Narra TN:
Habíamos llegado a la aldea Dalmally, una pequeña comunidad cercana a la prisión de Baste. Diane, siempre impulsiva, corrió con Meliodas en sus manos, desesperada por encontrar ayuda. Su tamaño de gigante solo causó pánico entre los aldeanos, que corrieron asustados al verla. Hawk y Elizabeth, sin perder tiempo, corrían tras de ella, tratando de calmar a los aldeanos y asegurarles que no había peligro.
—¡Diane, espera! —gritó Elizabeth—. Nosotros buscaremos a un doctor. Por favor, deja que nos encarguemos.
Diane se detuvo a regañadientes, mirando a Elizabeth con una mezcla de preocupación y frustración.
—Pero... ¡Meliodas está herido! Necesitamos ayuda ahora —dijo Diane con voz temblorosa.
—Lo sé, pero asustar a los aldeanos no nos ayudará a encontrar ayuda más rápido —respondió Elizabeth con calma—. Confía en nosotros.
Diane suspiró y aceptó de mala gana, dejándose caer al suelo con Meliodas aún en sus manos.
Mientras tanto, yo los seguía con calma, observando la escena sin prisa. La actitud despreocupada molestaba visiblemente a Diane, quien me lanzó una mirada furiosa.
—¡¿Cómo puedes estar tan tranquila?! —exclamó Diane, con la voz llena de indignación—. ¡Meliodas está herido y tú actúas como si no pasara nada!
Le devolví la mirada, mi rostro impasible.
—Meliodas no es mi capitán. Lo que le suceda a él no es de mi importancia ni preocupación —respondí fríamente.
Diane apretó los dientes, claramente enfurecida por mi respuesta, pero no dijo nada más.
Al cabo de unos minutos de búsqueda, Elizabeth y Hawk lograron encontrar a un doctor dispuesto a ayudarnos. Nos dirigimos rápidamente a su casa, y el médico examinó a Meliodas con cuidado.
—Sus heridas son graves, pero con el tratamiento adecuado debería recuperarse pronto —dijo el doctor—. Haré todo lo posible por ayudarlo.
Elizabeth asintió agradecida, mientras Diane observaba con preocupación. Yo, por mi parte, mantuve mi distancia, observando la situación sin involucrarme más de lo necesario. A pesar de nuestras diferencias, sabía que necesitábamos a Meliodas en buenas condiciones para continuar nuestra misión.
El doctor nos guió al interior de su casa y llevó a Meliodas al segundo piso, donde tenía su sala de tratamiento. Diane, debido a su tamaño, se quedó afuera, mirando con preocupación desde la ventana. Podía ver la tensión en su rostro mientras observaba cada movimiento del doctor a través del vidrio.
Dentro de la habitación, Elizabeth, Hawk y yo nos quedamos observando cómo el doctor atendía a Meliodas. Me mantuve un poco más apartada, analizando cada movimiento del doctor mientras él trabajaba con destreza. El doctor preparó un líquido y se lo dio a Meliodas.
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El Sacrificio de la Traición - Meliodas x TN
FanfictionTN traiciona a su clan para salvar a Meliodas y Elizabeth, pero su acto heroico le cuesta caro. Maldecida por las deidades, vive con un vacío emocional que la separa de todos y una magia que destruye su memoria y vitalidad cada vez que la usa. Ahora...