30 DÍAS PARA ENAMORARLA

CAPITULO 5

No me sentía incómoda, sino extraña, no era un estilo al cual estuviera acostumbrada, mire a mi alrededor, las luces iluminaban todas las calles, mire mi reloj y eran las 7:57 pm, mire a cada lado de la calle y no había ningún auto que llamara mi atención, di media vuelta viendo el gran edificio de Wintour, cada ventanal emanaba su luz, ninguna estaba apagada, de seguro mucha gente aún seguirá trabajando, es la única razón por la que deban estar todas las luces prendidas.

Marcela: súbete- escuche detrás de mí, gire encontrándome con Marcela en un Mercedes Benz, típico auto en que se trasladan gente de esta empresa, me acerque y abrí la puerta, junto a ella esta Nelly- no tenemos todo el día solo entra- entre al auto.

Elisa: ¿y Marina?- miré a ambas.

Nelly: renuncio- la miré extrañada.

Elisa: pero ella ayer estaba...

Nelly: ¿enojada?, ¿maldiciendo a todo el mundo?- dijo obvia.

Marcela: estaba así porque renunciaría- me sonrió y Nelly también.

Elisa: oh- no sabía qué decir, ayer parecía estar de mal humor, nunca hubiera sospechado que era por eso.

Nelly: ¿no te presentarás?- alce mi vista a ella- parece que no, pero bueno, yo sí, yo soy...

Elisa: Nelly, lo sé, eres conocida igual que Marcela- ambas se miraron y sonrieron- soy Elisa...- estaba por decir mi apellido, pero Marcela cubrió mi boca.

Marcela: no digas tu apellido- me susurro, saco su mano- el chofer puede escucharlo y te perjudicaría- la mire confundida, solo era un apellido en qué podría hacerme daño, Nelly extendió su mano y se la estreche.

Nelly: un gusto- me sonrió, se acercó más a mí- te explicaremos eso de tu apellido cuando lleguemos al aeropuerto- estaba más que sorprendida, de seguro mis oídos me fallaron, no podía ser cierto, sentí una mano acariciar mi espalda.

Marcela: es tan principiante- miro a Nelly mientas acaricia en círculos mi espalda- debemos tomar un vuelo, la señora Anna quiere que vayas sí o sí.

Elisa: pero no traigo mi pasaporte y mucho menos dinero para el pasaje- ambas se rieron.

Nelly: usaremos el jet de Anna, para la madrugada volveremos.

Elisa: ¿a dónde iremos?

Nelly: oh, lo sabrás cuando lleguemos, así que abre la puerta y bajemos antes de que Anna llegue y quiera matarnos- sonreí y abrí la puerta, salí del auto y ellas seguido de mí.

Elisa: son muy sociables a comparación de ella- ambas se miraron sin entender- de Anna- continué.

Marcela: Anna es una gran persona, cuando la conoces bien, te das cuenta de muchas cosas que el mundo no te muestra de ella- solo asentí, estábamos ahí esperando, al frente del jet, que según las chicas no podemos entrar hasta que llegué Anna.

Nelly: me gusta tu vestido- la observé.

Elisa: gracias, pero no tiene comparación con el de ustedes.

Marcela: el nuestro la empresa nos los da, tú por lo menos puedes elegir- giré mi vista al escuchar el ruido de unas ruedas frenar.

Dentro de ese auto, bajo Anna y en ningún momento giro a vernos, solo camino entrando al jet.

Nelly: vayamos- las tres subimos al jet, era un espacio pequeño, pero acogedor, además de tener muchas cosas lujosas que yo sabía que jamás tendría alguna vez.