30 DÍAS PARA ENAMORARLA

CAPITULO 11

Elegí las fotos que más me gustaron, la persona que tenía al frente mío me dio una media sonrisa, parecía asustada como si esperara que la tratara mal.

Elisa: ¿algo más?- le pregunté.

Ella me miró tímidamente- nada más señorita Wintour- dio media vuelta y desapareció.

Diana: te tiene miedo- rio.

Elisa: pero ni siquiera me conoce, ¿cómo puede llegar a tenerme miedo?

Diana: deben creer que eres igual a Anna, además debes ser igual a ella- su obviedad atacándome como siempre.

Elisa: mejor vayamos junto a Brenda, ¿dónde está ella?

Diana: está en vestuario- giré para mirarla, ella me sonrió mostrándome el iPad, todo el día estuvo así, restregándome ese aparato en el rostro.

Elisa: ya entendí, sabes todo con la iPad- rodé los ojos- ¿en qué piso está eso?

Diana: en el segundo- me encamino hacia el ascensor, sentía las miradas sobre mí, pero no voltee a ver, las puertas del ascensor se abrieron y entre.

Paseamos de alguna forma en cada parte de vestuario, era como un gran armario gigante, distintos estilos de ropa, variedad de marca y distintas tallas. Me quedo observando cada prenda, revisando de las variedades que tenía, cosas así no las ves en la vida, era mejor aprovechar.

Brenda: ¿estás persiguiéndome?- di media vuelta, ella estaba junto a Nancy.

Elisa: sé que te gusta que te persiga.

Nancy: hola, ¿no?- miré a Nancy.

Elisa: hola Nancy- ella se acercó y me dio un beso en la mejilla- ella es Diana mi amiga- apunte a mi derecha.

Brenda: también es su asistente.

Nancy: me encanta tu color de cabello- se acercó a Diana, ellos se saludaron y comenzaron a hablar.

Elisa: una nueva amistad se formó- me acerqué a Brenda.

Brenda: si eso veo- me miro- ¿tienes mi celular?- saque el celular de mi bolsillo.

Elisa: ¿este?- ella asintió, intento tomarlo, pero se lo impedí.

Brenda: ¿no me lo darás?- alzo una ceja.

Elisa: con una condición- ella me miró dudando- debes salir a comer conmigo.

Brenda: ¿por qué tendría que aceptar eso?

Elisa: solo comeremos algo y nos conoceremos- me cruce de brazos- al menos que no te caiga bien- me encogí de hombros.

Brenda: bueno, salgamos- le sonreí- ¿por qué esa sonrisa?

Elisa: porque me gustas- ella apartó su mirada, pero note que sonrió. Parece que funciona.

Nancy: ¿qué tanto hablan ustedes?- voltee a ver a Nancy.

Elisa: saldré a comer junto a Brenda.

Nancy: voy con ustedes- sonó segura, Brenda la tomo del brazo y se alejaron para hablar.

Diana: ¿qué te dijo?

Elisa: que sí- la miré- además le dije que me gustaba.

Diana: vas muy rápido.

Elisa: lo sé, pero siento que funciona, saldré seguido con ella, intenta ver lugares donde pueda llevarla.

Diana: está bien- apoyo su mano en mi hombro.

Elisa: ¿algún restaurante que me recomiendes?

Diana: hablando de eso, abajo hay un auto esperándolas, Marcela dijo que estés cerca de Brenda porque irán dos camarógrafos de incógnito y sacarán fotos.

Elisa: ¿ya quieren empezar con eso de que las personas pienses que estamos juntas?

Diana: no, en realidad guardarán las fotos para tu artículo.

Elisa: está bien- suspiré, escuchamos los pasos de las chicas acercándose a nosotras- y, ¿nos vamos?

Nancy: yo me quedaré a ver el edificio, vayan ustedes.

Elisa: ¿segura?- la miré.

Nancy: sí, segura, ustedes disfruten- me dio un guiño y luego miro a Diana.

Diana: ¿qué pasa?

Nancy: deberías enseñarme el lugar, quiero conocer todo- Diana me miro y asentí para que hiciera lo que Nancy pidió.

Ambas se alejaron de nosotras, un silencio recorrió nuestro alrededor, miré a Brenda y sonreí.

Elisa: bueno, bajemos, el chofer nos está esperando.

Brenda: con gusto- me sonrió, caminamos una junto a la otra.

Llegamos a la planta baja, todos los empleados nos observaban, les debe parecer raro verme salir junto a Brenda, algunos no saben que soy la "sobrina" de Wintour y otros parecen sorprendidos de que salga de la empresa. Escuchamos movimientos provenientes de las afueras de la empresa, observe a lo lejos que había periodistas, no muchos, pero lo suficiente para darme una cierta incomodidad.

Elisa: veo que ya saben que estás aquí- ella giró a verme.

Brenda: siempre saben todo, te acostumbras- me sonrió- tú de seguro también estás acostumbrada.

Elisa: a decir verdad, no.

Brenda: y eso, ¿por qué?

Elisa: bueno, sería la primera vez que periodistas me ven- sonreí con sinceridad, ella parecía mucho más que confundida- me refiero a que nunca me gusto que sepan quién soy, por ejemplo, a tu fiesta fui porque no había medios y nadie preguntaría quién son y que hago junto a personas importantes, pero ahora que saldremos a comer de seguro me sacaran fotos contigo y querrán saber cosas sobre mí.

Brenda: ¿y por qué te arriesgas? No puedo entenderlo.

Elisa: quiero hacerlo, solo por ti- vi como se sonrojó- siento ser directa.

Brenda: no sé por qué, pero me gusta que lo seas- cruzamos la puerta saliendo a la calle, sentí los flashes sobre nosotras sin pedir permiso, tome a Brenda de la cintura y la guie al auto que estaba frente a nosotras, supe que era el auto adecuado porque nos abrieron la puerta, al entrar solté a Brenda.

Elisa: si quieres puedes darme una cachetada por tocarte sin tu permiso, te dejo hacerlo- escuche una risa por su parte.

Brenda: mejor dime a dónde iremos a comer.

Elisa: a donde nos lleve el chofer- el auto comenzó a andar- será como una sorpresa para ambas.

Brenda: bueno entonces, quiero saber de ti- la miré esperando a que prosiguiera con las preguntas que de seguro tenía en su cabeza- ¿puedo preguntar?

Elisa: claro, pregunta y yo respondo.