───¡Aquino! ¿Qué haces solo? ¿No vino Duxo contigo? ───preguntó Soarinng, apareciendo de repente con su característica sonrisa traviesa.
Aquino suspiró, exasperado.─── Este loco otra vez. . . Pensé que me dejaría en paz después de todo lo que le conté sobre mi confesión fallida con Duxo. No quiero ser grosero, pero ya deberíamos ir a clases ───respondió Aquino, intentando esquivar la conversación.
───¿Grosero? Pfff, no exageres. Solo quería saber si tú y Duxo ya son novios ───replicó Soarinng con una sonrisa burlona.
Aquino se quedó congelado por un segundo, intentando procesar lo que acababa de oír.
───¿Novios? ───repitió incrédulo───Este hdp. . .
Soarinng continuó, ignorando por completo la expresión de incomodidad en el rostro de Aquino.
───¿No hiciste lo que te dije? Fui muy claro. No era tan difícil.
───Ni cagando vuelvo a hacerte caso, y menos con tu segundo "plan". Es estúpido y vergonzoso.
───¡Ay, ni siquiera es tan difícil! ───protestó Soarinng, poniendo los ojos en blanco antes de lanzar su grandiosa idea, dramatizando cada palabra───. Escucha: cuando estés en el cuarto de Duxo, acostados, simplemente le dices: "Duxo, te amo. Hay que hacerlo ahorita, yo sé que tú también quieres." Entonces él te responderá algo como: "Yo también te amo y quiero hacerlo contigo." Y después tendrán sexo descontrolad-. . .
───¡¿Sabes qué, Soarinng?! Mejor cállate ───interrumpió Aquino, rojo como un tomate, llevándose las manos a la cara.
Soarinng soltó una carcajada, satisfecho de haber conseguido sacarlo de sus casillas.
───¡Vamos, Aquino! Es una idea perfecta. Además, Duxo no te va a rechazar si hablas con confianza.
Aquino lo miró con una mezcla de desesperación y resignación.
───Eres imposible, ¿lo sabías? ───murmuró mientras comenzaba a caminar hacia las aulas.
───¡Solo digo la verdad! ───le gritó Soarinng, siguiéndolo con una sonrisa de oreja a oreja.
Aquino suspiró una vez más, pensando que lidiar con Soarinng era casi tan complicado como su situación con Duxo.
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Al terminar las clases, los estudiantes se dispersaron por el campus. Algunos salían en grupo, otros solos, y unos cuantos acompañados por sus amigos más cercanos. Entre ellos estaban Duxo y Locochon, quienes caminaban juntos hacia la casa del híbrido. Locochon había sugerido una noche de películas para animar a su amigo, notando lo apagado que había estado desde el incidente con Aquino.
Duxo iba en silencio, con las manos en los bolsillos y la mirada perdida. Locochon, en cambio, mantenía una conversación ligera, intentando distraerlo.
───Oye, ¿te acuerdas del plan que te conté para tu reconciliación con Aquino? Ya sabes, el de Aquino en tu cuarto. . .
Duxo lo miró de reojo, frunciendo el ceño.
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˜"*°•.Mi Maldición; Ojos lilas𓂀.•°*"˜
Acak"¿𝘊ó𝘮𝘰 𝘢𝘭𝘨𝘰 𝘵𝘢𝘯 𝘩𝘦𝘳𝘮𝘰𝘴𝘰 𝘦 𝘪𝘯𝘤𝘭𝘶𝘴𝘰 ú𝘯𝘪𝘤𝘰 𝘱𝘶𝘦𝘥𝘦 𝘭𝘭𝘦𝘨𝘢𝘳 𝘢 𝘴𝘦𝘳 𝘵𝘶 𝘮𝘢𝘭𝘥𝘪𝘤𝘪ó𝘯?". . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Edad de los protas: Aquino: 16 Duxo: 15 ...