08. El Peso del Pasado.

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Habian pasado dos dias desde que los pecados capitales tomaron rumbo hacia la necropolis

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Habian pasado dos dias desde que los pecados capitales tomaron rumbo hacia la necropolis. Mientras Meliodas y Elizabeth desayunan en la cocina, Hawk está preparando el desayuno. Elizabeth le dice a Hawk con una sonrisa.

—Oye, Hawk, deberías soltar un poco a Meliodas cuando lo amarras por la noche. Si no, no va a poder descansar bien.

Hawk, sin apartar la vista de la cocina, responde con un tono serio:

—No puedo. Si lo dejo libre, terminará de tocon. Mejor asegurarse de que esté atado.

Meliodas, con una sonrisa juguetona, añade:

—¿Y si Elizabeth lo hiciera la próxima vez? Podría ser un juego interesante.

Elizabeth, sonriendo ligeramente, le responde:

—Meliodas, a veces eres un caso. Pero no me importa intentar algo nuevo.

En ese momento, TN baja lentamente las escaleras, luciendo visiblemente cansada. Meliodas, al verla, se preocupa y le dice:

—¿TN? Pareces agotada. ¿No dormiste bien?

TN, con una mueca de cansancio, responde:

—Preferí dormir en el suelo en lugar de compartir la cama con ustedes. Los ronquidos de Ban no son tan malos comparados con las cosas raras que podrían hacer ustedes dos...

Ban, que está acercándose a la mesa, bromea con una sonrisa:

—¡Oye, no es tan malo! Te prometo que compensaré tu mal sueño con un desayuno delicioso.

Meliodas insiste amablemente:

—Podrías venir a dormir con nosotros, si quieres. Siempre hay espacio.

TN, con un tono decidido, dice:

—Gracias, pero prefiero el suelo. No quiero interrumpir el sueño de ustedes.

Hawk mira a TN con simpatía, mientras Meliodas y Elizabeth conversan, TN se une a Ban en la cocina. Meliodas, observando a TN y Ban, no puede evitar sentirse intrigado por la interacción. Elizabeth, notando la mirada de Meliodas, comenta con una sonrisa:

—Parece que Ban está haciendo todo lo posible por compensar el mal sueño de TN con ese desayuno.

Meliodas, mirando a TN y Ban, responde:

—Sí, parece que se llevan bien.

TN, mientras toma un plato de desayuno con Ban, le dice en tono agradecido:

—Gracias por el desayuno, Ban. Aunque los ronquidos de anoche fueron una pesadilla, al menos puedo contar con una buena comida.

Ban responde con una risa:

—¡Siempre es un placer! Y, por cierto, intentaré no hacer tanto ruido esta noche. Prometido.

Meliodas se vuelve hacia Elizabeth y continúa la conversación, mientras TN se acomoda en la mesa con Ban.

El Sacrificio de la Traición - Meliodas x TNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora