La radio curó a la estrella de video

Capítulo 6 : Parte V y media

Resumen:
A

lgo para entreteneros hasta el próximo capítulo completo.

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Un breve interludio…

         El Señor de los Medios tiene dos pantallas abiertas. Una tiene su feed abierto y la otra su bandeja de entrada. Se ha vuelto bueno en pasar de una pantalla a la otra. Nada importante en este momento. Solicitudes de espacio publicitario, algunos correos electrónicos de los estudios con los que trabaja pidiéndole que venga a trabajar como consultor y que dirija un par de sus comerciales. Una presentación para un concurso. Un recordatorio para ir a Vogitech y hacer un recorrido de rutina. Formularios para firmar. Formularios para revisar. Formularios, formularios, formularios. Papeleo a raudales. Invitaciones a veladas y galas de demonios que quieren codearse con él con la esperanza de poder firmar con él, hacer que firme con ellos y/o simplemente quieren que haga una aparición.

         Y aún más putos correos electrónicos.

         Hay un correo electrónico de Bapper & Co. con fotos adjuntas que muestran el progreso de las reparaciones. Todo parece estar bien y él les hace saber que aprecia su arduo trabajo.

         Envía un correo electrónico rápido con la frase "Que te jodan" a 666 News y le piden una entrevista. Sabe que solo quieren hablar con él para una entrevista de refutación en respuesta a esa entrevista de Velvet. Le dice a Katie en términos muy claros que no habrá entrevistas y que si sigue jodiéndolo, 666 News se verá obligado a cerrar y ella y Tom podrán arriesgarse a conseguir trabajo en el maldito WacDonald's.

         Vox se recuesta en su asiento y se frota la cara. Esto iría mucho más rápido si pudiera simplemente enchufarlo, pero se descuidó las dos últimas veces. Se metió demasiado y se quedó atrapado. No quería volver a sufrir por eso.

         Ciertamente no quería volver a ver esa mirada en el rostro de Alastor. Vox todavía lo recuerda. El Demonio de la Radio había estado sonriendo como siempre, pero era forzado, y Vox todavía puede recordar esa mirada de impotencia en sus ojos cuando Vox había hecho ese sonido de dolor.

Si alguien le hubiera dicho alguna vez que algún día sería amigo de Alastor el maldito demonio de la radio, se habría reído en su cara y luego les habría disparado en el estómago por tener el maldito descaro.

         Ahora míralo. Pasando el rato con Alastor. Disfrutando de poder pasar el rato con Alastor. Sintiéndose un poco desanimado cuando no puede pasar el rato con Alastor. Invitando a Alastor a almorzar y siendo invitado a cenar a cambio.

         Pensar que nada de esto habría sucedido si ese hijo de puta con cara de rata no le hubiera destrozado la cabeza y no lo hubiera dejado por muerto. La vergüenza que sintió Vox cuando se dio cuenta, a través de la neblina de dolor y de los resbalones que le hicieron perder la conciencia, de que había sido Alastor quien lo había encontrado. Vox había temido lo peor, sinceramente.

Siguió temiendo lo peor incluso cuando Alastor y Niffty lo recogieron a él y a sus trozos de vidrio roto y los llevaron al hotel. Temió lo peor cuando lo llevaron a la habitación de Alastor. ¿Quién sabía lo que el Demonio de la Radio tenía planeado para él? Sabía que Alastor era un caníbal. Vox esperaba encontrarse en una losa y preparado para tallar. Imagínese su sorpresa cuando se despertó en una cama blanda, con las heridas limpias y envueltas. La sorpresa rápidamente se convirtió en sospecha porque tenía que haber una razón por la que Alastor lo estaba ayudando. No solo ayudas a las personas, especialmente no en el infierno. Fue solo cuando Alastor se tomó la molestia de traerle a Vark y garantizarle que realmente no había motivos ocultos que fue cuando Vox finalmente se permitió confiar en Alastor. Nunca en un millón de años hubiera esperado este nivel de... bueno, nada de Alastor. Su relación antes de todo este lío era de violenta animosidad. No podían estar en presencia del otro sin que se lanzaran púas o estallara una pelea.