𝐶𝑟𝑢𝑠ℎ // 𝐻𝑢𝑛𝑡𝑒𝑟 𝑥 𝐿𝑒𝑐𝑡𝑜𝑟𝑎 [PAUSADA TEMPORALMENTE]

☆𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 31☆

Pov _____:

—Así que entonces te peleaste con esa chica —dijo Emira cruzando de brazos, mirándome con una mezcla de sorpresa y diversión.

—Sí, podría decirse que le pateé un poco el trasero —contesté orgullosa mientras cerraba mi casillero, intentando no dejar que el entusiasmo en mi voz fuera demasiado evidente.

—¿Sabes? Es extraño que justamente te hayas peleado con la chica que besó al Guardia Dorado —dijo Emira, levantando una ceja con sospecha.

—¿Ah, sí? Qué coincidencia... debe ser porque entonces esa chica ya tiene un historial de ser una idiota —respondí con indiferencia, fingiendo que no sabía la verdad.

—Ajá... claro... —respondió Emira, rodando los ojos.

—Igual, eso no influyó en nada. Después de lo que dijo de Eda, lo último que me habría importado es que esa idiota haya besado a ese tipo.

Emira me miró con una sonrisa torcida, como si supiera algo que yo no quería admitir.

—Seguro, seguro. 

Resoplé, tratando de parecer indiferente.

—Mira, Em, no me importa lo que hizo con él. Ella cruzó una línea al hablar de Eda. Y nadie, absolutamente nadie, se mete con mi familia —contesté, tratando de sonar convincente—. Pero, quizás también se merecía eso. Digo, besar a alguien sin su consentimiento, ¡qué asco!

Emira dejó escapar una risa suave y se acercó un poco más, apoyándose contra los casilleros con los brazos cruzados.

—De acuerdo, entiendo tu punto. Pero, ¿de verdad no sientes nada cuando ves a alguien más cerca de él?

Sentí un nudo en el estómago al escuchar su pregunta. Intenté mantener la compostura, pero sabía que Emira era buena leyendo entre líneas. No podía engañarla tan fácilmente.

—Y sigues con eso —respondí, rodando los ojos—. Ya te dije que me da igual, no es algo que me importe.

Ella dejó escapar una risa suave, cruzando los brazos mientras me miraba con una mezcla de paciencia y escepticismo.

—Sí, claro. Totalmente indiferente, ¿verdad? —dijo, su tono lleno de sarcasmo.

—¡Exacto! —respondí, tratando de sonar convincente—. Ya te dije que me da igual. No es algo que me importe.

—Claro, porque tu reacción en el baño fue solo un ejemplo de indiferencia total, ¿verdad? —Emira rodó los ojos—. Vamos, _____, puedes ser honesta conmigo.

Suspiré, sabiendo que no iba a poder convencerla fácilmente. Pero, al mismo tiempo, no quería admitir lo que realmente sentía.

—Mira, Em, lo que me molesta es que esa chica crea que puede decir lo que quiera de Eda y salir impune. Eso es todo —contesté, cruzando los brazos en un intento de protegerme emocionalmente—. Dijo las palabras equivocadas en el momento equivocado y pagó las consecuencias. Además, eso también les enseñará a todos que no se metan con _____ Clawthorne. Ya suficiente he aguantado toda mi vida siendo discriminada por usar magia salvaje como para seguir soportando estas estupideces de una idiota.

Emira asintió lentamente, sus ojos examinando mi rostro en busca de una chispa de sinceridad detrás de mi ira.

—Entiendo que te sientas así. Pero, ¿no crees que eso también puede volverse en tu contra? Esa reacción podría darles más razones para hablar mal de ti.

—¿Y qué? —repliqué, sintiéndome impulsiva—. Siempre van a encontrar una razón para hacerlo. No me importa. Estoy cansada de que la gente crea que puede tratarme como quiera solo porque tengo una reputación.