𝐶𝑟𝑢𝑠ℎ // 𝐻𝑢𝑛𝑡𝑒𝑟 𝑥 𝐿𝑒𝑐𝑡𝑜𝑟𝑎 [PAUSADA TEMPORALMENTE]

☆𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 4☆

Pov _____:

Miré la hora nuevamente.

—¡¿02:13?! —exclamé con furia, dejando escapar un suspiro de frustración. La noche avanzaba y el sueño seguía siendo un visitante esquivo—. Quizás debería tomar más de la poción... —murmuré mientras me levantaba para buscar el frasco que contenía el líquido que me ayudaba a dormir.

"Deberías dejar de depender tanto de eso, te podría hacer mal a la larga."

Recordé las palabras de Edric, que resonaron en mi mente con una claridad inquietante. Me detuve antes de agarrar el frasco, reflexionando sobre su advertencia.

—Quizás tiene razón... —me dije a mí misma, bajando la mano—. Tal vez debería salir a tomar aire y despejarme —decidí, con la esperanza de que el aire fresco y el movimiento me ayudarían a relajarme.

Me alisté rápidamente, poniéndome una chaqueta y asegurándome de estar lo suficientemente abrigada para la fría noche. Agarré a mi palismán, con cuidado abrí la ventana de mi habitación. La noche estaba tranquila, el cielo despejado permitía ver un manto de estrellas titilantes. Monté en mi palismán y, con un suave impulso, comenzamos a volar.

Al volar sobre Bonesborough, observé las luces brillantes del mercado nocturno, lo cual llamó mi atención. El bullicio y la energía del lugar parecían una distracción perfecta para mi mente inquieta.

—Podría dar un paseo por allí —murmuré para mí misma, guiando a mi palismán hacia el mercado.

Aterricé suavemente en una esquina menos concurrida y caminé hacia el mercado, sintiéndome atraída por las luces y los sonidos que llenaban el aire.

Las calles estaban llenas de puestos que vendían de todo, desde pociones y artefactos mágicos hasta alimentos exóticos. Los vendedores anunciaban sus productos en voz alta, tratando de atraer la atención de los compradores nocturnos.

Pasé por un puesto que vendía dulces y no pude resistirme a comprar algunos. Tanto no dormir me generaba hambre.

Continué mi paseo, hasta que de repente, un puesto que llamó mi atención. Entre los objetos curiosos y fascinantes, vi un anillo con detalles plateados y dorados con fascinación, sintiendo una atracción inexplicable hacia él . Pensé por unos segundos. ¿Debería? Sí, debería. Sigilosamente me acerqué al puesto, mis pasos se volvieron más cautelosos, asegurándome de no llamar la atención del vendedor.

Aprovechando un momento en que el vendedor estaba distraído atendiendo a otro cliente, deslicé mi mano hacia el anillo. Con movimientos rápidos y precisos, logré desengancharlo de su soporte y ocultarlo hábilmente en el interior de mi chaqueta.

—¡Ja! Eso fue fácil —celebré en voz baja, comenzando a alejarme del puesto con pasos rápidos pero aparentemente tranquilos.

Mi tranquilidad se rompió cuando oí al vendedor gritar.

—¡Oigan! ¡Alguien robó mi anillo!

Miré rápidamente a mi alrededor, notando que algunas personas comenzaban a voltear en dirección al puesto. Sin perder más tiempo, empecé a caminar más rápido, tratando de no parecer sospechosa, pues mi reputación no era la mejor.

A medida que me alejaba de toda la multitud y me adentraba en una calle más tranquila, decidí aumentar aún más mi paso para definitivamente salir de allí. La adrenalina aún corría por mis venas, y mi corazón latía con fuerza. Doblé una esquina rápidamente sin prestar demasiada atención y de repente me choqué con algo, o en este caso, con alguien.