Midnight Theatre [2Min]

ESCENA X

Odio

No es más que el sentimiento de repulsión hacia alguien, el deseo de rechazar o destruir aquello que genera disgusto.

Sí.

Quería hacerlo, quería eliminar a los humanos.

Y nadie podía juzgarlo, nadie.

No porque cuando asesinaron a sus padres ninguno les tuvo piedad.

Y justo estaba ahí , mirándoles con desprecio-con aquellas orbes en tonos naranja-rojizo que tanto le caracterizaban cuando estaba molesto, colérico-Aquella noche de luna llena, donde el sol se había ocultado dando paso a esta; una preciosa luna que presenciaría el asesinato de dos humanos, dos traidores.

Después de un largo tiempo, los había encontrado...

-Fueron ustedes ¿cierto?

Ni la más mínima sonrisa se dibujaba en sus labios, con su simple presencia era más que suficiente para llenarlos de temor, ni siquiera valía la pena el ser tan cínico y mucho menos estaba de humor para serlo. Tenía unas ganas inmensas de arrancarles la cabeza tan lentamente, que su dolor sería agobiante y satisfactorio.

Y lo haría, claro que lo haría.

Pero antes quería saber, necesitaba saber...

- ¿Por qué?

¿Por qué lo habían hecho? ¿Porque justamente sus padres? ¿Qué razones tenían para asesinarlos?¿Por qué ellos? ¿Por qué?

Y aunque no tuvieran sangre humana corriendo por sus venas, sus padres eran seres que siempre estarían a favor del bien, con valores; quienes no dudarían en ayudar a cualquiera, a quien sea que fuera.

Antes de aquella estúpida guerra, dominaba la paz y con ello la tranquilidad de saber que, aunque necesitaban ocultar ciertas dotes que poseían; podían convivir con los humanos como cualquiera.

Su familia era respetada y admirada por ambos bandos, tanto humanos como vampiros.

Ayudaron a un sinfín de mortales y todo para que esos malditos asquerosos humanos los traicionaran, se aprovecharon de la nobleza de sus padres, defraudaron su confianza.

Y aunque sí, su padre tuviera un carácter intimidante; este solo era para imponer.

"No puedes confiar en cualquiera Kibum, todos pueden llegar a traicionarte en algún momento de debilidad".

Y tenía razón.

Porque lo habían traicionado a él, justo al ser que más admiraba y apreciaba en todo ese asqueroso mundo. Un hombre justo, fuerte y lleno de valores.

Le habían visto la cara, no supo bien cómo sucedieron los hechos, pero sabía que estos habían entrado por la puerta principal pidiendo ayuda y en un descuido, en un abrir y cerrar de ojos ya habían atravesado el pecho de su padre con una espada-espada especialmente forjada para matar vampiros-todo por querer proteger a su madre y, sin embargo, había sido en vano pues este objeto los había atravesado a ambos. Perdiendo la vida al instante, abriendo fuego a la mansión y eliminando los cuerpos por completo. Malditos.

Y ahora, los tenía ahí.

Tirados en el suelo como sucias sabandijas.

Habían resultado ser una parejita de cazadores, la mirada que le brindaban a kibum era desafiante-no le tenían miedo- y él lo sabía.