19. Un Dia para Recordar.

72 6 0
                                    

El sol comenzaba a filtrarse por las ventanas de la taberna, bañando el lugar con una cálida luz dorada

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El sol comenzaba a filtrarse por las ventanas de la taberna, bañando el lugar con una cálida luz dorada. Los Pecados Capitales aún se encontraban en Liones, disfrutando de un breve respiro tras sus últimas aventuras. Meliodas, con una sonrisa de complicidad en su rostro, se acercó a TN, quien estaba sentada en una de las mesas, observando el ambiente con cierta curiosidad.

—TN, ¿qué te parece si nos echas una mano en la taberna hoy? —sugirió Meliodas con su habitual tono despreocupado—. Estoy seguro de que atraerías a muchos clientes con tu encanto. Además, podrías trabajar junto a Elizabeth y Diane. ¡Sería divertido!

TN parpadeó, sorprendida, pero asintió con una sonrisa suave. Aunque no entendía del todo la dinámica del grupo, se sentía agradecida por la oportunidad de ayudar y de estar más cerca de ellos.

Meliodas se levantó y fue a uno de los estantes tras la barra, sacando un conjunto de ropa envuelto cuidadosamente. Con una expresión traviesa, se lo entregó a TN.

—Aquí tienes, TN —dijo, extendiendo la vestimenta—. Es el uniforme de la taberna. Es perfecto para ti.

TN tomó la ropa con curiosidad y la desplegó. Era un atuendo sencillo pero coqueto: una polera rosada con vuelos y una falda corta que combinaba con el estilo del lugar. Se sonrojó ligeramente, notando lo revelador que podía ser, pero decidió no hacer ningún comentario.

—Espero que te guste, aunque estoy seguro de que te verás genial —añadió Meliodas con una sonrisa de satisfacción.

TN mira la ropa curiosa, para luego ver que Diane y Elizabeth llevaban el mismo conjunto. Se dirigió a la habitación a cambiarse para luego cambiar con el atuendo puesto.

Meliodas observaba la escena con una mirada juguetona. Mientras TN se acomoda el corbatin, se acercó a ella, inclinado ligeramente hacia adelante.

—TN, el uniforme te queda de maravilla —comentó Meliodas con un tono travieso, lo suficiente para hacer que Diane alzara una ceja, sorprendida—. Me pregunto cuántos clientes vendrán solo para verte hoy.

Diane, que siempre había estado atenta a los comportamientos de Meliodas, notó algo extraño en sus palabras. Desde hacía tiempo, había percibido una cierta lejanía entre Meliodas y Elizabeth, pero ahora, verlo comportarse de esta manera con TN la dejaba perpleja. Sin embargo, decidió no decir nada, optando por observar en silencio.

(...)

La taberna estaba llena de actividad, como era habitual cuando los Pecados Capitales estaban en Liones. El bullicio de las conversaciones y las risas de los clientes llenaban el ambiente, mientras TN, Elizabeth y Diane atendían a los comensales con una mezcla de gracia y eficiencia.

Meliodas, desde su posición detrás de la barra, no dejaba de observar a TN mientras ella trabajaba. Aunque mantenía su actitud relajada y despreocupada, había algo en su mirada que indicaba que estaba profundamente interesado en cómo se desenvolvía. Cada vez que TN pasaba cerca de él, no podía evitar hacer algún comentario juguetón.

El Sacrificio de la Traición - Meliodas x TNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora