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Dentro del departamento de la protagonista los besos fueron pidiendo cada vez más, ya ninguno se estaba conformando con solo tocar sus labios, se extrañaban, y eso se notaba demasiado.

Nicole tomó la iniciativa y sacó la remera del chico, como para demostrarle a lo que quería llegar con ese beso.

Tuvieron que separar sus labios por unos segundos para que Mateo pueda sacarse del todo la prenda, y antes de volver a unirlos este se mordió los labios con una leve sonrisa, para después besarla nuevamente atrayendo el cuerpo de ella hacia el de el, con las manos en el culo apretándoselo.

Siguieron el beso, el buzo de Nicki tampoco tardó mucho en desaparecer, y una vez descubierta, el chico fue bajando las tiritas del vestido mientras acompañaba el movimiento con besos húmedos bajando por su cuello.

Se alejó un poco para mirarla, frenaron a centrarse por unos segundos en sus ojos, como provocándose con las miradas, mientras sus respiraciones se chocaban de los agitados que estaban.

Nicole quiso volver a unir sus labios, pero Mateo se alejó un poco llegando a esquivarla, y soltando una leve carcajada la dió vuelta para tenerla de espalda.

Se conocen perfectamente, saben lo que le gusta al otro, el sabe que a ella le gusta verlo controlarla, ella sabe que a el le gusta verla disfrutar; el tiempo puede borrar muchas cosas, menos la conexión de dos personas que están destinadas.

El protagonista bajó el cierre del vestido de la chica y fue descubriendo su espalda besándola en cada parte que podía. La piel de ella se erizó y costó mucho que salga de ese estado, solo el tacto de el le ponía los pelos de punta, siempre fue así, siempre va a ser así.

El vestido cayó al piso, las manos de Mateo empezaron a pasear por el abdomen y las tetas de la chica, mientras la dejaba escuchar su respiración agitada en el oído.

Su mano se fue metiendo en la ropa interior de Nicole, así empezando a manipular sus partes, haciendo que a ella se le haga imposible mantener sus gemidos en silencio, y más aun por la excitación que le provocaba la otra mano de el posada en su cuello, apretándolo un poco; mano que no duró mucho allí, ya que después necesitó las dos para causarle placer a la chica.

Las piernas de ella empezaron a temblar, indicándole a Mateo que había hecho bien su trabajo, que ya podía frenar, y eso hizo, frenó para volver a darla vuelta y volver a besarla, con ganas, con muchas ganas.

Caminaron hacia la cama sin separar ni un segundo sus labios, una vez llegaron a esta se dejaron caer, el chico quedando encima de la protagonista, moviendo un poco su cuerpo para causar un roce que calentaba aún mas la situación.

Después de unos minutos Mateo se dignó por fin a desabrochar su pantalón, buscar un preservativo y después de ponérselo, acercar su miembro a las partes de la chica, volviendo a provocar otro roce, pero esta vez ambos sin ropa.





- dale que te extraño - soltó Nicole en un suspiro ahogado, necesitando a Mateo adentro




El chico sonrió e hizo exactamente lo que la chica le pidió, lentamente la penetró, haciendo que ella inconscientemente largue un gemido de placer.

Los movimientos fueron acelerándose, los sonidos de parte de ambos también, ambos habían estado con otras pieles en ese tiempo, pero ninguno había podido sentir esa conexión que había entre ellos.

Con un movimiento Nicole pasó a estar arriba, sabía perfectamente que esa es la debilidad de Mateo, verla, y disfrutó moviéndose mientras admiraba como de a poco el chico se le iba haciendo imposible mantener el control.

Después de unos minutos ambos llegaron al orgasmo, el abrazándola por la cintura, escondiendo su cabeza en sus pechos, y ella abrazándolo por los hombros, soltando unos últimos gemidos ahogados.

Salió de encima del chico para tirarse completamente rendida a la cama, ademas de la química incomparable que había entre ambos, se había olvidado lo que era un orgasmo en este tiempo, y bastaron no mas de 15 minutos para que Mateo le regale mas de uno.

Ella se quedó recostada mirando al techo, tratando de normalizar la respiración, y calmar los latidos de su corazón, que con la rapidez con la que iba sentía que en cualquier momento se le escapaba del pecho.

Mateo se paró para ir a tirar el preservativo, y al volver se puso su pantalón, y después de juntar su remera del piso se la tiró suavemente a la chica para que se la coloque.





- que fue esto? - preguntó Nicki después de ponerse la prenda - solo te sacaste las ganas o...

- para sacarme las ganas de vos tendríamos que estar acá adentro toda la vida - respondió el chico sin dejarla terminar de hablar





Nicole sonrió, se moría si el llegaba a decirle que solo había sido una noche, y a decir verdad, era lo que se esperaba.





- *alza los hombros* yo no tengo nada que hacer, así que quedate toda la vida - respondió acercándose un poco

- *suelta un suspiro agachando su cabeza* no me quiero volver a embalar y chocarme devuelta contra la pared - agregó Mateo un poco preocupado

- no - agarrando su mejilla para levantarle la mirada - puse las paredes de goma, no te vas a lastimar

- *suelta una leve carcajada* en serio? - corriendo su mirada hacia las paredes - que original

- *se ríe ella también* te juro por mi vida que no soy la misma estúpida, no quiero seguir estando sin vos, me siento incompleta





Unieron sus miradas por unos segundos más, ella estaba super decidida a apostar toda su vida al lado de el, pero en los ojos de él había desconfianza, ya se había quedado con todo el amor en las manos una vez y se moría de miedo de que vuelva a pasar.





- te entiendo que dudes de mi - agregó Nicki al notar su duda - pero te voy a demostrar que podes confiar, me dejas?





El chico la miró unos segundos mas, haciéndose el que pensaba, aunque la respuesta era totalmente clara.




- si - asintiendo con la cabeza

COMO ANTESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora