☆𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 3☆

1.2K 144 52
                                    

Pov _____:

Me detuve en seco al escuchar la voz detrás de mí y me sobresalté ya que venía muy despistada como para darme cuenta que había alguien que me seguía. Giré lentamente para encontrarme cara a cara con el Guardia Dorado, quien estaba parado frente a mí con una postura seria pero curiosa.

—¡¿Tú?! —exclamé, sintiendo cómo el corazón me latía con fuerza en el pecho. Era como si lo hubiera invocado de alguna manera.

Él mantenía una postura seria pero curiosa, observándome con atención.

—Pareces sorprendida —dijo con calma, su voz resonando en el aire—, pero hace tan solo unos minutos te escondías detrás del chico Blight.

—¿Conoces a Edric? —pregunté confundida, tratando de procesar la información mientras la sorpresa seguía latente en mi rostro.

—Primero responde mi pregunta, luego yo responderé las tuyas.

Rodeé los ojos con exasperación y decidí seguir mi camino, tratando de aparentar desinterés.

—Pff, como sea, no me interesa. Si no quieres responder, está bien —dije, fingiendo indiferencia.

Sin embargo, antes de que pudiera alejarme demasiado, el Guardia Dorado se teletransportó justo delante de mí, demasiado cerca para mi comodidad, bloqueando mi camino y obligándome a detenerme abruptamente.

—Bueno, pero a mí sí me interesa saber tu respuesta —dijo con firmeza, su presencia imponente llenando el espacio entre nosotros.

—¿Podrías apartarte? Quiero irme a casa —dije, con un deje de molestia en mi tono.

—Oh, por supuesto. Pero primero, responde mi pregunta.

—¿Por qué te interesa tanto? —pregunté, frunciendo el ceño ante su persistencia.

Él se tomó un momento para responder, acariciando suavemente la barbilla de su máscara con un gesto pensativo.

—Bueno, déjame pensar... —dijo, con un toque de humor en su tono—. Tal vez porque te ayudé el otro día. Al menos esperaba un "hola".

—¿Y ahora crees que vamos a ser amigos o algo así? —pregunté, dejando escapar una risa irónica—. Mira, no sé por qué me ayudaste en esa ocasión. Te lo agradecí en su momento, pero eso no cambia el hecho de que tú trabajas para Belos.

—Auch, eso duele —comentó, con un tono irónico—. Pero aún quiero saber la respuesta a mi pregunta.

—Eres tan molesto —dije, mi paciencia alcanzando su límite.

—Tal vez no lo sería tanto si tú hicieras lo que te pido —respondió con calma, aunque su tono dejaba entrever cierta determinación.

Me quedé en silencio unos segundos, tratando de procesar su respuesta, antes de finalmente hablar.

—Me enteré de que eres la mano derecha de Belos, te llaman... el Guardia Dorado, ¿no es así? Y como recientemente he oído sobre ti, supongo que te ascendieron hace relativamente poco —expliqué, buscando comprender mejor su posición—. Entonces, ¿por qué NO debería esconderme de la mano derecha del enemigo más grande de mi familia?

Él asintió, como si estuviera procesando mis palabras.

—Mmhh, tienes un punto, supongo —respondió, su tono manteniendo una seriedad reflexiva—. Aunque no deberías preocuparte por mí por el momento. Mientras no le sigas causando problemas a mis compañeros, todo estará bien.

—Pero es tan divertido ver a esos idiotas molestarse —protesté, haciendo un puchero infantil—. Como sea, respondí tu pregunta. Ahora responde la mía.

𝐶𝑟𝑢𝑠ℎ // 𝐻𝑢𝑛𝑡𝑒𝑟 𝑥 𝐿𝑒𝑐𝑡𝑜𝑟𝑎 [PAUSADA TEMPORALMENTE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora