La radio curó a la estrella de video

Capítulo 8 : Parte VII

Charlie chilla de alegría y se lanza contra el demonio gigante. "¡Tío Ozzie!"

Asmodeo se arrodilla y abre los brazos, aceptando de buen grado el abrazo entusiasta de su sobrina. La levanta en brazos y la hace girar. "¡Candy Apple!"

Alastor observa la muestra de afecto con una leve curiosidad. Los miembros de la realeza del Infierno eran extraños para el pecador promedio. La jerarquía del Infierno hacía que los demonios como Asmodeo fueran tan cercanos a las deidades como el Infierno lo permitía. 

Asmodeus baja a Charlie y observa al resto de los demonios reunidos. —Buen día, mis pequeños bocaditos. ¿Cómo están? Perdonen mi grosería. —Hace una reverencia grandilocuente. Se pone de pie y señala con el pulgar hacia la barra—. ¿Sería demasiado molesto molestarlos para que traigan algo de beber? Estoy un poco sediento.

Husk se tambalea hacia adelante, con el sombrero en la mano. "Um, no. Quiero decir, sí". Las orejas del demonio gato se aplanan mientras observa a Asmodeus caer sobre sus manos y rodillas. El príncipe demonio se arrastra hacia adelante y mira al demonio gato alado, lo que pone a Husk aún más nervioso. "Lo que quiero decir es que no puedo".

Asmodeus pone un dedo bajo la barbilla de Husk y levanta su rostro. "Awww. ¿Cuál parece ser el problema, lindo gatito?"

El pelaje de Husk se eriza y Alastor puede ver el rojo en su rostro debajo del pelaje. "Es solo que el alcohol de aquí no es apto para ser servido a alguien tan importante como usted, señora". Los ojos de Husk se abren de par en par al darse cuenta de lo que dijo. "¡Quiero decir señor!"

Asmodeus no se ofende. "Oh, cariño", ronronea. "Normalmente soy un 'señor', pero puedo ser una 'señora' cuando me da la gana". Con una ola de poder, Asmodeus se arrodilla sobre Husk, que luce un par de pechos enormes. 

Husk emite un sonido como si alguien se tragara la lengua cuando el impresionante escote del demonio le golpea la cara. 

Una mano sale disparada de entre los pechos de Asmodeus. Pronto se le une otra y los dos se presionan contra la curva de los pechos de Asmodeus y empujan. Aparece una cabeza con una gorra de bufón que tintinea. Un diablillo respira profundamente y dice con voz áspera: "¡Mierda, Ozzie! ¡Sabes que tienes que avisarme antes de que te crezcan estos! ¡Casi me asfixio!". El diablillo se libera y salta al suelo.

Ozzie vuelve a su forma masculina original y toma al Imp en sus brazos. Le da besos de disculpa por todo el rostro. "¡Oh, Fizzie! ¡Lo siento mucho! Siempre estás tan quieto que a veces olvido que estás ahí. ¿Estás bien?"

—Estoy bien —dice Fizz. De repente se avergüenza cuando se da cuenta de que hay otras personas presentes—. ¡Vale! ¡Vale! ¡Vale! ¡Para! ¡Paraa ...

La princesa saluda con la mano: “¡Hola, tío Fizz!” 

¿Tío? Alastor parpadea. Mira a Asmodeo y al diablillo que sostiene en sus brazos y que está bañando de besos. ¿Esos dos eran…?

“No podía dejarlo atrás”, dice Ozzie. “La última vez que me fui de viaje y dejé a Fizz a cargo, se volvió loco de poder y los demás trabajadores organizaron un motín”. Le da un rasguño a Fizzarolli debajo de la barbilla. “Casi queman mi club cuando intentaron quemarlo en efigie”.

—No es gran cosa —resopla Fizz—. Todos los que pones a cargo terminan volviéndose locos por el poder.

—Es verdad, mi corazón, pero la clave es encontrar a alguien que tarde más en hacerlo. —Ozzie mira a Fizz—. Ni siquiera esperaste a que terminara de empacar.