Entre la nebulosa del sueño se cuela un sonido que me molesta. Me recuerda a algo, pero no llego a pensar con la suficiente claridad como para identificarlo. Además, no quiero despertarme del todo, estoy muy agustito. Pero el sonido no para y refunfuño, a ver si así lo alejo de mi mente. Una mano se pasea por mi brazo.
-Pedri, te está sonando el teléfono.
La voz de Unai en mi oído consigue espabilarme un poco y reconozco que el sonido es la alarma de mi móvil. Mierda, tengo que coger un vuelo en unas horas. Pero no quiero levantarme. Estoy enredado en este cuerpo grande que está calentito y suave, pero firme. Sus piernas y sus brazos a mi alrededor y solo ruego porque se calle la maldita alarma y me deje quedarme aquí un momento más. Solo un momentito más. Al final para y me vuelvo a relajar, pero me parece que solo dura unos segundos, porque vuelve a sonar.
-Pedri...
-No quiero -me aprieto más a él, ignorando aún la alarma y suelta una risita baja.
-Levántate, anda -empieza a desenrollarse de mi, pero no le dejo.
-Es una lástima, no se va a poder. Ya parará.
-No te restriegues así...
Aprovecho la oportunidad. No era consciente de ello, pero intentando evitar que me soltara puede que me haya restregado un poco, solo un poquito, contra su entrepierna. Me muevo otra vez y le paso los labios por el cuello, él suelta un suspiro al mismo tiempo que la alarma para. He ganado. Le paso las manos por el vientre mientras sigo besándole por donde puedo. Llego a la cinturilla de los calzoncillos y... Suena la alarma otra vez.
-Si no lo paras te juro que me voy a volver loco.
A regañadientes me levanto y empiezo a buscar el puto móvil, que parece que cada vez suena más alto. Maldito desgraciado, cómo lo odio. Doy vueltas como un idiota por la habitación y al final lo ubico debajo de una silla, sonando como el aparato del demonio que es. Paro la alarma y me fijo en la hora, la verdad es que como no me ponga las pilas voy a llegar tarde. Además tengo mil notificaciones, mensajes de mis padres, de Fer, de Ferrán, de Gavi... y uno de Unai. De las dos de la madrugada. Es muy raro, pero recuerdo el momento en que se levantó a coger el móvil y sonrío. Lo abro y se me congela la sonrisa. Sé en el mismo instante en el que lo leo que no es para mí. Pero sí que creo que es sobre mí. Se me acelera el corazón y siento que me tiemblan las manos.
Unai Simón
Me estoy enamorando tío
No puede ser. Mi mente va a mil por hora intentando buscarle una explicación lógica, cualquier cosa que no sea que ese mensaje habla sobre mí. Además, ¿a quién se lo quería enviar? Y en el momento justo en el que lo hizo. No puedo pensar con claridad, me estoy poniendo nervioso y yo no respondo bien cuando estoy nervioso. Levanto la mirada del teléfono y ahí está, sentado en la cama, bostezando, con la sábana en la cintura y el pelo despeinado. Y se supone que este hombre se está enamorando de mí. ¿Es eso lo que se supone?
-Pedri, ¿estás bien?
Se incorpora un poco más en la cama y me mira, con la preocupación reflejada en todo su rostro. No, no estoy bien, pero decido no decírselo. No le voy a decir nada.
-Sí, es solo que tengo que irme ya. Tengo un vuelo en unas horas, tengo que ir a Barcelona a grabar unas cosas con el club.
-Ah, vale. No lo sabía. Yo hasta la tarde no me voy a Bilbao, pensaba que igual podríamos comer juntos...
-No, lo siento, mi vuelo sale antes.
-No pasa nada. ¿Qué haces después de Barcelona? A mí me operan la semana que viene, si quieres...
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Revisa el VAR | Unai + Pedri
FanfictionTras su lesión durante la Eurocopa, Pedri se enfada con el mundo. El único al que deja pasar es a Unai, aunque puede que tenga motivos para hacerlo. ¿Sus labios sabrán a fuegos artificiales y petazetas? Puede que lo compruebe. Y si lo hace, puede q...