TN traiciona a su clan para salvar a Meliodas y Elizabeth, pero su acto heroico le cuesta caro. Maldecida por las deidades, vive con un vacío emocional que la separa de todos y una magia que destruye su memoria y vitalidad cada vez que la usa. Ahora...
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Hace más de 3000 años, en medio de una guerra que sacudía los cimientos del mundo, TN estaba en el epicentro de un conflicto que cambiaría su vida para siempre. La traición había sido su única arma en una batalla desesperada para proteger a Meliodas y Elizabeth. Sin embargo, sus acciones no pasaron desapercibidas para las deidades supremas.
—¿Por qué, TN? —rugió la suprema deidad de los ángeles, su voz resonando como el eco de una tormenta. —¿Por qué traicionaste a tu clan por ellos?
TN, con el corazón palpitante y la determinación en sus ojos, se mantuvo firme.
—No podía quedarme de brazos cruzados. Meliodas y Elizabeth son la clave para un futuro mejor. Mi sacrificio es solo un precio a pagar por la esperanza.
El aire se volvió frío mientras la deidad alzaba su mano, y un brillo cegador la envolvió.
—Entonces pagarás el precio de la soledad eterna. Te condeno al Vacío.
TN sintió una ola de vacío emocional arrolladora, como si todo el amor y la conexión que alguna vez conoció se desvaneciera en un abismo sin fin. Miró a su alrededor, viendo a Meliodas y Elizabeth alejándose en la distancia, incapaz de acercarse a ellos sin que su propio corazón se rompiera en pedazos.
Pero la maldición del Vacío no fue la única que la esperaba. El Rey Demonio, que observaba desde la oscuridad, avanzó con un aire de furia.
—¡Así que esta es la heroína que desafía a los dioses!— exclamó el Rey Demonio. —Traicionas a tu clan, pero crees que mereces salvar a otros. ¿Crees que puedes salirte con la tuya?
TN lo miró con determinación, aunque su cuerpo ya temblaba por el peso de la primera maldición.
—Haré lo que sea necesario para proteger a los que amo. No me detendrás.
—Entonces conoce el dolor de la verdad — dijo el Rey Demonio, extendiendo su mano hacia ella. —Te impongo la Maldición del Olvido Corrupto. Cada vez que uses tu magia, perderás parte de ti misma.
Con un gesto final, el Rey Demonio selló su destino. TN sintió como si su propia vitalidad se desvaneciera, transformándose en una energía oscura que destrozaba todo a su alrededor. Sus recuerdos se deslizaban fuera de su mente como agua a través de los dedos, dejándola más débil y confusa con cada uso de su magia.
—¡No! ¡No es justo!— gritó TN mientras caía de rodillas, el dolor y el vacío combinándose en un tormento interminable.
—¡Así es el precio de la traición!— resonó la voz del Rey Demonio mientras desaparecía en la oscuridad.
Ahora, con su corazón vacío y su cuerpo desgarrado por la energía oscura, TN se encontraba en una existencia de sufrimiento. Sus intentos de ayudar a Meliodas y Elizabeth solo llevaban más destrucción a su vida y al mundo que la rodeaba. Cada paso era una batalla contra el dolor, el olvido y la corrupción.
En medio de la ruina y la desesperanza, TN buscaba una salida, aferrándose a la esperanza de que un día, podría encontrar una manera de romper las cadenas de su destino y redimir su alma perdida en la tormenta de la historia.
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