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Después de unos segundos con la mente en blanco, el protagonista se decidió por seguir corriendo, no podría haber llegado tan lejos, el se había ido hacia muy poco tiempo.

Siguió todos los carteles que indicaban el vuelo a Miami, deseando en serio no estar llegando tarde.

Derrepente la vió por el ventanal gigante que da a donde están todos los aviones haciendo fila para subir, soltó un suspiro casi rendido, se había corrido todo el aeropuerto y tenía que volver por el mismo lado.

No se rindió y siguió corriendo, corrió sin frenar ni un segundo, corrió hasta poder verla a punto de subir ese último escalón.





- Nicole! - gritó agitado





La chica se dió vuelta, al verlo quedó totalmente helada, miró a la azafata, esta le regaló una leve sonrisa mientras asentía con la cabeza, entonces Nicki asumió que le estaba permitiendo bajar.





- que haces ac...





El protagonista esperó a que se acercara, y al ya hacerlo, nisiquiera la dejó terminar de hablar, la tomó de las mejillas y la besó.

A Nicki le costó reaccionar pero claramente lo hizo y se lo siguió soltando una leve sonrisa.





- no dudo - soltó apenas se separó del beso, todavía un poco agitado - no dudo no de vos, ni de lo que sentís, te juro que te miro a los ojos y se me hace imposible dudar





El chico soltó un suspiro para hacer una leve pausa, la chica no pudo hablar porque ya estaba al borde de las lagrimas.





- me cago de miedo, no te voy a mentir, pero es el miedo a perderte devuelta, a estar son vos, no a que vos la cagues





Mateo volvió a tomarla de las mejillas para limpiarle un par de lágrimas que había visto caer.





- y perdóname si me mostré frío, perdóname por todo

- *niega con la cabeza* perdóname vos a mi por dejarte solo, te juro que es una culpa que me va a perseguir toda mi vida

- *chista la lengua* ma no Nicole, lo necesitábamos para extrañarnos, para crecer, ahora sabiendo lo que es estar lejos del otro, nos vamos a agarrar mas fuerte todavía

- yo no te pienso soltar nunca más

- yo tampoco - respondió sonriendo





Volvieron a besarse, sintiendo los mismos chispazos en el cuerpo que en el primer beso, sintiendo la conexión intacta, el amor de ambos, sintiendo que al rededor de ellos no existía nada, solo ellos.

Pero no...





- como que hay doscientas personas esperándome - soltó Nicki separándose del beso





Mateo levantó la mirada mirando por las espaldas de ella y soltó una carcajada.





- anda - soltándola

- te voy a extrañar - habló sosteniéndole la mano como si no pudiera alejarse

- *sonríe* yo también - dándole un beso en la frente - pero pasa rápido, vas a ver

- te amo - largó después de responderle la sonrisa

- te amo





Se dieron un corto beso de despedida, y a la chica no le quedó otra que volver al avión, pero esta vez mas feliz, con el corazón mas sano y que le explotaba de amor.

Mateo parecía que no podía borrarse la sonrisa de la cara, pero se le ocurrió agarrar el celular y ahí se le borró en cuestión de segundos al ver los 200 mensajes y llamadas perdidas de Pedro, de Camilo y de absolutamente todo el mundo.

Empezó a correr devuelta pero esta vez en busca de su avión, ya mentalizándose de la cagada a pedos que se iba a comer por parte de su padre.

Pero para su suerte el piloto lo respaldó y se hizo cargo de haberlo dejado irse, así que Pedro se abstuvo a decirle muchas cosas.

Emprendió el viaje, comenzó la gira, la lejanía entre los protagonistas esta vez no era tan difícil, la videollamada una vez por día no podía faltar y obvio que se vivían mensajeando, además, ambos estaban muy ocupados trabajando y pasándola bien, y el sentir que se tenían el uno al otro no se los sacaba ni 200 mil kilómetros.

Hasta que por fin terminó julio, por fin aterrizaron en Argentina, por fin se iban a volver a ver.

Mateo apenas puso un pie en el piso del aeropuerto le mandó un mensaje a Nicole para avisarle de su llegada y concretar cuando se veían por fin, pero la chica hacía ya varias horas no le respondía.

El chico llegó a su casa, tiró los bolsos en un rincón de la habitación y fue directo a bañarse, disfrutando de un poco de música y de la comodidad de su ducha que no apreciaba hace tiempo.

Salió del baño con una toalla envuelta en su cintura y con otra secando sus rulos, con la idea de dirigirse a su pieza y cambiarse, pero frenó en seco al ver un sobre tirado en el piso, como si alguien lo hubiese pasado por la puerta.

Caminó confundido hasta allí, abrió la puerta para ver si veía a alguien pero al no hacerlo volvió a cerrarla, lo juntó, lo miró, solo estaba en blanco, no decía absolutamente nada.

Estando cada vez mas confundido lo abrió, encontrándose en su interior con un pasaje de avión, hacia un destino bastante particular, el cual le dejó bien en claro quien le había mandado ese sobre.




Recuerdo




- sabes donde me gustaría ir las próximas vacaciones? - soltó Nicole en el avión de vuelta de Jamaica, un viaje que habían hecho los dos en pareja

- donde? - preguntó el chico mirándola con una leve sonrisa

- a las Islas Galapagos - respondió ilusionada

- Ecuador?

- *asiente con la cabeza* ahí fueron mis viejos de luna de miel

- *sonríe* bueno nos casamos y te llevo

- bueno - sonriendo ella también - acepto



...



Sonrió recordando el momento y mirando el pasaje, pero se le borró la sonrisa automáticamente al ver que salía el vuelo en dos horas y él tenía que desarmas unas valijas y volver a armarlas devuelta.

Así que sin pensarlo mucho fue a la pieza, tiro toda la ropa de los bolsos y la dejó hecha un desastre en el piso, y puso ropa limpia en ellos, sin preocuparse demasiado por doblarlas ni dejarlas muy prolijas.

Después, emprendió viaje al aeropuerto para ir en busca del amor de su vida.

COMO ANTESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora