Revisa el VAR | Unai + Pedri

Capítulo 9 - Todo controlado

UNAI

Acabo de hacer un entrenamiento espectacular. Estoy rebosante de energía y mi preparador me da la enhorabuena. Si sigo así los días que quedan, voy a llegar a la final más que preparado. Además no paro de sonreír, es algo que me sorprende hasta a mí mismo. No es que sea un gruñón, pero soy bastante serio, sobre todo cuando estoy trabajando. Hoy, sin embargo, hasta David me ha dicho que me veía más relajado y contento.

Creo que todo se debe a que me siento en paz conmigo mismo. Lo que pasó con Pedri el martes fue... Espectacular. Para él puede que haya sido un rollo más, pero para mí ha sido todo un descubrimiento. Además fue tan comprensivo y respetuoso que casi me emociono de pensarlo. Aunque tengo algo de miedo de que se enteren nuestros compañeros, ya tengo bastante con saber que Lamine nos escuchó. Hoy en el vestuario he hecho piruetas para evitar al pobre chaval, aunque Pedri me aseguró que se lo tomó bien. Solo nos puso de condición que no repitamos a altas horas de la noche. De momento, no hemos repetido, porque ayer fue un día un poco caótico. No pasa nada, si no vuelve a suceder, no me importa, estoy feliz con lo que pasó.

Entro al vestuario sumido en mis pensamientos hasta que unas risas me sacan de ellos de golpe. Pedri está sentado en el banco mientras Ferrán está delante de él explicándole algo. Estos dos tienen una relación de siameses, donde va uno, va el otro. Si Gavi estuviera aquí seguramente también los estaría rondando. Me pongo un poco nervioso al verle y no sé muy bien cómo actuar, pero Pedri solo me saluda con un movimiento de la mano y una sonrisa enorme, así que se lo devuelvo. Ferrán frena de golpe su interpretación y me saluda también, pero algo más serio.

-¿Cómo ha ido el entrenamiento? -Pedri se levanta y se acerca hacia mí. Verlo cojear me encoge un poco el corazón, no es justo para él.

-Genial, he estado increíble -él suelta una risa que parece que me llene de energía.

-Vaya, Unai Simón echándose flores, lo nunca visto. Me alegro un montón -posa su mano en mi brazo y yo solo puedo mirarlo a los ojos. Quiero besarlo, ahora mismo, creo de hecho que voy a hacerlo, ¿qué pasaría si...

-Eh, yo creo que me voy. Os dejo aquí, solos. Aunque puede que llegue alguien en cualquier momento, ya sabéis, es el vestuario del equipo. Nos vemos para comer, Pepi.

Ferrán sale escopetado y me quedo mirando la puerta por la que ha salido. Eso ha sido raro. Si no sabe nada, ¿por qué se ha ido? Aunque claro... Estos dos son siameses, a veces parece que compartan neuronas. Miro de vuelta a Pedri, que se muerde el labio y me mira con algo en los ojos que me suena a culpa. Bufo y me tapo los ojos con las manos.

-Lo sabe Ferrán, ¿verdad?

-Ay, Unai, lo siento... Me lo sonsacó.

Me aparto las manos y lo miro con una ceja levantada. El capullo se está aguantando la risa y se me hace evidente que no hubo ningún interrogatorio, sino que se lo contó por voluntad propia. Me molesta un poco porque prometimos que era algo de los dos, yo ni siquiera se lo he contado todavía a Julen. Pero ya lo sabe Lamine, Ferrán... El siguiente es Nico, lo veo venir.

-Pedri, joder... -estoy molesto y quiero que lo sepa.- No podemos ir contándolo así como así, entiendo que es tu amigo y confías en él, pero lo que pasó fue algo de los dos. No te implica solo a ti, también es mi vida y mi intimidad, ¿lo entiendes?

-Sí, y lo siento de verdad, Unai -se sienta en el banco delante de mí y le veo la culpabilidad en la cara, ha dejado de reírse.- Estaba tan contento que cuando me preguntó no se lo pude negar. Te prometo que sacó él el tema, eso es cierto. Pero no me presionó mucho, eso también es verdad. Perdóname, anda. Te lo compenso a la hora de la siesta.