CAPÍTULO 14: EL CASO DE LA CONSPIRACIÓN MARTINELLI

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Solo pasó un día desde el incidente en el laboratorio de Clovertech para que saliera como titular de todos los noticieros.

EL CABALLERO FANTASMA ATACA DE NUEVO

La noticia se repetía una y otra vez. La irrupción del ladrón en el laboratorio había sido un éxito a pesar que había anunciado su robo. La policía había sido burlada como en otras ocasiones, y eso afectaba la credibilidad de todo el departamento de policía. Nunca se mencionó sobre lo que había sido robado, aunque era lógico al tratarse de un proyecto tan delicado. También se comentaba sobre la desaparición del ingeniero secuestrado, que aún no daba señales de vida. Esto me puso nervioso, dado que confiábamos plenamente en la palabra del ladrón de que habría sido liberado si cumplíamos con el robo.

Lo único que me había tranquilizado, era que ni mi nombre, ni el de Amanda habían salido a relucir. Pero no duró mucho, cuando anunciaron otra noticia relevante.

Reinaldo Benavides había anunciado su candidatura a la alcaldía de la ciudad, y en su discurso público, estaba asegurando todos los recursos disponibles para la captura del Caballero Fantasma antes de dejar su puesto de comisario y dedicarse a la campaña política. Él lucía seguro de sí mismo en el podio colocado a la entrada del departamento de policía, dirigiéndose a los reporteros que lo fotografiaban y registraban cada palabra dicha en su alocución.

Después de mirar el noticiero matutino, me vestí de manera formal para la entrevista que había concertado con Clarissa Martinelli. La notificación que había recibido indicaba que mi encuentro sería en sus oficinas a las nueve de la mañana en punto, por lo que me apresuré a tomar mi desayuno y vestirme. En poco tiempo ya estaba listo, pero antes de salir, dirigí mi mirada hacia mi cartelera con todo lo que había recabado hasta el momento.

Aunque aún manejaba poca información, ya estaba en capacidad de sacar algunas conclusiones. Tanto mi padre como Amanda estaban relacionados con el incidente del Muelle 21. Muy probablemente, el tercer involucrado en ese caso era Lucca Martinelli, y lo que ocurrió en ese lugar llevó a la muerte de mi padre. Estaba seguro que Raimundo sabía más, pero no quería decírmelo.

Sin embargo, sentía que había algo más que se me estaba escapando. Este caso guardaba mucha relevancia para muchas personas, pero no había ningún registro al respecto. La información que recopiló Slash para mí no incluía ninguna referencia al Muelle 21, ni en reportes asociados a los Martinelli. Era como si, deliberadamente, hubiera sido eliminado de los archivos.

Recordé a Benavides por un momento, pero bastó para empezar a hilvanar una nueva hipótesis.

Tal vez, ese hombre había borrado los archivos.

La pregunta que necesitaba responder ahora, era "¿Por qué?"

No tenía ninguna prueba, pero sobre Benavides, era imposible tener dudas. Sabía muy bien de lo que era capaz cuando amasaba un poco de poder. Lo viví en carne propia.

Abandoné mi casa y me dirigí al edificio donde Clarissa Martinelli me esperaba. Había ensayado una y otra vez la historia con la que podría abordarla sin que sospechara que en realidad buscaba a Lucca. Si la familia Martinelli era tan poderosa como sospechaba, no podía cometer errores. Un paso en falso, y estaría durmiendo esa noche con zapatos de cemento en el fondo del mar.

Me dirigí en un taxi hasta las proximidades del edificio y el resto del camino lo hice a pie. Me detuve por un momento en la entrada y recordé cuando solo unos meses atrás, estaba estacionado en el auto de Amanda vigilándola a ella y al señor Clemente en una supuesta infidelidad. Jamás habría imaginado que esos encuentros me llevarían a este día, sospechando de una misteriosa conexión con una familia mafiosa. Tragué saliva para ocultar los nervios y entré, encomendándome a todos los santos que podía orar en ese momento.

La Detective ImpertinenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora