Bajamos lentamente, las escaleras no eran demasiado largas o profundas, simplemente eran unas escaleras de piedra que llevaban a un gran laboratorio, alrededor había celdas con niños y adultos dentro por igual, la mayoría de ellos tenían vendajes y cicatrices visibles. Quise vomitar, varias imágenes vinieron a mi mente, me vi a mi mismo siendo cortado, inyectado, recuerdos de mi en ese lugar, de este lugar era que había escapado, allí era el infierno que me dio mis poderes, ese era el centro del desastre.
También había diferentes habitaciones, y, en el centro de todo, algo que nunca había visto antes, algo que según Alexis era una brecha en el espacio, una línea gigantesca en el aire que solo dejaba ver un espacio blanco, esa era una tangente, la más grande que hubieran visto, generalmente las tangentes de impregnaban en objetos o lugares específicos, lugares que permitieran que la energía se regulara y entrara a nuestro mundo, sin embargo, esta era una brecha artificial, una que en lugar de expulsar energía, la absorbía por completo, una tangente irregular, abierta a la fuerza en el espacio y drenando en gran parte la energía que se filtraba, era por ello que no podíamos usar magia libremente y al parecer los amuletos de las personas allí eran especialmente diseñados para que pese a la absorción, pudieran seguir usando la energía. Delante de aquella brecha había un gran escritorio, y allí estaba la chica mariposa sosteniendo el libro del Poder Eterno, esa brecha la habían abierto con lo que estaba escrito en ese libro, ahora solo necesitaban a alguien que pudiera controlarla por completo y al controlar a esa persona, controlarían la realidad, provocarían el caos.
A lo lejos en una de las jaulas vi a Sara y a Daga, estaban juntos, teníamos que sacarlos, pero con tantas personas no podríamos hacerlo, en especial con la mariposa ahí. Necesitábamos una distracción, y sabía perfectamente a quien usar, es una lástima, estaban tan concentrados en su trabajo.
Regresé a Oxcy a su tamaño normal y lo solté en la sala, hizo un gran alboroto que desconcertó a todos, le especifiqué que a aquellos que no llevaran los uniformes no les hiciera daño, todo era un caos total, trataban de lidiar con Oxcy pero no podían, era inútil luchar con una bestia nacida de la misma energía que manipulaban. Jeff dijo que nos separáramos, que unos fuéramos a por el libro, y los demás que liberáramos a los rehenes, Alexis se ofreció para robar el libro junto con el señor Marcoh mientras Jeff y yo liberábamos a los demás.
Me acerqué rápidamente a la celda en dónde estaban Sara y Daga, ellos se alegraban de verme y nos sumimos en un cálido abrazo, estaba feliz, muy feliz, Daga se veía bien, se veía sano, salvo por algunas quemaduras que probablemente habían sido por el incendio, pero en general estaba bien, y eso me alegraba, pero debíamos concentrarnos. Le expliqué la situación a Sara y entendió de inmediato, Daga en realidad no pero me dijo que estaba dispuesto a ayudarnos en lo que fuera, y que al final de todo, nos pondríamos al día, algunas lágrimas cayeron de mis ojos pero las sequé rápidamente.
Daga entró a una de las habitaciones y tomó todos los cuchillos que pudo, y con ellos usando las habilidades que había aprendido en el circo atacaba y defendía a las personas que escapaban de las celdas para que no los volvieran a capturar, por otro lado, Sara, Jeff y yo buscábamos a Madame Rose, pero no la veíamos por ningún lado.Entonces, escuchamos un estruendo, Alexis y el señor Marcoh yacían en el suelo inmóviles, Oxcy había quedado inmóvil también, era como si el tiempo se hubiera detenido y solo Jeff y yo éramos capaces de movernos. Entonces vimos los ojos de la chica y el libro brillar, todo junto a su amuleto, la chica estaba volando en el aire, ajena a todo el conflicto que se reproducía bajo sus pies.
—Es suficiente. Cometieron un error al irrumpir en este lugar.
—¿Dónde están Gustav y Black Rose?
—Yo soy Gustav. —dijo la chica Mariposa, pero eso era imposible, quién hablaba por el teléfono era un hombre, no una chica. Y como leyendo mi mente, aquella chica respondió. —Gustav es solo un seudónimo, y es fácil manipular la voz con magia, es muy práctica sabían, te da poder y te permite hacer todo lo que quieras con quién quieras. ¿No es así conde Burrell?
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El Chico del Circo
Mistero / ThrillerLoid es un chico enérgico con fuerza sobrehumana, creció en el circo Light Wings después de ser adoptado por el maestro de ceremonias, el señor Thomas Rawson, tras llegar a un pequeño pueblo sin recuerdos de su pasado. Sin embargo, su vida da un gir...