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- a veces no caigo - soltó Nicki en un suspiro, acostada en el pecho de Mateo, ambos mirando las estrellas en la terraza de La Boca





Habían vuelto de la gira hacia ya varios días, de hecho, en dos días el artista emprendía viaje para Europa, donde allí seguiría su gira durante un mes.





- en que no caes? - preguntó el chico

- que estemos así, como antes - respondió después de alzar los hombros





Hubo unos segundos de silencio, Nicole se sentó para poder mirarlo, el chico también lo hizo.





- que te pasa? - preguntó un poco desconfiada tras los gestos del protagonista

- nada - respondió con una sonrisa poniéndole un mechón de pelo tras la oreja - yo tampoco caigo

- vos no queres caer, porque tenes miedo

- eh?

- te conozco Mateo, dudas

- *chista la lengua* de que voy a dudar?

- de mi

- ma no - negando con la cabeza, pero sin mirarla, había agachado la mirada

- *suelta una leve carcajada* no sabes mentir

- *larga un suspiro pasando sus manos por su cara* me voy un mes Nicole

- y?

- y vos te vas a Miami

- y? - insistió

- no sé - volviendo a pasar sus manos por su cara

- total si estoy con otro no te tengo que explicar nada, no somos nada - alzando los hombros





Mateo la miró queriendo morirse, pero no podía decirle nada, tenía razón, así que solo asintió con la cabeza.





- te estoy jodiendo estúpido - golpeándole el hombro - no voy a estar con nadie si ese es tu miedo, no me interesa estar con nadie, ni aunque este un año lejos tuyo, hice mucho para que hoy podamos estar acá y sufrí mucho también, no te voy a volver a perder





El protagonista volvió a asentir, le creía, estaba muy seguro de lo que escuchaba, confiaba en su mirada, en el brillo de sus ojos, pero tenía un miedo adentro del pecho que aunque luchaba por querer sacarlo se le hacía imposible.

Nicki noto dudas en el nuevamente, y volvió a soltar una carcajada, obvio sarcástica, un poco le jodía y se lo dejó saber.





- *suelta un suspiro* la verdad que siento que lo único que hago es humillarme diciéndote todo esto

- bueno entendeme - alzando los hombros - no sufriste vos sola, y yo no lo elegí

- y yo si ya se, me lo vas a seguir reprochando por mucho tiempo mas? porque no esta bueno sabes

- no te lo reprocho Nicole, te estoy pidiendo que me entiendas nomas

- te entiendo - asintiendo con la cabeza - pero la verdad que ya me siento una boluda bancándome tanta frialdad y yo dándolo todo para que confíes

- frialdad?

- no se si es esa la palabra, pero como que siento que no valoras lo que hago

- que haces? estar conmigo? eso lo hiciste siempre pero me dejaste igual





Por alguna razón Mateo estaba empeñado en decir cada vez palabras aun mas hirientes y a Nicole le estaban pegando mal.





- esta bien - asiente con la cabeza parándose - yo te amo pero tampoco la pavada, si algún día decidís confiar, ya sabes donde vivo





Sin dejarlo ni pensar ya la chica empezó a caminar para irse del lugar.

Mateo se quedó medio helado, no se lo esperaba e instantáneamente se sintió culpable porque sabía que en el fondo ella tenía razón.

No hizo nada para remediarlo, soltó un suspiro y volvió a acostarse para mirar nuevamente el cielo, tenía las cosas muy confundidas en su cabeza como para ir detrás de ella, lo único que iba a lograr era seguir arruinando las cosas.

Al día siguiente no pudo hacer otra cosa que los últimos ensayos para la gira y a la noche cenar en lo de su abuela, así que tiempo para ir a ver a Nicole no tuvo, pero no se le salió de la cabeza ni un segundo.

A la noche casi ni pudo dormir, a las 5 salía el avión, sobrevivió con sueños cortados hasta las 4am que lo pasaron a buscar para ir al aeropuerto.

Quería escribirle a Nicole pero no se animaba, y sabía perfectamente que ella no le iba a escribir, su vuelo a Miami salía esa misma mañana, pero no tenía bien en claro la hora.

Llegó al aeropuerto, despachó las valijas, sus amigos le hablaban, el casi ni escuchaba, era un ente, no estaba ahí, su cabeza solo se carcomía de la culpa por tomarse ese avión sin siquiera despedirse del amor de su vida.

Se sentó a esperar que salga su vuelo, pasó sus manos por su cara soltando un suspiro, se quería matar, ya se estaba empezando a arrepentir de todo, y nisiquiera había puesto ni medio pie en el avión.

Al despejar la vista se quedó helado, la estaba viendo, como si el mundo hubiese escuchado sus pensamientos y sus deseos de tan solo una despedida; estaba ahí, a tan solo unos metros.





- dale Mateo que ya sale - lo llamó Pedro golpeándole el hombro

- no banca - parándose

- lo perdemos Mateo dale! - tironeándolo un poco

- no se van a ir sin mi! es privado

- no podemos llegas tarde! dale! - insistió el hombre





A Mateo no le quedó otra que resignarse y hacer lo que decía su Padre, si ese vuelo no salía no llegaba al show, y eso si que no se lo podía permitir.

Nicole no lo había visto, por suerte, sino estaría muy decepcionada, mas de lo que ya estaba.

El artista fue hasta el avión, con la idea fija de salir corriendo, pero estaba entre la espada y la pared, y su carrera le pesaba más.

Subió hasta el último escalón, las azafatas estaban allí saludándolo, y el piloto también, apenas lo vio, vio una oportunidad.





- espereme, le juro que ya vuelvo, espereme - largó después de unos segundos mirándolo





No dejó ni que el hombre registre las palabras y salió corriendo, corrió casi chocándose a toda la gente que se metía en su camino, corrió hacia el último lugar donde había visto a Nicki, pero al ya estar ahí, notó que había llegado tarde al no verla.

Pasó sus manos por su cara, golpeo enojado un asiento, y con un nudo en el pecho se quedó con todo el amor en las manos nuevamente.

COMO ANTESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora