09 - El pacto

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Jiho se acercó a mi mesa después de que la campana anunciara el inicio del descanso.

—¿Qué fue lo que pasó esta mañana? —me preguntó, su expresión llena de curiosidad. Era evidente que la escena de Jungkook enfadado al entrar en clase había llamado la atención de todos. Los murmullos y miradas me siguieron a cada paso cuando entré detrás de él, pero el profesor, aunque claramente molesto, optó por mantener el silencio sobre el asunto y dejarnos entrar a la clase sin más.

—Una pequeña disputa con Jungkook —respondí, intentando sonar casual mientras me levantaba de la silla. Jiho levantó una ceja, esperando más detalles.

—¿En serio?—insistió, quería saber lo que había ocurrido realmente.

—Sí, y ahora estamos condenados a pasar tiempo en la sala de detención y hacer tareas comunitarias. —Respondí indignada mientras rodaba los ojos.

—Tía, eso suena terrible.

—No pasa nada, la verdad es que no me arrepiento y, lo que quería, lo conseguí —le respondí con una sonrisa que expresaba satisfacción.

Salimos juntas de la aula y nos dirigimos a la cafetería, buscando un respiro y un rato de paz después de unas horas intensas en clase. La cafetería estaba llena de estudiantes que charlaban y reían entre ellos. Tomamos nuestra bandeja con la merienda que tocaba ese día y nos dirigimos a la mesa donde nadie se sentaba.

—Buenas, señoritas —dijo un chico con un tono encantador, acompañado de una sonrisa.

Levante la vista y vi a Mingi, el chico que tenía una presencia tan inconfundible y un encanto natural. Me sorprendió su aparición.

—Hola, Mingi —respondí, tratando de mantener la calma.—¿Qué te trae por aquí?

Mingi se sentó en nuestra mesa sin ser invitado, como si fuera lo más natural del mundo. —Solo estaba dando una vuelta y pensé en saludar. —Me reí, me hacía reírme como una tonta.

—¿Qué tal va tu día?

—No me quejo —respondió Mingi—. Y cuando he llegado aquí te vi entre toda esta gente y tenía curiosidad de cómo te está yendo el día.

Jiho, que estaba a mi lado, se dirigió a él. —Pues parece que has llegado justo a tiempo para escuchar sobre la intensa mañana de Arin.

Decidí no entrar en detalles demasiado personales de inmediato y me limité a dar una versión breve. —...nada grave, solo un pequeño incidente con el baño que terminó con nosotros en la oficina de la directora.

—Vaya, qué liada... pero, me alegro de que Jungkook haya aprendido de esta forma —dijo Mingi, con una sonrisa que parecía mezclar satisfacción y diversión.— Me hiciste sentirme orgulloso de tu venganza, se lo merece.

—Algún día me tendrás que contar por qué te cae mal Jungkook —comenté, curiosa.

Mingi inclinó la cabeza y sonrió con picardía. —Digamos que Jungkook y yo hemos tenido algunos roces en el pasado. Pero, vamos, eso es una historia para otro día.

Asentimos y decidimos cambiar de tema, dejándonos llevar por la conversación ligera. Jiho se presentó formalmente a Mingi, y pronto estábamos charlando sobre temas triviales, riéndonos y conociéndonos un poco más. Mingi resultó ser bastante gracioso, y su forma desenfadada de hablar hizo que la conversación fluyera con facilidad.

—Por cierto, si queréis, podéis sentaros con nosotros —nos invitó Mingi después de que el timbre sonara, indicando el final del descanso—. Así no estáis aquí solas, apartadas.

Atados Rebeldes » Jeon JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora