𝐶𝑟𝑢𝑠ℎ // 𝐻𝑢𝑛𝑡𝑒𝑟 𝑥 𝐿𝑒𝑐𝑡𝑜𝑟𝑎 [PAUSADA TEMPORALMENTE]

☆𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 28☆

Pov _____:
 
Salí corriendo.

Me dirigí apresuradamente hacia la salida de la escuela, sintiendo la urgencia de alejarme de todo lo que acababa de presenciar. Mis pensamientos eran un torbellino de emociones encontradas: confusión por lo que acababa de ver, frustración por mis propios sentimientos y una sensación de desánimo que me abrumaba. 

A pesar de que me faltaban dos clases más, no podía soportar la idea de quedarme en ese lugar. Mientras corría, trataba de contener las lágrimas que amenazaban con salir. ¿Por qué me afectaba tanto? No entendía por qué algo así me hacía sentir tan mal. Y odiaba eso.

Finalmente, alcancé la puerta principal y salí al exterior. Comencé a caminar por el bosque, un poco más tranquila. Aún así a paso rápido, necesitaba llegar a mi casa lo antes posible. Odiaba esto, odiaba que sus acciones me afectaran, odiaba que sus palabras me afectaran, lo odiaba a él.

Seguí caminando, mi mente perdida en miles de pensamientos, cuando de repente vi una ráfaga roja y algo apareció en frente mío, haciendo que choque y caiga al suelo. 

Me encontré en el suelo, aturdida por la sorpresa del choque. Levanté la vista y me encontré con Hunter, parado frente a mí con una expresión que no lograba descifrar.

Perfecto, lo que me faltaba.

—¡Qué demonios! —exclamé, sorprendida y enojada.

—Te vi correr de Hexside como si el mismísimo Titán estuviera persiguiéndote —observó con curiosidad—. ¿Qué pasó?

Me puse de pie, sacudiendo la tierra de mi ropa con rapidez.

—No es asunto tuyo —respondí con frialdad, tratando de ocultar la mezcla de emociones que bullían en mi interior—. ¿Y podrías dejar de hacer eso? Estoy cansada de chocar contigo.

Hunter arqueó una ceja, como si disfrutara de mi irritación. Se acercó un paso más, quedando a una distancia incómodamente cercana.

—¿Cansada de chocar conmigo o cansada de que te provoque emociones que no puedes controlar? —sugirió con una sonrisa juguetona en los labios.

Sentí que mi frustración aumentaba. No quería darle el gusto de saber cómo me afectaba, pero era difícil ignorar la tensión entre nosotros.

—¿De qué mierda estás hablando? —espeté, mi paciencia agotándose.

Hunter mantuvo su sonrisa, pero sus ojos mostraban una seriedad que no había notado antes.

—Sabes exactamente de lo que estoy hablando —dijo con calma—. No soy ciego, _____, puedo ver cómo te afectó que la chica esa me haya besado.

Comencé a reír, tratando de ocultar el torbellino de emociones dentro de mí.

—¿Tú de verdad crees eso? —dije con una sonrisa forzada—. Por favor, eso no pudo haberme importado menos.

Él levantó una ceja, claramente no convencido por mi actuación.

—Entonces, ¿por qué corriste como si el mundo se estuviera acabando? —preguntó, dando un paso más cerca de mí—. Y no me digas que no te importa, porque sé que no es cierto.

Sentí que mi fachada comenzaba a resquebrajarse, pero me aferré a ella con fuerza.

—Corrí porque... mi mamá me dijo que debía ir rápido a casa —respondí, tratando de sonar convincente—. No todo gira alrededor tuyo, ¿sabes?

Hunter suspiró, su expresión mostraba que no estaba convencido por mi excusa.

—¿En serio? ¿Esa es la mejor excusa que se te ocurrió? —preguntó, cruzando los brazos—. Porque no parece que ahora estés corriendo a casa por un mandato urgente de tu mamá.