CAPITULO 18

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Dos días desde que deje ahí a Brenda, no he podido hablar con ella, este lugar me ha dado tanto trabajo. ¿Cómo puedo trabajar y también hacer el artículo?, ni que fuera a tener cuatro manos, pero con Anna Wintour no me puedo quejar porque lo más probable es que me despida, y se acabe mi única oportunidad para trabajar aquí.

Ahora solo me queda callarme la boca, sonreír y hacer como que todo va bien, en estos dos días no he revisado mi celular y aún no quiero hacerlo, así que solo salgo de mi oficina dejándolo ahí. Al cruzarme con Diana, ambas sonreímos, ya que es hora de irnos del lugar cuando nos subimos al auto escucho como mi amiga empieza a tararear la canción de Brenda.

Elisa: ya dime que pasa.

Brenda: no nada - suspiro, quedamos en silencio, me quedo mirando las calles de New York, veo como en cada negocio las personas van cerrando con una sonrisa en su rostro, de seguro porque ya pueden regresar a su hogar y disfrutar de su familia - ¿la has llamado?

Elisa: no tuve tiempo - sigo mirando como los faroles de luz comienzan a encenderse, ya que la noche se aproxima.

Diana: hazlo de seguro espera tu llamada, ahora tienes tiempo.

Elisa: deje el celular en mi oficina.

Diana: típico - la miré prestándole atención - estás rara ¿pasa algo?

Elisa: nada, solo que tanto trabajo me agobia.

Diana: te entiendo, llegamos al departamento y nos relajaremos, pero mañana la llamas, sabes que aún tienes que terminar "eso" para que sigamos aquí.

Elisa: lo sé, prometo hacerlo.

Estoy en el gran sofá rojo recostado, mirando el techo blanco, mientras escucho ruidos provenientes de la habitación de Diana, seguro está haciendo desastre con su ropa como pasa cada día. Miro el televisor, no entiendo nada de lo que pasa en la serie que están dando en este momento de seguro porque está en silencio, pero no quiero sacarlo, ya que me gusta estar así, tranquila.

Diana: Elisa- alzo para mirarla, se encuentra en ropa interior - tomaré algo de tu ropero, no encuentro nada que ponerme para dormir.

Elisa: está bien - el timbre de la puerta suena, me levanto, veo a Diana entrando a mi habitación.

Diana: ¡¡¡ve abre!!! - su grito vuelve a recordarme que hay alguien en la puerta, me dirijo a esta, no me pongo a pensar quién puede estar del otro lado, así que me dispongo abrir la puerta tan rápido como llego.

Elisa: ho...la - no sé por qué tartamudeo, de seguro por el hecho de que ella está al frente mío con una sonrisa tímida.

Brenda: no has contestado mis llamadas - su sonrisa desaparece, ahora está triste.

Elisa: yo...

Diana: Elisa usaré esta camisa - miro detrás de mí, Diana nos mira a ambas, pero ella sigue en ropa interior con mi camisa en su mano.

Brenda: ya veo - escucho detrás de mí, cuando voltee para verla ya solo divisaba su espalda y como se alejaba.

Diana: corre, antes de que ella crea que tenemos algo.

Salí rápidamente del departamento y corrí hacia el ascensor, pero este ya estaba bajando a la planta baja, tome las escaleras, comencé a descender de esta rápidamente, cuando llegue a la plata baja y fui hacia el ascensor, estaba a un solo un piso de abrirse, ese pequeño tiempo lo aproveche para recuperar mi respiración.

Las puertas se abrieron, ella estaba ahí al verme, no dijo nada, solo paso a mi lado como si no existiera, la tome del brazo sin hacer mucha presión, ella giró, pero se soltó de mí.

Brenda: no me toques, tus manos de seguro están sucias.

Elisa: ¿de qué hablas?

Brenda: de tu secretaria, aunque veo que son amigas con derecho.

Elisa: qué imaginación - reí, pero ella seguía enojada y celosa, eso último me gusto - ella es mi amiga, como mi hermana estaba buscando algo para dormir y tomo mi camisa.

Brenda: claro - su tono era sarcástico.

Elisa: ¿por qué te mentiría? ¿Qué gano con mentirte eh?

Brenda: no sé, pero hace dos días que no me respondes los mensajes y mucho menos las llamadas, que estuvieras con tu amiga, es una respuesta razonable.

Elisa: no respondí porque tuve mucho trabajo, lo intenté, pero no pude.

Brenda: no importa, no me importa.

Elisa: si no te importara no estarías aquí haciendo una escena - le susurre - ¿cómo supiste donde vivo?

Brenda: fui a la empresa, una chica me dio esta dirección y el número de tu piso.

Elisa: ven - la tome de la cintura y la atraje adentro del ascensor, toque el botón del piso donde está mi departamento.

Brenda: quiero irme - tomo mi mano que estaba en su cintura y la saco de ahí.

Elisa: quiero hablar contigo, por favor - la miré.

Brenda: diez minutos nada más.

Elisa: gracias.

Después de esa pequeña conversación, no hablamos hasta que entramos a mi departamento, ambas vimos a Diana en el sofá, viendo la televisión, ella giró mostrándonos una sonrisa.

Diana: ¡al fin!, tengo sueño y quiero dormir, así que seré rápida, Bren no tengo nada con Elisa, ella es mi amiga, además me gusta la pareja que hacen ustedes dos - ella comenzó alejarse - ¡¡buenas noches!!

Elisa: descansa - miré a Brenda, ella solo miraba el lugar - iré por agua, siéntate - ella solo asintió, no decía nada y eso me preocupaba.

Dejé los dos vasos de agua sobre la mesa que había al frente del sofá, me senté al lado de Bren. Ella estaba con su celular, parecía que no le importaba que estábamos las dos solas, que podríamos aprovechar para hablar, tome mi vaso y le di un sorbo al agua y cerré los ojos, el líquido era muy frío, deje el vaso de nuevo en la mesa, estaba por hablar, pero sentí sus manos tomarme de mis mejillas y hacerme girar para mirarla.

Elisa: que ha....

Sus labios estaban sobre los míos, sentir de nuevo su dulce sabor que hizo que le siguiera aquel dulce beso, necesitaba probar más de ella, pase mi lengua introduciéndole un poco en su boca para ver si reaccionaba bien, su boca se abrió un poco más permitiéndome meter más mi lengua.

Su lengua masajeaba la mía igual que la mía, la suya, no quería separarme de sus labios, eran únicos los besos que ella daba, jamás alguien me había besado así, de a poco se alejó de mí dejando su dedo índice sobre mis labios.

Brenda: ¿por qué es tan distinto? - su dedo comenzó a rozar mis labios, cerré mis ojos al sentirme cómoda con esto - ella no besa como tú, no siento con su beso, lo que siento con el tuyo - tome su dedo y me separe un poco de ella, abrí mis ojos sorprendida.

Elisa: ¿qué dijiste? ¿Quién ella?

30 DÍAS PARA ENAMORARLADonde viven las historias. Descúbrelo ahora