20. Camelot.

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La llegada de los Pecados a Camelot había sido tranquila hasta que un temblor repentino sacudió la ciudad

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La llegada de los Pecados a Camelot había sido tranquila hasta que un temblor repentino sacudió la ciudad. Un inmenso Albion, un monstruo demoníaco, apareció en el horizonte, lanzando ataques devastadores contra el reino. Meliodas, Ban, King, TN, Diane, Elizabeth, Hawk y Merlin avanzaban rápidamente por los bosques que rodeaban la ciudad. La sombra del inmenso Albion se proyectaba sobre ellos, su presencia tan imponente como amenazante.

—¡Ese demonio está causando estragos en Camelot! —exclamó Ban, apretando los puños—. No podemos dejar que siga destruyendo el reino.

—Exacto, Ban —respondió Meliodas con seriedad—. Tenemos que detenerlo antes de que sea demasiado tarde.

Mientras avanzaban, TN sentía una mezcla de confusión y determinación creciendo en su interior. No recordaba muchos detalles de su pasado, pero sabía que tenía un poder que podía ser crucial en la batalla que se avecinaba.

—¿Estás bien, TN? —preguntó Diane, notando la tensión en su rostro.

—Sí, sólo estoy concentrada —respondió TN, esforzándose por mantener la calma.

Finalmente, el grupo llegó a las afueras de Camelot, donde la batalla ya había comenzado. El Albion, gigantesco y monstruoso, lanzaba poderosos ataques que sacudían los cimientos del reino. Arthur, con su espada en mano, intentaba defender la ciudad, pero la fuerza del Albion era abrumadora.

—¡Merlin, cubre a Arthur! —ordenó Meliodas mientras desenfundaba su espada—. Ban, King, necesitamos tu fuerza y velocidad. Diane, ¡asegúrate de proteger a Elizabeth y TN!

—¡Entendido! —respondieron todos al unísono.

La batalla comenzó en pleno. Meliodas, Ban y King se lanzaron al combate, coordinando sus ataques para intentar dañar al Albion. Sin embargo, la criatura era formidable, y sus golpes eran tan devastadores que apenas podían mantener el ritmo.

TN, observando desde la distancia, sentía la creciente necesidad de hacer algo más. Sabía que poseía un poder oscuro en su interior, pero no recordaba las consecuencias de usarlo. Aun así, al ver a sus amigos en peligro, no pudo quedarse de brazos cruzados.

—No puedo permitir que esto continúe —murmuró TN para sí misma.

Tomando una decisión, TN activó su poder demoníaco. La oscuridad envolvió su cuerpo mientras su energía aumentaba, desatando un torrente de poder que resonó en el campo de batalla. No entendía del todo cómo controlarlo, pero sabía que necesitaba ayudar.

—¡TN, no! —gritó Meliodas al verla en esa forma—. ¡Recuerda lo que pasó la última vez! ¡No quiero que te ocurra lo mismo!

TN lo miró confundida, sin entender a qué se refería Meliodas, pero siguió adelante. Se lanzó al ataque, su magia demoníaca impactando al Albion con fuerza, creando una apertura para que Meliodas y los demás pudieran asestar golpes críticos. Sin embargo, la energía de TN comenzó a desvanecerse rápidamente, debilitándola a medida que continuaba luchando.

El Sacrificio de la Traición - Meliodas x TNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora