CAPITULO 8

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Cerré cuidadosamente la puerta del apartamento, de seguro eran más de la 1 am, Diana debe estar completamente dormida y lo mejor es no despertarla. Gire sobre mis talones, todas las luces estaban apagadas, llegar a nuestro cuarto va a ser tan difícil, más con los tacones que tenía puestos.

Diana: ¡¡¡AL FIN!!!- miré en dirección de donde provenía su voz, ella estaba sentada en el sofá.

Elisa: Diana ¿qué haces despierta aún?- me saque los zapatos para estar más cómoda y me acerque a ella.

Diana: bueno, estaba viendo las playlist en MTV y pasaron un video de Brenda Arriaga, el último que ella subió- tenía una gran sonrisa.

Elisa: ¿y qué tiene?- me senté a su lado.

Diana: ¡¡¡ella es supersexy!!!- grito y se tiró encima de mí- si llegas a salir con ella quiero conocerla.

Elisa: Diana, no creo que pase, no sé si pueda- ella se sentó de nuevo a mi lado.

Diana: ¿qué paso?- ambas nos encontramos boca arriba mirando el viejo techo.

Elisa: es una buena chica, no quiero herirla.

Diana: ella al final lo entenderá, sabrá que tenías que hacerlo para obtener un trabajo.

Elisa: ¿de verdad lo crees?

Diana: no lo sé, pero arriésgate, deja de preocuparte por ella, no perderá nada, seguirá siendo famosa, cantará, ganará mucho dinero, su mundo no cambiará, se hablará de ella unos días y te perdonará o te olvidará, luego lo superará.

Elisa: tienes razón, además necesitamos esto- suspiré pesadamente.

Dianasí- se recostó en mi hombro- en algunos días tendré mi entrevista y si consigo el trabajo dejaremos de preocuparnos constantemente por la falta de dinero- ella tiene razón, si haría esto no sería principalmente para ser parte de Vogue, sino también para cambiar nuestras vidas, ahora éramos más independientes que nunca, ya que no recibíamos ayuda financiera de nuestros padres, era hora de madurar según ellos.

Elisa: tengo una sorpresa- ella se alejó de mí, parecía ansiosa, saque la tarjeta negra y el celular de Brenda que había guardado en el interior de mi vestido, donde nadie notaria que tenía esos objetos ahí.

Diana: ¿y esto?- me saco el celular de la mano- esto no es tuyo- estaba confundida, se lo saqué de la mano.

Elisa: es de Brenda- ella abrió los ojos completamente sorprendida- solo seguí tu consejo, esto es lo más preciado para ella.

Diana: ¡¡¡DIOS!!! Ella te matará, yo en su lugar lo haría- paso su mano por su rostro- yo me refería a un collar o una pulsera, no un celular.

Elisa: ¡¡bueno perdón!!- dejé el celular en la mesita que había a un lado del sofá- igual eso no era lo que te quería mostrar- puse al frente de ella la tarjeta, alzo su vista.

Diana¿quemaste tu tarjeta de crédito?- la tomo y empezó a observarla de cerca, de seguro estaba leyendo lo que dice- ¿Elisa Wintour?

Elisa: desde ahora soy la sobrina de la gran Anna Wintour y con esta tarjeta- apunte a esta- podre comprar lo que quiera y no tiene límite.

Diana: ¡¡¡tenemos que ir de compras!!!- se levantó emocionada del sofá.

Elisa: Diana- reproche- siéntate y cálmate- ella hizo lo que le pedí- si fallo con el artículo lo que gastemos en esta tarjeta lo deberemos pagar.

Dianapero lo lograrás- su voz sonaba más haya de confiada.

Elisa: puede que si como puede que no, además lo usaremos solo cuando sea necesario- le advertí, ya que conocía la mirada que me estaba dando.

Diana: está bien- el celular que había dejado en la mesita empezó a sonar- ¡mierda! Atiende- grito, tomé el celular rápido y vi la pantalla.

"Llamada entrante de NANCY💗"

Elisa: no sé qué decirle.

Diana: solo dile que encontraste su celular- el teléfono dejo de sonar y suspire aliviada.

Elisa: digamos que alguien lo tomo de su cuarto- ella estaba por darme un pequeño golpe- no fui yo- me excusé rápido.

Diana: bueno, dile que lo encontraste en el piso y....- el celular sonó de nuevo- atiende.

Elisa: okey- deslice el dedo sobre el celular aceptando la llamada y lo lleve a mi oído.

Brenda: ladrón o ladrona de celulares, no puedo creer que encima estabas en mi casa como invitado, cuando sepa quién eres, te juro que te arrepentirás- ella solo gritaba haciendo que me aleje un poco del celular, cuando hubo un mini silencio respire hondo, era hora de hablar.

Elisa: no sé si devolverte el celular, por ahí me termines matando- intente sonar divertida.

Brenda: esto no es nada divertido, ¿por qué lo tomaste?

Elisa: no lo tome, subí al segundo piso y mi asistente lo encontró en el piso, y como modo de ayuda me lo quede para esperar una llamada- ella estaba en silencio- pero no esperaba que  llamarían gritando.

Brenda: ¿eres la sobrina de Wintour?, ¿eres tú Elisa?

Elisa: exacto y parece que eres tu Brenda, ¿cómo supiste que era yo?

Brenda: bueno, dijiste asistente, y las únicas que vinieron con asistentes fueron tú y tu tía, además tu voz es más joven, así que lo supuse.

Elisa: está bien- dije seca, no sabía que más decir.

Brenda: perdón por gritarte, pensé que me habían robado mi celular, ¿dónde lo encontró tu asistente?

Elisa: en el pasillo del segundo piso.

Brenda: eso es raro- se escuchaban voces lejanas- bueno, pero me alegro de que lo tengas, eso significa que puedo recuperarlo, ¿no?

Elisa: con una condición- Diana asintió con alegría, me estaba haciendo señas que no entendía.

Brenda: ¿cuál?

Diana: dile que tome un café contigo- me susurro muy bajo en el oído.

Elisa: que tomes un café conmigo.

Brenda: no le veo nada de malo, así que sí, ¿sigues en Los Ángeles?

Elisa: estoy en New York.

Brenda: ¿tan rápido? Si solo hace horas te fuiste de aquí.

Elisa: tome el jet de mi tía- ella rio.

Brenda: típico de ella, bueno en dos días estaré ahí, de seguro sabes por qué.

Elisa: por favor infórmame.

Brenda: ah, eso es.... Bueno, no importa- vi de nuevo Diana que estaba junto a mí escuchando- iré a una sesión de fotos para tu revista, tu tía me dijo que vaya, ¿es normal que no te lo haya dicho?

Elisa: no solemos hablar del trabajo a menos que estemos en la empresa.

Brenda: okey, bueno, debo ir a dormir, gracias por lo del celular, no sé qué haría si no lo hubieras tenido tú.

Elisa: no te preocupes por eso, nos vemos, que tengas dulces sueños, adiós.

Brenda: adiós- tardo en cortarme, puse de nuevo el celular en la mesita y miré a Diana.

Diana: no sirves para seducir- rio- tendremos que practicar eso, pero será mañana, ya que ahora nosotras también nos iremos a dormir.


30 DÍAS PARA ENAMORARLADonde viven las historias. Descúbrelo ahora