El secreto de Severus Snape

Esta vez...te diré hasta luego

Sirius leyó la carta y su rostro se frunció en una expresión molesta. ¿Cómo se atrevía su padre a tomar esa decisión sin consultarle? ¡No era un niño!

El león hizo una floritura con su varita e invoco a una carta de vociferador, volcó en ella todo el malestar y enojo, y lo que sentía por este cambio de situación. Dejando en claro su completa negativa. ¿Por qué debía de ser inmiscuido algo que no es su problema?

Había sido exiliado como integrante de la Familia Black, su madre había sido bastante locuaz al expresarle su completa decepción y negación por haberle dado a luz. Pero, ahora que tenían la soga al cuello, puede ser considerado parte de la Familia Black.

Soltó una sonrisa vacía por la completa hipocresía de parte de su padre. Pues deberá buscar a alguien más ¡Porque él no será el chivo expiatorio!

Con otra floritura la carta fue sellada y Sirius la tomó antes de dar media vuelta para salir de su habitación con destino a la lechucería del castillo para enviar su carta. Remus observó con preocupación cómo su amigo cerraba con un fuerte golpe la puerta.

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Al salir de la lechucería serpentea por los pasillos para ir hacia el campo de Quidditch, volar un rato lo ayudaría a despejar su mente. Pero por casualidad, al girar a la izquierda en el último pasillo, antes de llegar a la entrada a los vestidores, se encontró a Malfoy y a Snivellus en medio del pasillo hablando.

Al ver a uno de los involucrados en su desgracia, la ira que había menguado volvió a resurgir con más ímpetu. Cerró las manos con fuertes puños y con pasos pesados se acercó al dúo de serpientes.

-¡Malfoy! - rugió Sirius.

Lucius y Severus dejaron de hablar y giraron la mirada para ver cómo Sirius Black se acercaba a ellos con una expresión iracunda en su rostro.

-¡Todo es por ti! Tu debiste ser el culpable de que me hicieran partícipe de este circo - reclamó.

Lucius arqueó la ceja.

-Es bueno escuchar que tu vida es una desgracia para mí, pero quiero preguntar: ¿Cual de todas mis acciones estoy recibiendo estos honores?- levantó el mentón y sonrió con suficiencia.

Sirius apretó los dientes y frunció aún más el ceño, formando una sola línea con sus cejas. Detestaba ese comportamiento altivo.

-Te diré algo, Malfoy. -señaló con el dedo índice derecho de manera grosera - Acabo de enviarle una carta a mi padre, expresando mi completa disposición a participar en esta broma.

La sonrisa en el rostro de Lucius se fue borrando hasta quedar una expresión en blanco por las palabras. Así que se refería a eso. Su padre le había enviado una carta anunciando el cambio el día de ayer, y aunque estaba disgustado por la elección, solo debía cumplir con su parte.

-No es como si me sintiera muy entusiasta de casarme contigo, Black - refutó.

Sirius tomó una profunda inhalación y la expulsó en una tórrida exhalación.

-No me contigo, Malfoy - dijo antes de caminar y pasar entre las dos serpientes, mientras chocaba, de manera intencional, su hombro con el de Lucius al pasar por su lado.

El rubio cerró los ojos y su mano izquierda se crispa, contenía las ganas de sacar su varita y lanzarle un hechizo menor. Una mano envolvió su muñeca izquierda y Lucius giró la mirada para ver a su amigo, Severus negaba con la cabeza.

-No vale la pena. -- musitó.

El príncipe solo se limitó a asentir con la cabeza.

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