CAPÍTULO 13

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Un vistazo al enamoramiento de YoonGi pt.2


YoonGi jamás se había sentido tan nervioso en su vida como hasta el día de hoy. Sus manos sudaban tanto que le provocaba asco, pero como no iba a estar nervioso, hoy sus nuevos "amigos" lo habían invitado a él a una pijamada.

Eso no era lo peor.

Iba a tener que convivir con niños.

¿Qué se supone que debía hacer en una pijamada? El siempre se iba a dormir a las 9 de la noche, lavaba sus dientes, se ponía ropa cómoda y se acostaba inmediatamente. No estaba dispuesto a quedarse despierto hasta la media noche viendo películas o contando historias de terror, no porque le dieran miedo, sino porque él estaba acostumbrado a dormir temprano.

Lo único que lo hacía sentir bien, era que en esa pijamada iba a estar aquel adorable niño rechoncho de mejillas rojitas.

Ahora que lo pensaba bien, estaba muriendo del miedo, ¿qué le diría? ¿de que hablarían? ¿ignoraría su presencia? Lo más seguro era que sí, las personas que lo rodeaban tendían a ignorarlo por el simple hecho de que era un niño muy callado.

Estaba frustrado, llevaba pensando en eso desde hace tres horas, ahora se encontraba frente a su gran closet escogiendo la ropa que llevaría para bañarse al día siguiente. Obviamente llevaría su fabulosa pijama azul celeste.

Pero tampoco quería verse tan aburrido frente a los ojos de los otros niños, y por otros niños se refería a JiMin. Mentiría si dijera que no quería causarle una buena impresión. YoonGi había llegado a la conclusión de que estaba flechado.

Y lo había decidido ayer por la noche mientras veía un absurdo dorama donde los protagonistas lloraban mientras se declaraban su amor, mientras comía una gran caja de helado. Todo por estar en una crisis existencial a sus escasos 7 años.

Bufó enojado y algo desesperado mientras tomaba rápidamente cualquier prenda y la metía de mala gana en su mochila. Hizo un puchero y se cruzo de brazos. Sentía que la cabeza le explotaría y todo por estar pensando en aquel niño que había conocido hace una semana.

Pero no era su culpa, era la de JiMin, ¿quien lo mandaba a ser tan adorable?

—Cariño, Namjoon llegó por ti— escuchó a su madre a través de la puerta. Tomó sus cosas y bajo lentamente queriendo que todo fuera un sueño.

Un niño de su edad no debería estar pasando esas inquietudes.

Cuando llegaron a la casa de los Kim sus nervios aumentaron mucho más, Namjoon le agradaba, incluso su hermano menor Taehyung también le agradaba, pero no estaba tan seguro de que él le agradara a ellos. Entrando a la casa se pudo escuchar gritos de niños corriendo por la sala, y ahí estaba.

Ese adorable niño llamado Park JiMin.

—¡Ya llego Yoongi!— chilló Taehyung mientras jalaba la manito de JiMin para a ir a saludar al otro niño.

JiMin miró a su mayor viendo como este no le dirigía ni la palabra, solo sonrió un poco y evitó sus ojos, JiMin estaba terriblemente acostumbrado a obtener toda la atención posible, es por eso que se le hacía una vergüenza que su hyung no le hablará.

El resto de la noche se la pasaron jugando, gritando y saltando de un lugar a otro, jugaron carreras con costales en el patio trasero, nadaron un rato en la piscina de la casa, habían ido a comer sus hamburguesas y pizzas y ahora se disponían a jugar otro rato más.
Todos los chicos estaban escondidos en un lugar, mientras Namjoon contaba para salir a buscarlos.

YoonGi a pesar de que ya estaba un poco cansado, decidió seguir jugando con los niños, se encontraba buscando un buen lugar para esconderse, decidió no hacerlo tan difícil y solo se puso detrás de un árbol.
Sin embargo, un chillido llamó su atención, volteó rápidamente su mirada hasta visualizar una mata de cabellos detrás un arbusto.

Se acercó con un poco de duda viendo que quien estaba ahí era Jimin, el menor por estar ocupado viendo quien sabe que no se dio cuenta que su hyung estaba atrás de él hasta que sintió como choco con alguien, pegó un grito y se apartó tan rápido como pudo. Miró a su hyung quien lo veía sin expresión alguna.

Comenzaba a irritarse por no tener la atención correspondiente de su mayor.

Le frustraba tanto eso, su mami decía que él era una cosita adorable que podía robarse el corazón de todos, ¿entonces por qué no podía robarse el de YoonGi?

—¿Estás bien?—  preguntó YoonGi sin expresión alguna.

—Eh, s-si... es que creí haber visto un bicho— dijo el menor y le sonrió enormemente a YoonGi —. Debería ir a esconderse  antes de que Namjoon hyung ven...

—¿Chicos?— se escuchó la voz de Namjoon cerca de ellos y entraron en pánico. Jimin jaló del brazo de YoonGi para pegarlo a la pared junto con él y que así no los descubrieran.

Namjoon se asomó pero no logró ver a nadie por los arbustos y por lo obscuro que estaba todo, así dejo de revisar ese lugar y decidió ir a buscar a otro lado, mientras tanto, Jimin y YoonGi sentían que se les había ido la respiración. Ambos niños estaban nariz con nariz, la diferencia de estatura no era mucha así que ahí estaba YoonGi con su cabeza levemente inclinada y la cabeza de JiMin un poco estirada viendo a los ojos de su mayor, no sabían en que momento ambos niños habían abierto sus labios sólo un poco para dejar salir el aire acumulado. Las mejillas gorditas del menor comenzaron a sentirse calientes y si no fuera porque era de noche seguramente se vería con un rojo notable.

Al día siguiente, cuando todos estaban desayunando antes de que se fueran a sus casas, Jimin no dejaba de prestarle atención a su hyung, desde ayer en la noche no le prestaba atención alguna, y eso de cierta manera le molestaba pero también le agradaba.

—Jimin, iré por la película que querías llevar a casa —dijo Taehyung subiendo las escaleras rápidamente.

Namjoon pudo notar algo extrañó a YoonGi por lo que decidió no decir nada y se levantó para ir al sofá. Ambos niños volvieron a quedarse solos.

Jimin sonrió para él mismo, se puso tímido y sacó de su bolsillo un depazo de papel con algo escrito con crayolas, Jimin era una persona llena de amor hacia su familia y amigos, nunca se atrevería a odiar o a despreciar a una persona, es por eso que a pesar de que su hyung era muy callado con él y no le prestaba atención quería que YoonGi fuera su amigo. En el alma de JiMin no cabía odio, sólo pureza.

Es la misma razón por la que en la actualidad de ambos chicos, Jimin no había querido romper el compromiso que le anunciaron, porque dentro de él desde pequeño anhelaba la atención de su mayor.

Desde ese momento, en el que YoonGi observó como JiMin se levantaba de su silla para llegar a su lado y darle ese pedazo de papel que decía "Lindo Hyung", desde ese precisó momento YoonGi supo lo que quería.

Quería a JiMin en su vida.

BLESSING | YoonMin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora