de suerte, una amable trabajadora del Departamento de Asuntos Familiares Mágicos, le dio las respuestas que quería.

Lo único que debía hacer era enviar una solicitud de adopción al Departamento de Asuntos Familiares Mágicos, después se le enviaría una lechuza con la respuesta de confirmación o rechazo, después de realizar una averiguación a los padres y infante en cuestión, y a su vez se le preguntará el dia que se efectuará la ceremonia. Severus le consultó si el proceso resultaba ser doloroso, y la mujer lo negó.

—Solo una gota de sangre de los nuevos padres, es suficiente —comentó la mujer con voz aguda.

Severus se despidió de la mujer y salió del Ministerio de Magia. Tenía mucho que concertar, pero primero debía elegir el día.

¿Cuál día sería el más idóneo para realizar la adopción de Harry?

La respuesta vino más rápido de lo que esperaba, cuando al levantarse una mañana observó la ventana de su habitación pintada de nieve. Eso es, estaban a escasas semanas de navidad.

Severus le hizo saber a su esposo cuando se realizaría la ceremonia de adopción mágica, y Sorvolo sonrió mientras sostenía a un dormido Harry. Esta nueva etapa en sus vidas les está haciendo conocer nuevas facetas de Severus que no conocía a profundidad.

El secreto de Severus SnapeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora